martes, 9 de octubre de 2018

07 octubre 2018 Heraldo de Aragón (opinión)

07 octubre 2018 



Dos yihadistas de la prisión de Zuera, detenidos por captar terroristas
La Guardia Civil y una comisión judicial incautaron en sus celdas diversos documentos para adoctrinar a internos.

Agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil, en estrecha colaboración con la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, detuvieron esta semana a dos yihadistas en la prisión de Zuera implicados en una campaña para captar terroristas o radicalizar presos musulmanes sin antecedentes terroristas para integrarlos en un grupo afín a Daesh.
Los guardias civiles se desplazaron al centro penitenciario con una comisión judicial integrada por un fiscal y la secretaria judicial del Juzgado Central de Instrucción 1 de la Audiencia Nacional para recopilar pruebas en las celdas de los dos yihadistas: Abdelah Abdeselem Ahmed y Mohamed El Gharbi.
La comisión judicial intervino documentos escritos en árabe que tenían ambos con los que la Guardia Civil y el traductor que se desplazó al lugar, junto a un abogado de oficio que asistió a los dos internos el pasado lunes. Los yihadistas estuvieron presentes en la actuación judicial, en un proceso que dirige el juez Santiago Pedraz (el magistrado que lleva el asesinato de Manuel Giménez Abad por ETA), que mantiene el secreto del sumario.
La secretaria judicial les comunicó a los internos la incoación del procedimiento de investigación. Fuentes de la Guardia Civil señalaron que los mecanismos de control establecidos en la normativa penitenciaria, así como la monitorización del fenómeno de radicalización yihadista que ha emprendido Instituciones Penitenciarias (similar al que utilizaron con presos de ETA) han resultado claves para la detección y neutralización del grupo a nivel nacional.
Varios funcionarios de la prisión de Zuera se dedican a esta tarea de controlar la actuación diaria de algunos de los doce yihadistas internos en el centro que se han detectado como más peligrosos. En su trabajo les ayuda un traductor para determinar si entre los escritos y conversaciones hay algunas sospechosas.
Aunque los yihadistas fueron detectados por la investigación de la denominada operación Escribano, algunos intentaron emprender vías alternativas al margen de los sistemas de control de Instituciones Penitenciarias, empleando presos que no estuvieran sometidos a especial vigilancia. Así querían eludir el control de la radicalización que existe en el ámbito penitenciario.

Cartas entre cárceles

"Para el proceso de captación y adoctrinamiento, el grupo combinaba tanto la interacción física entre internos, dentro de los propios centros penitenciarios, con la relación epistolar, lo que les permitía establecer comunicación con reclusos ubicados en distintas prisiones", detectó la Guardia Civil.

Además de captar futuros terroristas entre los musulmanes para meterlos en la órbita de Daesh, también actuaban para cohesionar a los encarcelados por delitos terroristas. Buscaban crear el embrión de lo que podría considerarse como un frente de cárceles yihadista.
Por este motivo, que ya habían advertido los expertos de prisiones, lleva a la conclusión de que la reinserción de los yihadistas es muy difícil o casi imposible. "La mayoría de los individuos investigados -según la Guardia Civil– lejos de alcanzar la reinserción social, se han mantenido activos en la militancia, acrecentando su proceso de radicalización durante su estancia en prisión". De hecho, la investigación ha apuntado que el grupo desarticulado podría estar preparando un atentado dentro de una prisión.
En la cárcel de Zuera se suspendió hace un año al imán que hablaba con los musulmanes. Tras los atentados de Cambrils y Barcelona, se detectaron sus críticas a los militares españoles en misiones internacionales.

Opinión:


Aparte de la importancia de la información y de la gravedad de conocer que dos terroristas del nivel asesino de los mencionados han podido hacer en la cárcel lo que comenta la noticia, quiero destacar que, por fin, que “la comisión judicial intervino documentos escritos en árabe que tenían ambos con los que la Guardia Civil y el traductor que se desplazó al lugar”. Es decir, ya hay traductores de árabe… porque ¿es cierto que no los había antes de los atentados del jueves 11 de marzo de 2004?

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