25 marzo 2022
800 metros, la docuserie de los atentados de Barcelona y Cambrils que remueve todo por dentro: "Eran chicos ejemplares
Netflix estrena 800 metros, el documental dirigido por Elías León Siminiani que desgrana los atentados del 17-A. "La gente no se acuerda de las víctimas, pero sí se acuerdan de los malos".
800 metros es la distancia que aquel 17 de agosto de 2017 recorrió la furgoneta que acabó con la vida de decenas de personas y causó centenares de víctimas. Es también el título de la nueva docuserie que este 25 de marzo estrena Netflix y en la que en tan sólo tres capítulos el espectador no sólo revivirá los trágicos atentados del 17-A en Barcelona y Cambrils, sino que entrará en un estado en el que, por primera vez y con la calma de un trabajo pausado y documentado, será capaz de, en cierta manera, por qué pasó, qué ocurrió y lo que supone sufrir un atentado tan terrible.
Para ver 800 metros hay que estar preparado. Preparado para escuchar a quienes conocían a los terroristas, a los que convivieron con ellos, a los que sufrieron el no entender como unos chicos completamente integrados en la sociedad española, tus vecinos, pudieron llegar a cometer actos tan atroces, pero también para escuchar a lasvíctimas, al padre que perdió a su hijo, a la mujer que vio en primera persona como no se pudo hacer nada por salvar la vida de otro niños, al mosso d'esquadra que abatió a cuatro de los terroristas y que hoy vive con miedo, vive en permanente estado de alerta y vive con un sentimiento de culpa constante por el sufrimiento que su estrés post traumático grave está causando a su familia.
Es una docuserie dura, de las más duras que se han estrenado en los últimos tiempos. No puede ser de otra manera porque lo que se cuenta en ella fue una de las peores tragedias que se han vivido en España y porque después de ver 800 metros te asalta la sensación de que pudo ser mucho peor, de que pudo ser el peor atentado cometido en suelo europeo.
"El hecho de que cayeran rápidamente en el olvido mediático, y la especial naturaleza de estos atentados yihadistas frente a otros ocurridos en Europa, dado el perfil para nada marginal de los jóvenes radicalizados, fueron las principales razones por las que quisimos adentrarnos en esta historia. Sentíamos que había un relato pormenorizado por hacer con una cierta distancia, abordando los hechos en profundidad y como un fenómeno humano que afecta a una sociedad", asegura el director 800 metros, Elías León Siminiani.
Producida por Ramón Campos, de Bambú Producciones, la serie ha contado con un comité de redacción formado por reconocidos periodistas de investigación como Anna Teixidor, autora del libro Los silencios del 17-A, Nacho Carretero y Jesús García. Nada queda en el olvido. Es por ello que en el primer capítulo 800 metros intenta que el espectador conozca a los terroristas, a los jóvenes, nacidos en España, a los que un día se les cruzó en su camino el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty.
Jóvenes que formaban un núcleo familiar de primos y hermanos a los que más tarde se les unieron amigos de... y que, como aseguran los agentes de servicios sociales con los que ha hablado la docuserie, eran jóvenes integrados, trabajadores, que nunca habían dado ningún tipo de problema, pero que un día, en la búsqueda de su identidad se radicalizan, acogen las doctrinas del Estado Islámico y deciden atentar contra lo que denominan "los infieles".
"Eran chicos ejemplares"
"Eran chicos ejemplares", asegura uno de los más de 80 testimonios de 800 metros. "Chicos ejemplares" que se convirtieron en asesinos en un proceso que ni fue de la noche a la mañana sino que se gestó durante años. "Chicos ejemplares" que se reunían en una casa en Alcanar, la que estalló y deshizo el plan inicial de la célula, y grababan vídeos donde se les veía fabricar bombas caseras mientras proclamaban que "cada gramo" de esa bomba "se va a meter en vuestras cabezas, en las de vuestros hijos y en las de vuestras mujeres". "Chicos ejemplares" que mientras se probaban los cinturones explosivos utilizaban el lenguaje propio de un crío -"bum, bum"-."Chicos ejemplares" que día antes de los atentados se encontraban por la calle con sus vecinos y les enseñaban sus motos nuevos y les hablaban de planes de futuro.
"Veo los vídeos de cómo preparaban las bombas y tengo la sensación de que es como si estuvieran jugando. ¿Qué hubiera pasado si no hubiera explotado la casa de Alcanar?", se pregunta otro de los testimonios de la docuserie.
800 metros intenta explicar, intentan hacer entender cómo pudieron llegar a convertirse en monstruos. Para entender todo ese proceso y para entender lo que supone un atentado de la envergadura de los de Barcelona y Cambrills, la docuserie ha realizado 80 entrevistas y ha contactado con más de 400 personas; ha visionado más de 150 horas del juicio; ha revisado 60 fuentes biográficas; se han realizado más de 200 horas de grabación y han trabajado más de 150 personas.
Y es gracias a todo esto y al cuidadoso trabajo de su director y de la productora por lo que el resultado de 800 metros no es sólo un documental sobre los atentados del 17-A sino la posibilidad de adentrarse en lo más profundo de ellos. Por ello, el espectador descubrirá que tras la explosión en la casa de Alcanar donde falleció el imán y algunos de los terroristas, los que quedaron tuvieron que improvisar dentro de su cruzada.
