domingo, 24 de junio de 2018

24 junio 2018 (20.06.18) La Vanguardia (opinión)

24 junio 2018 (20.06.18)

Domingo Troitiño, ETA y la matanza de Hipercor
El etarra Domingo Troitiño sobre la matanza de Hipercor: “fue una acción de sabotaje económico”
Miembro de ETA que hizo estallar un coche bomba en el aparcamiento subterráneo del hipermercado
Se cumplen 31 años del atentado que costó la vida a veintiuna personas en 1987

La organización terrorista ETA ha sido una de las mayores lacras de España. Desde su nacimiento en 1958 tuvo en su haber más de ochocientos crímenes, siendo la década de los años ochenta una de las más sangrientas. Entre sus cabecillas destacó Domingo Troitiñ̃o, miembro del comando Barcelona y uno de los responsables de la histórica matanza de Hipercor de 1987, que se saldó con veintiuna víctimas mortales. También participó en los atentados con coche bomba contra un autobús de la Guardia Civil que circulaba por la avenida Meridiana de Barcelona y otro contra el servicio de Aduanas del Puerto de Barcelona.
Cometió más de una veintena de asesinatos y fue condenado a mil seiscientos años de cárcel, de los que cumplió veintiséis hasta su puesta en libertad en noviembre de 2013, tras ser derogada la ‘doctrina Parot’.
Domingo Troitiño Arranz, alias Txomin, nació en Tariego de Cerrato (Palencia) en julio de 1955. Desde muy joven se dejó fascinar por la idea de un País Vasco libre e independiente y allí se topó con ETA y sus violentas consignas. Así que en el año 1982 y de la mano de su hermano Antón entró a formar parte de la organización terrorista, concretamente del comando Aizkora. Este grupo se ocupaba de la colocación de explosivos en entidades bancarias de Guipúzcoa previamente seleccionadas.
El clan Troitiño fue el encargado de fabricar la bomba que costó la vida del guardia civil Ángel Zapatero Antolín el 14 de junio de 1984 en San Sebastián. Sin embargo, los hermanos acabarían siguiendo caminos distintos. El desencadenante de la separación fue el tiroteo contra una patrulla de la Guardia Civil en Oyarzun (Guipúzcoa) en el que resultó muerto uno de los miembros del comando. En su huida a Francia los Troitiño se dividieron tomando rumbos diferentes. Mientras Antón acabó formando parte del comando Madrid, Domingo se integró en el de Barcelona.
El viernes 27 de marzo de 1987, Troitiño, junto con el resto de miembros del comando Barcelona de ETA, colocó un coche bomba con cincuenta kilos de metralla -compuesta por tornillos y eslabones de cadena cortados- y treinta kilos de amonal a la entrada del Puerto de Barcelona. El objetivo era atentar contra los agentes de la Guardia Civil del Servicio Fiscal de Aduanas de la Ciudad Condal.
La detonación se produjo a las 13.18 horas, sembrando el miedo en el paseo Colón y alrededores. El artefacto causó la muerte de un joven guardia civil, Antonio González Herrera, que falleció en el quirófano, y más de una veintena de heridos, entre ellos cuatro policías.

