31 marzo 2022
'800 metros': Descifrar el horror tras los atentados de Barcelona y Cambrils
La serie de Bambú Producciones y Netflix reconstruye con precisión lo ocurrido aquellos días de agosto de 2017
Está firmada por Elías León Siminiani y Ramón Campos a partir de la investigación de Nacho Carretero, Anna Teixidor y Jesús García
El 11-S, el 11-M, el accidente de Spanair. Quizás un día recordemos dónde estábamos el día que Rusia invadió Ucrania, pero lo que sí es seguro que muchos saben dónde se encontraban y qué hacían cuando los aviones impactaron contra las Torres Gemelas, explotaron los trenes en Madrid o se estrelló el avión en Barajas.
Hace unos años los españoles añadimos a ese listado una tragedia más, cuando una furgoneta invadió Las Ramblas de Barcelona a toda velocidad, atropellando a todos cuantos encontró a su paso (y buscó para maximizar el daño). Fue una tarde de agosto, poco antes de las 17:00, y aquellos con seres queridos en Barcelona cogieron enseguida el teléfono para formular, ya fuese por vía oral o escrita, un simple "¿estás bien?".
Younes Abouyaaqoub recorrió en apenas unos minutos 800 metros del céntrico paseo barcelonés, dejando a su paso a más de una decena de fallecidos (entre ellos dos niños de corta edad), más de un centenar de heridos y una multitud de personas asustadas, locales y turistas, que buscaron desesperados refugio en establecimientos y portales cercanos ante el temor de que el vehículo o su conductor llevasen explosivos que incrementaran aún más el horror.
La producción
Esos 800 metros sirven de título a la docuserie de tres episodios de Bambú Producciones y Netflix y que firman Elías León Siminiani y Ramón Campos (El caso Alcàsser y El caso Asunta: Operación Nenúfar) a partir de la exhaustiva investigación periodística de Nacho Carretero, Anna Teixidor (autora del libro Los silencios del 17-A: La investigación sobre los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils) y Jesús García, tres expertos en el suceso que han analizado durante años lo acontecido en Las Ramblas y unas horas después en Cambrils.
Una obra sobria que reconstruye con precisión lo ocurrido aquellos días pero cuya narración arranca mucho antes, para tratar de comprender cómo un grupo de jóvenes aparentemente integrados en su comunidad, en la sociedad, se radicalizaron en muy poco tiempo y conformaron una célula terrorista dispuesta a morir matando, como así ocurrió.
La serie es el resultado de más de un año de trabajo en el que se han filmado unas 200 horas con más de 80 entrevistas a investigadores, expertos en yihadismo, víctimas (y sus familiares) y el propio entorno de los terroristas y que incluye extractos del juicio con testimonios tan desgarradores como el del mosso que abatió a cuatro de los terroristas de Cambrils.
La estructura
Grosso modo, los tres capítulos de 800 metros se centran, respectivamente, en la previa de los atentados (cómo se formó la célula, cómo era la vida cotidiana de los terroristas antes de su contacto con el imán de Ripoll y la explosión de Alcanar) el ataque en Las Ramblas y lo ocurrido en Cambrils.
Pero la cronología de los acontecimientos se va entrelazando con testimonios, material de la investigación y fragmentos del juicio, entre otros contenidos, para tratar de poner orden en el caos que queda tras una tragedia de este calibre y sobre todo para buscar respuestas a las preguntas (tal vez la única importante sea ¿por qué?) que no solamente el equipo de la serie sino todos los ciudadanos nos hicimos tras los ataques. Y, de paso, también ofrecer claves, pistas, indicios que podrían servir para identificar a otros potenciales terroristas en proceso de radicalización.
Los hechos
En mayor o menor medida muchos recordarán lo que ocurrió aquellos días de agosto; probablemente no los nombres de los responsables y el detalle de lo acontecido, pero sí que hubo un imán que se rodeó de unos jóvenes, aparentemente integrados en España, con los que planeó atentar en la Sagrada Familia o el Camp Nou, entre otros objetivos. Que una explosión en una casa de Alcanar, en la que murió ese individuo, frustró ese plan y por eso uno de esos jóvenes se lanzó con una furgoneta alquilada sobre los paseantes de Las Ramblas; que ese conductor huyó, asesinó a otro joven para robarle el coche y que estuvo en busca y captura durante días. Que unas horas después de lo de Las Ramblas cinco jóvenes más se fueron en otro coche hasta Cambrils, con la intención de perpetrar otro ataque, y fueron abatidos por los Mossos d'Esquadra.
Todo eso está en 800 metros, y aun siendo apasionante y trepidante la narración (trufada con declaraciones, por ejemplo, de los agentes que participaron en la investigación y que, en alguno de los casos, resultaron heridos), no es esa, a nuestro juicio, la mejor baza (o al menos no la única) de esta producción.
Las víctimas
Lo mejor no son las imágenes, muchas de ellas inéditas (sigue estremeciendo el metraje del recorrido de la furgoneta), sino asistir al testimonio de personas que estuvieron allí, a las que rozó la muerte o que asistieron a la pérdida de, por ejemplo, un hijo pequeño. Personas que, cuando las cámaras se fueron y las flores depositadas en Las Ramblas se marchitaron, tuvieron que seguir lidiando con el dolor, el trauma, el miedo.
Ese apartado se ve aquí además complementado con otra historia, la de la Unidad de Atención y Valoración a Afectados por Terrorismo (UAVAT), que ayudó a tantas víctimas a lidiar con todo ello pero también a reivindicar sus derechos ante unas administraciones que con frecuencia se quedan cortas en el amparo a quienes sufren la violencia terrorista. Porque tras un atentado queda mucho más que secuelas físicas o la pérdida directa, como así se vio en la sentencia de los ataques, que amplió de 108 a 345 el número de víctimas.
El duelo ilegítimo
El otro núcleo temático destacado de esta serie es la génesis de la célula terrorista, ese retrato de los jóvenes que la integraban (y del propio imán de Ripoll, Adbelbaki Es Satty) a través de vecinos, conocidos, compañeros de trabajo y amigos que todavía hoy no terminan de entender qué pasó con esas personas que apreciaban y a las que creían conocer.
Ahí radica, según explicaron Elías León Siminiani y Ramón Campos durante la presentación de la serie en el pasado Festival de Málaga, uno de los motivos que les llevaron a acercarse a esta historia, a unos individuos que no encajan en el estereotipo de terrorista como alguien marginal, excluido, un lobo solitario, en definitiva, que se autoradicaliza viendo vídeos en internet.
Los terroristas de Barcelona y Cambrils eran jóvenes con trabajo, estudios, con un futuro por delante, con familia y amigos que a la incredulidad por los sucesos añadieron lo que los responsables de la serie llaman "duelo ilegítimo": estar triste por la muerte de alguien que ha perpetrado esa atrocidad, estar enfadado por lo que tu amigo o familiar ha hecho, sentirte culpable por todos esos sentimientos y por no haber detectado lo que estaba a punto de pasar.
¿A quién culpar?
800 metros refleja también cómo en los primeros momentos tras los ataques muchos señalaron como responsable de lo ocurrido al imán, que había manipulado a los componentes de la célula, pero con el paso del tiempo y la publicación del sumario salieron a la luz vídeos de los terroristas preparándose para los ataques que demostraban su pleno convencimiento de lo que estaban a punto de hacer y que, pese a lo que se pensaba, no se reconocían como miembros de la sociedad catalana y española, sino tan solo como yihadistas que querían acabar con esa comunidad a la que pertenecían.
Esa revelación, como plasma a la perfección el documental, causó una fractura social en Ripoll, en Alcanar, en Cambrils. Despertó no pocos ataques islamófobos y el miedo a que ese vecino, compañero de trabajo o amigo estuviese preparando también un atentado. Y aunque miles de personas salieron entonces a la calle para gritar "No tenemos miedo", lo cierto es que muchas de esas heridas siguen todavía hoy abiertas. Quién sabe si algún día se llegarán a cerrar.
Opinión:
Pues sí, es cierto. Gracias a la labor conjunta de la UAVAT y de los compañeros de la Asociación “11-M Afectados por Terrorismo”, han sido muchas las personas que han sido reconocidas como víctimas en la sentencia… personas a las que desde la administración competente en materia de asistencia a víctimas del terrorismo se les denegó ese mismo reconocimiento.
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