05 enero 2017
Recursos contra el
terrorismo
Javier Fernández Arribas
El terrorismo suicida solo tiene una opción: prevención con
recursos. Durante los últimos meses nos hemos enfrentado a unos terroristas
mercenarios fanatizados que habían sido cooptados con un lavado de cerebro que
incluía su suicidio. Es cierto que en los últimos atentados, Berlín o Estambul
o en el aeropuerto de Bruselas, sus autores han preferido dejar el ‘paraíso’
para mejor ocasión.
Todos nos preguntamos cómo se puede
evitar que, un terrorista con un fusil de asalto AK-47 Kalashnikov irrumpa en
una sala de fiestas, elimine al guardia de la puerta y vacíe varios cargadores
sembrando toda la muerte y destrucción posibles. La única respuesta posible es
trabajar para prevenirlo, para detectarlo antes y para evitar que cometa la
masacre.
La experiencia nos enseña que el
único camino realmente eficaz para poder llegar a esta prevención es dotando de
todos los recursos necesarios a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado
de cada país y el intercambio fluido y rápido de la información entre todos.
En el caso del Daesh hay que
diferenciar entre la lucha sobre el terreno que controlan en Siria e Irak, que
exige una planificación militar adecuada, y entre la lucha antiterrorista que
requiere los recursos humanos, tecnológicos, legales, judiciales y económicos suficientes
para las policías encargadas.No se pueden escatimar recursos porque después
vienen las lamentaciones.
España tiene experiencia en la
lucha contra el terrorismo después de una trágica etapa de sufrir los ataques
de la banda terrorista ETA y por el zarpazo islamista del 11-M contra los
trenes en Madrid con casi 200 muertos. Una barbarie de este calibre enseña a la
fuerza que es imprescindible la información para poder aplicar medidas
preventivas.
Para ello ha sido vital el cambio
en la Ley de Enjuiciamiento
Criminal que permite la detención de sospechosos de estar ‘ideando’ un atentado
por su evidente radicalización. La detención en Madrid de dos terroristas con
cargadores de Kalashnikov fue providencial para abortar cualquier ataque como
el que todos lamentamos en Estambul.
Las responsables antiterroristas
necesitan el personal correspondiente para estar al tanto de los movimientos
radicales en grupos de riesgo, traductores para las grabaciones de teléfonos
interceptados o informáticos para explorar la llamada intenet profunda que
utilizan los terroristas. Toda esa información debe ser debidamente procesada y
compartida para controlar y neutralizar a los posibles terroristas. Son muchas
horas extras de duro y sacrificado trabajo que hay que retribuir con
generosidad, como corresponde.
Opinión:
Avanzo que estoy absolutamente de acuerdo con el contenido
del artículo de Javier Fernández Arribas aunque me gustaría añadir un solo dato
más… “después de una trágica etapa de sufrir los ataques de la banda terrorista
ETA y por el zarpazo islamista del 11-M” pero sin olvidar los del resto de
bandas terroristas que han perpetrado sus atentados en España y los españoles que
han sido víctimas por atentados ocurridos en el extranjero.
Solo eso. Creo que las víctimas de esos atentados también
merecen ser recordados.
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