Que la idea, tras viajar dos de ellos a París, era atentar contra la Sagrada Familia, la Torre Eiffel y otros lugares en unos atentados simultáneos. Pero la explosión destrozó aquellos planes, destrozó el plan de cometer los mayores atentados de la historia en Europa. Pero también fue la razón por la que Younes Abouyaaqoub se dirige con una de las furgonetas alquiladas a Barcelona y arrasa a decenas de personas en Las Ramblas. Fue la razón por la que Mohamed Hichamy, tras descubrir lo que había ocurrido en la casa de Alcanar, reúne a los miembros de la célula yihadista y en cuestión de horas planean el atentado de Cambrils.
Con 800 metros el espectador se convierte en testigo de toda la preparación de los atentados, de los planes, de los pasos a seguir, de cada llamada, de cada palabra, casi de cada uno de sus rezos. Pero 800 metros también te lleva a sentir en la propia piel el dolor de las víctimas, el sufrimiento de aquella tarde de agosto, el pánico, el terror, el miedo, las dudas, la impotencia. Y, por supuesto, lo que las víctimas llevan desde entonces denunciando, el abandono.
"Le di un beso y le dije 'ánimo mi tarzanito'"
"Te sientes dos veces víctima. Una por estar en el lugar del atentado y otra por parte de una administración que hasta que no aparece una acción como la de la UAVAT te sientes desamparado", afirma durante la docuserie una de las víctimas del atentado de Las Ramblas. Un testimonio en el que no sólo relata como la furgoneta le pasó por encima, como sólo recuerda a su hija gritando "papá, papá", sino que se rompe al explicar ese abandono por parte de las instituciones. Ninguna de las víctimas que han participado en el documental recibió en los días posteriores a los atentados la llamada ni de los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ni de ninguna administración.
"Nadie se puso en contacto conmigo, ni siquiera para decirme que tenía que denunciar que mi hijo había muerto en el atentado", asegura Javier Martínez, padre de Xavi, el niño de 3 años que murió en Las Ramblas. El relato de este padre es de los más duros de 800 metros. No sólo por lo que supone la muerte de un hijo, de un niño de 3 años, sino por la manera en el que él mismo lo relata. Es imposible no ponerse por unos segundos en la piel de este padre. Él cuenta como su mujer y sus dos hijos estaban dando un paseo por Las Ramblas con sus tíos cuando la furgoneta recorrió esos 800 metros. Paco, su tío, y Xavi fueron las últimas víctimas de esos 800 metros.
"Ese día Xavi estaba dando una paseo con su familia, con su tío Paco, con su mujer, Roser, la madre de Xavi y Marina, la hermana de Xavi. Yo estaba trabajando Xavi estaba en el carrito, Paco llevaba el carrito, y en ese momento se separaron unos metros y la furgoneta les embistió a Paco, a Roser y Xavi, que fueron los últimos a los que embistió. Cuando les embistió a ellos saltó el airbag y la furgoneta se quedó parada", cuenta Javier Martínez para después relatar que al llegar al lugar se encontró a su mujer y a su hijo en la puerta de un banco y a los servicios de emergencia intentando salvar la vida de su hijo. Que le recuperaron el pulso tras más de 45 minutos realizándole obras de reanimación, pero que el médico que le atendió ya le avisó de que no sabían si estaba bien, que había pasado mucho tiempo en parada, pero que aún así le llevaban al hospital.
"Yo le había dado un beso cuando se lo llevaron al hospital. Le di un beso y le dije 'ánimo mi tarzanito', pero estaba muy frío. Lo toqué, lo acaricié, le di un beso, pero estaba muy frío. Y me lo dejaron en una camilla, en un box, y me dijeron 'aquí está tu hijo, ha fallecido'". Xavi murió en el hospital.
Las imágenes del atentado de Barcelona se suceden, las imágenes de la furgoneta embistiendo contra todo el que allí estaba, las imágenes de los comercios donde la gente se intentó proteger, las imágenes de la gente huyendo agachada por miedo a que les tirotearan, las imágenes y los testimonios de quienes acogieron en sus establecimientos a los que habían logrado escapar, las imágenes de la familia que se refugió en una tienda de música y a las pocas horas apareció un agente para decirles que su madre y su mujer había muerto. Sonaba Nocturne op.9 No.2 de Chopin.
Y las imágenes de la huida y de todo lo que sucedió en las horas siguientes. Desde la huida de Younes Abouyaaqoub por el mercado de la Boquería hasta el atentado deCambrils donde el mosso al que la prensa llamó el héroe de Cambrills abatió a tiros a tres de los terroristas. La célula había sido completamente desactivada. Años después, con el juicio ya celebrado, con las condenas impuestas a los colaboradores y miembros que sobrevivieron, 800 metros intenta responder a las preguntas que aún hoy, 5 años después, sigue en el aire.
"La gente no se acuerda de las 16 víctimas de los atentados de Barcelona ni de las 192 del 11-M pero sí se acuerdan de los malos", afirma Javier Martínez, el padre de Xavi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario