domingo, 14 de octubre de 2018

11 octubre 2018 ABC (opinión)

11 octubre 2018 



La célula yihadista que atentó en Barcelona y Cambrils se formó en 2015

El juez ve indicios para juzgar a tres miembros del grupo terrorista que asesinó a 16 personas en 2017
Los yihadistas de Ripoll se radicalizaron y conjuraron para atacar a «sus enemigos»: el mundo occidental

En silencio, la vida de Ripoll –un municipio de Gerona de unos 10.000 habitantes, entre montañas– comenzó a virar de rumbo antes de los atentados yihadistas de Cataluña de 2017. El curso de la vida empezó a desviarse al inicio de 2015, cuando llegó a la ciudad el imán radical Abdelbaki Es Satty, que había cumplido cuatro años preso en Castellón por tráfico de drogas.

El imán aterrizó entonces en la mezquita «El Fath», se ganó la confianza de un grupo de jóvenes de origen marroquí, y paso a paso formó la célula yihadista que el 17 de agosto de 2017 sembró de terror Cataluña. El grupo terrorista atacó Barcelona con un atropello mortal en La Rambla y trató de arrollar a la multitud en el paseo marítimo de Cambrils (Tarragona). Asesinaron a 16 personas, hirieron a 140 y seis terroristas fueron abatidos.

Auto de procesamiento

Ayer, el juez que indaga cómo el terror llegó tan lejos cerró la investigación y apreció indicios para juzgar a dos miembros de la célula yihadista y a un colaborador. Los tres principales implicados conocidos que quedan vivos, encarcelados, fueron procesados ayer por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu. En el auto, el magistrado fija los hechos que llegarán a juicio y escribe el relato de cómo se radicalizó un grupo de jóvenes de tres familias llegadas de Marruecos, hermanos y amigos, entre los que había incluso un menor de diecisiete años.

«De las investigaciones se desprenden indicios de que dicho grupo comenzaría a formarse a partir de los inicios del año 2015», sostiene Andreu, que considera al imán de Ripoll el cabecilla y líder espiritual de la célula, estructurada en cuatro escalones. Formaron un grupo cerrado, se alejaron de sus círculos habituales, incluso de sus familias, y se conjuraron para atacar a «sus enemigos», el mundo occidental. Los «actos precisos» para materializar el plan terrorista comenzaron en octubre de 2016, explica el juez.

Al cerrar el sumario, el juez procesa por integración en organización terrorista, delito de fabricación, tenencia y depósito de explosivos, y delito de estragos en grado de tentativa a Driss Oukabi y Mouhamed Houli Chemlal. Ambos participaron en la preparación del atentado ideado por la célula –que planeaba un ataque espectacular, contra un lugar como la Sagrada Familia o el Camp Nou–, pero no formaron parte de la ejecución final, improvisada tras la explosión del chalé de Alcanar (Tarragona), la base de operaciones de los yihadistas, suceso en el que falleció el iman Es Satty.

Según el auto de procesamiento, Driss Oukabir se echó atrás en el último momento, como le recriminó su hermano pequeño Moussa, a quien él radicalizó y que murió en Cambrils. Driss fue visto por varios testigos en Alcanar y alquiló la furgoneta con la que Younes Abayaaqoub cometió el atropello mortal de la Rambla de Barcelona.
Houli Chemlal no pudo intervenir porque resultó herido en Alcanar, pero tenía «el firme propósito» de participar en los atentados y era miembro del grupo terrorista, que también buscó información sobre la Audiencia Nacional, la Alhambra o «La Tomatina».

El tercer procesado es Said Ben Iazza, que trabajaba como carnicero en la localidad de Vinaroz (Castellón) y a quien el juez atribuye un delito de colaboración con banda terrorista. Ben Iazza cedió su documentación y su furgoneta para que los miembros de la célula adquirieran y transportasen el material para fabricar los explosivos. El juez cree que no podía desconocer la actividad de los yihadistas, puesto que estuvo varias veces en Alcanar.
Tras el procesamiento, un paso en el que también se les reclama una fianza de un millón de euros, se acerca la fase en la que las acusaciones podrán presentar sus escritos de calificación, pidiendo la apertura de juicio oral.

Tras conocer al explosión de Alcanar, el miembro de la célula Younes Abouyaaqoub se dirigió a Barcelona y a las 16.50 horas irrumpió con una furgoneta en La Rambla, una arteria con un paseo central para peatones de 16 metros de ancho. En zigzag, atropelló a todas las personas que pudo en un recorrido de 800 metros. Los demás presuntos yihadistas improvisaron de madrugada otro ataque en Cambrils, hasta que les abatieron los Mossos. Los pocos responsables que siguen aquí sí responderán ante la Justicia.

Opinión:


Después de revisar detenidamente el “auto de procesamiento” solo puedo avanzar que, una vez se inicie el juicio, podrán haber muchas sorpresas…. empezando por el número de víctimas que aparecen en el mismo…

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