La matanza de Hipercor

La tarde del 19 de junio de 1987 será recordada como una de las mayores masacres acaecidas en la historia de la Ciudad Condal. A las 16.10 horas explotó un artefacto en la primera planta del aparcamiento subterráneo del centro comercial Hipercor. La detonación provocó un enorme agujero tanto en el techo como en el suelo del edificio, lo que produjo que una gran llamarada de fuego se elevase con fuerza arrasando todo a su paso. Muchas personas murieron abrasadas o sufrieron quemaduras graves. Además, la explosión liberó una serie de gases tóxicos que acabó asfixiando a algunos de los que los respiraron.
La sociedad española contemplaba atónita el amasijo de hierros en que se había convertido el edificio y las imágenes de la catástrofe recorrieron los medios de comunicación de medio mundo. El balance de víctimas fue de veintiún muertos y cuarenta y cinco heridos.
Como se pudo saber posteriormente gracias a la sentencia de la Audiencia Nacional, hubo dos factores que ayudaron a no engrosar el número de fallecidos: por un lado, que el fuego no alcanzase la planta textil de los almacenes; y por otro, la rápida actuación de la policía y los bomberos.
Los responsables de esta tragedia fueron el comando Barcelona de ETA, organización a la que tampoco le benefició en absoluto. Al contrario, dicho atentado ocasionó una escisión entre sus miembros más fieles -incluido su brazo político representado por Herri Batasuna- y aquellos que decidieron desmarcarse por el gran número de víctimas civiles que cayeron innecesariamente.
El comando Barcelona, compuesto por Josefa Ernaga, Domingo Troitiño y Rafael Caride Simón bajo las órdenes del entonces jefe de la banda Santiago Arrospide Sarasola, Santi Potros, ideó y planificó concienzudamente cómo hacer estallar la bomba desde el subsuelo del edificio. Visitaron previamente el lugar para elegir dónde iría colocado el coche bomba y, por supuesto, la mejor hora para ejecutar la acción.
Después, en el piso franco donde se escondían prepararon una bomba incendiaria que contenía, entre otros compuestos, cien litros de gasolina, treinta kilos de amonal y pegamento adhesivo y escamas de jabón y que pesaba en torno a doscientos kilos. Una vez hecha la mezcla, la introdujeron en bidones de plástico y la transportaron en el Ford Sierra que habían robado para la ocasión. Por último, construyeron un temporizador para detonar la bomba a distancia.
Una vez estacionado el automóvil en la plaza elegida, Troitiño se acercó a una cabina telefónica situada en la vía pública y realizó tres llamadas. La primera a la Guardia Urbana de Barcelona, la segunda al departamento administrativo del supermercado y la tercera al diario Avui. En las tres alertó de la inminente explosión de una bomba en los almacenes Hipercor.
Aun a sabiendas de la información dada y con el conocimiento de la policía, la seguridad del edificio no procedió a la evacuación del mismo, sino que se centró en la búsqueda del artefacto. Para entonces ya era demasiado tarde. ETA había explosionado el coche bomba.
A las pocas semanas del atentado de Hipercor y en un alarde de sangre fría, Domingo Troitiño se marchó de vacaciones con su mujer y sus dos hijos a un camping en Francia. A su vuelta en Barcelona, fue detenido en un piso de la calle Mallorca junto con otros miembros del comando, Josefina Mercedes y José Luis Gallastegui. Era el 5 de septiembre de 1987.
“Fue una acción de sabotaje económico, queríamos hacer el mayor daño al capital español y al francés”, declaró durante el juicio en 1987. Dos años más tarde, el 23 de octubre de 1989, la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional condenó a los terroristas Domingo Troitiño y Josefa Mercedes a la pena de mil seiscientos años de cárcel. Esto es, setecientos noventa y cuatro años cada uno, al probarse su autoría material en el atentado contra el centro comercial Hipercor de Barcelona. La indemnización a la empresa fue de poco más de mil millones de pesetas.
Pero ésta no fue la única sentencia a la que se enfrentó Troitiño. Por el atentado contra la refinería Enpetrol de Tarragona le cayeron quince años; once más por el atentado contra una entidad bancaria de Barcelona; ochenta y tres años de prisión por explosionar un coche bomba contra un autobús de la Guardia Civil que circulaba por la avenida Meridiana de Barcelona; treinta y cinco más por su pertenencia a la banda armada; y ciento cuarenta y dos años por el atentado contra el puesto de Aduanas de la Guardia Civil en el Puerto de Barcelona.
Su liberación pudo haberse producido en el año 2006, pero lo impidió el Tribunal Supremo. Sin embargo, cuando llevaba cumplidos veintiséis años de cárcel, Troitiño fue puesto en libertad en noviembre de 2011 después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) derogase la ‘doctrina Parot’.
La última noticia que se tiene del terrorista es que vive en la casa familiar del barrio de Intxaurrondo (San Sebastián), a menos de un kilómetro del cuartel de la Guardia Civil. Tanto él como su hermano Antón –condenado en marzo a 5 años, 11 meses y 29 días de prisión por reintegrarse en la banda terrorista tras ser excarcelado por error en 2011 y huir a Londres- tienen en su haber casi cuarenta muertes.

Opinión:

Ya que parece ser tan importante hablar del historial criminal de Domingo Troitiño Arranz creo necesario aclarar algunos de los puntos que aparecen en la información…
Considero que el daño y el dolor causado por este asesino ya es suficientemente grave como para darle “más méritos” de los que ya tiene, para desgracia de tantas víctimas y familiares. Por ello, cuando leía que “ la sociedad española contemplaba atónita el amasijo de hierros en que se había convertido el edificio” quiero puntualizar que destrozó la planta del parking y parte de la planta de alimentación pero que, en absoluto, el edificio quedó como un amasijo de hierros, entre otras razones porque la estructura soportó el daño que había causado a un edificio de quince plantas de altura.
Al leer sobre “la rápida actuación de la policía” debe recordarse que existe una sentencia que marca como un grave error la actuación de algunos de sus miembros… como ejemplo recuerdo la siguiente frase de la propia sentencia “no es que digamos que la policía no hizo correctamente lo que tenía que hacer, es que, sencillamente, no hizo nada, y ello plegándose a intereses comerciales muy defendibles, cierto, pero no a cualquier precio de vidas humanas”.
De los bomberos, en cambio, todo lo positivo que diga será poco… y más al haber tenido contacto con muchos de los que estuvieron allí presentes… con especial agradecimiento a un enorme profesional que me comentó sus sospechas (¿ciertas?) sobre alguien que lleva 30 años diciendo que  fue “victima” del atentado…
Para terminar, recordar que la frase “aun a sabiendas de la información dada y con el conocimiento de la policía, la seguridad del edificio no procedió a la evacuación del mismo, sino que se centró en la búsqueda del artefacto” no se ajusta a la realidad porque quien toma siempre el mando en cualquier momento es la policía y no una empresa de seguridad…

Y como colofón final, qué lástima que la periodista que ha escrito la noticia no haya comentado lo ocurrido en un juicio en Madrid en junio de 2015. Seguramente no lo sabe pero si se acude a las fuentes reales y fidedignas se puede tener mucha mas información. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario