11 abril 2016
La misión de Ignacio
Cosidó: evitar otro Bruselas
"El PP está
obligado a liderar la regeneración política y social: absoluta intolerancia con
toda corrupción"
"Me habría
gustado ser diputado, pero en plena amenaza terrorista mi responsabilidad era
mantenerme"
"Destacaría la
cooperación de Marruecos en la lucha contra el yihadismo. Nueve de cada diez
detenidos son de origen marroquí"
El jefe de la
Policía , Ignacio Cosidó, rompe su silencio en plena psicosis
yihadista: "Tenemos la suerte de contar con una comunidad musulmana menos
radicalizada que en otros países"
Hay
políticos que hacen y políticos que dicen. Aunque licenciado en Ciencias Políticas
y doctor en Historia, Ignacio Cosidó (Salamanca, 1965) es de los primeros.
Lo prueba no sólo que esta sea la primera entrevista que concede a la prensa
nacional en esta legislatura, sino su forma de enfrentarse a ella. Responde a
las preguntas como quien emite informes: de forma rápida, eficiente, sin
adornos, y el
periodista casi se conmueve al encontrarse en tiempos de telecracia con un
político reacio a teorizar sobre la Segunda Transición.
Sus respuestas prudentes no esconden un legítimo deseo de reivindicación en la
hora del balance, ni tampoco un vago desdén por la dimensión discursiva
-inoperante- de la política.
¿Está España
preparada para que no pase aquí lo que ha pasado en Bruselas?
Apple se resiste a
ceder información privada de sus clientes al FBI incluso en casos de
investigación por terrorismo. ¿Tendremos que aceptar finalmente que se cedan
nuestros datos?
Yo no soy nada partidario de medidas excepcionales que
recorten los derechos que nos definen como sociedades libres. Pero el derecho a
la vida y a la seguridad también hay que preservarlo como bien fundamental.
Pasar un filtro en un aeropuerto supone una incomodidad para el ciudadano, pero
es una incomodidad necesaria si queremos garantizar su seguridad en el vuelo.
Nuestra policía es muy respetuosa en el manejo de la información de los
ciudadanos: pueden confiar en que se va a utilizar única y exclusivamente para
garantizar su libertad y su seguridad.
Si la yihad es
global, ¿por qué seguimos levantando fronteras entre las distintas
inteligencias nacionales?
No hay otra posibilidad de éxito contra la yihad que una
cooperación internacional más intensa. La
UE es un espacio privilegiado para desarrollar esa
cooperación interestatal: el sistema de información de Schengen, la orden de
detención y entrega, los equipos conjuntos de investigación, agencias como
Europol o Eurojust, el PNR (Passenger Name Record, Registro de Nombre de
Pasajero), que va a ser una herramienta muy eficaz para detectar los
movimientos de posibles terroristas... Tenemos un mecanismo de cooperación
multilateral que no existe en otro lugar. El reto ahora es utilizarlo más y
potenciar el intercambio de información no tanto en cantidad como en rapidez y
calidad. En el caso de España, yo destacaría el grado de cooperación que hemos
alcanzado con Marruecos en la lucha antiyihadista, solo comparable al alcanzado
con Francia en la lucha contra ETA. Nueve de cada diez detenidos por yihadismo
en España son de origen marroquí.
En España hay dos
focos potenciales de yihadismo: Ceuta y Barcelona. ¿Cómo está la situación allí
era mismo? ¿Se están formando Molenbeeks allí?
Con carácter general, España tiene la suerte de contar con
una comunidad musulmana con unos niveles de radicalización menores que los de
otros países de Europa. Es verdad también que España tiene una inmigración de
primera generación, y hemos observado que la radicalización se produce más en
segundas y terceras generaciones. Es verdad que Ceuta y Melilla están muy cerca
de lugares que generan inseguridad como Libia. Y hay una mayor concentración de
operaciones antiyihadistas en Cataluña. Pero no podemos singularizar así esta
amenaza, ni en el territorio español ni en el europeo. Los terroristas golpean
donde pueden y creen que van a hacer más daño.
¿Le preocupa a usted
que la deriva independentista pueda torpedear la colaboración con los Mossos
allí?
La colaboración con la policía autonómica catalana ha sido
buena, especialmente en la lucha contra el crimen organizado. La situación
política de Cataluña no favorece en estos momentos esa colaboración. Pero el
terrorismo es un ámbito especial en el que la responsabilidad corresponde a
Policía, Guardia Civil y CNI, sin menoscabo de la colaboración con fuerzas
autonómicas.
¿Por qué la 'Ley
Mordaza' ha resultado tan polémica? PSOE, Ciudadanos y Podemos apuestan en
estos momentos por derogarla...
Las leyes de seguridad ciudadana siempre son complejas. La
anterior ley, a la que la nuestra sustituye, también generó controversia, e
incluso recursos al Constitucional. El objetivo de la ley era doble: primero,
tipificar como sanciones administrativas las faltas que habían dejado de serlo
en el Código Penal; y en segundo lugar, había que recoger nuevas tipologías
delictivas, desde el uso de láser para deslumbrar a conductores o pilotos hasta
el ejercicio de la prostitución en zonas con gran afluencia de niños. Eran
demandas de la propia sociedad, asociaciones de vecinos o colectivos de
conductores. Como resultado de la aplicación de esta ley, el número de
identificaciones policiales ha disminuido un 30%. Así que esta ley no ha
supuesto ninguna merma de las libertades de los ciudadanos. Más bien al
contrario: ha crecido el garantismo.
ETA acaba de
reaparecer con un comunicado que, más allá de su infame contenido, prueba que
ahí sigue.
En lo que llevamos de legislatura, se ha detenido a 95
etarras. Le puedo garantizar que la
Policía sigue trabajando todos los días con un único
objetivo: la total disolución de ETA.
Recibieron muchas
críticas por las excarcelaciones de Bolinaga y Otegi.
Siempre he sido partidario de aplicar con el máximo rigor
nuestra legislación a los que hayan participado en atentados. Yo tuve la
oportunidad de bajar al zulo de Ortega Lara a los pocos días de haber sido
liberado, y después de esa experiencia comprenderá mi posición de contundencia
en este tema. Sin el más mínimo ánimo de venganza, porque esa es la grandeza de
la democracia y, sobre todo, de las víctimas. Un colectivo admirable por su fe
en la justicia. En lo que se refiera a lucha antiterrorista, creo que podemos
ofrecer un balance muy positivo en esta legislatura.
El fenómeno de las
bandas latinas al parecer se encuentra en auge...
Nos preocupa. Son bandas violentas, y un gran número de sus
miembros está vinculado a actividades delictivas. Hemos hecho un trabajo
intenso de desarticulación: solo en 2015 hemos detenido a más de 300
integrantes de bandas latinas, cuyo número va a la baja.
¿Cómo es su relación
con el ministro Fernández Díez?
Pregunta difícil... ¡valorar a tu jefe! Yo siempre he
tenido admiración por todos los ministros del Interior de nuestra democracia,
porque es una cartera de una especial dificultad. Pero para Jorge Fernández
Díaz no puedo tener más que palabras de agradecimiento: fue el que me propuso
para dirigir la
Policía Nacional , que ha sido el mayor orgullo que he tenido
nunca en mi carrera.
¿Le hubiera gustado
ser diputado?
Siempre he tenido una vocación política muy marcada. Milité
desde los 18 años en las Juventudes Liberales. No le niego que me hubiera
gustado estar en esas listas. Pero creo que por un sentido de la
responsabilidad, en mitad de una amenaza terrorista tras los atentados de París
y la crisis de los refugiados, pensé que mi obligación era la de mantenerme en
esta responsabilidad.
¿Qué le pediría usted
al jefe de su partido, a Mariano Rajoy, para que desbloqueara esta situación?
Es una situación inédita en nuestra democracia ya no tan
joven. Los ciudadanos nos dieron un mandato de regeneración de la vida
política. El protagonismo lo tienen los partidos. El PP fue el más votado, y
tiene dos grandes deberes: gobernar con el acuerdo de otras formaciones y
recuperar la confianza y la ilusión de todos aquellos que nos votaron en el
pasado, que dejaron de hacerlo en diciembre y que podrían volver a hacerlo en
unas próximas elecciones. El PP está obligado a liderar un proceso de
regeneración política en nuestro país. Si lo hacemos, traeremos de vuelta a los
desencantados. Y hablo de regeneración política y social: absoluta intolerancia
con cualquier forma de corrupción, incluyendo al que defrauda a la Seguridad Social
o a Hacienda. Afecta a todos, pero a los partidos en primer lugar.
¿Le preocupa la
posibilidad de la llegada del populismo al poder?
El neobolchevismo que representa Podemos constituye una
amenaza para nuestro sistema constitucional de libertades. Es un riesgo para la
democracia.
¿Más o menos factible
que la ruptura territorial en Cataluña?
Creo que no tiene ninguna posibilidad de éxito. Creo
firmemente en la fortaleza de nuestro Estado y de sus instituciones. Y en el
sentido común de una gran mayoría de los catalanes y de todos los españoles
para plantear proyecto común de unidad que genere ilusión.
La gestión de los
refugiados depende de Interior. Pero parece que han llegado muchos menos de los
que nos comprometimos a acoger...
Creo que, sinceramente, España ha sido un modelo de cómo
gestionar la crisis migratoria. Si miramos las cifras de inmigrantes y de
refugiados que ha entrado por los Balcanes o por el Mediterráneo central, en
España hemos tenido un éxito notable, basado en tres principios: un control
efectivo de nuestras fronteras, que es un requisito imprescindible para poder
tener un país seguro; una colaboración muy activa con los países de origen y de
tránsito; y una gestión eficaz de la figura del asilo, para que las personas
que huyen de una guerra o del terrorismo puedan tener el grado de protección
que merecen y a las que tenemos la obligación moral de acoger.
¿Qué retos ha superado y cuáles tiene por delante la policía española?
Me siento orgulloso de la transformación tecnológica y
social del modelo policial: el éxito en redes sociales, el patrullaje
inteligente, la innovación en los servicios de participación ciudadana o los
convenios firmados para proteger a colectivos más vulnerables como
discapacitados o víctimas de trata. Los delitos violentos han descendido un 30%
mientras que los cibernéticos han crecido un 50%: hay que adaptarse a eso. Nos
preocupa mucho también que los robos con violencia hayan bajado un 30% mientras
que los casos de violencia contra la mujer han repuntado levemente. Por eso
pusimos en marcha la
Unidad Familia y Mujer, orientada a la violencia en el hogar.
También puedo decir que en 2012 tenía una oferta de empleo público de 300 y
pico policías y este año será de 2.600.
La peor y la mejor
noticia que ha recibido en el cargo.
La peor, la muerte de Gaby y Jorge en el atentado de la
embajada en Kabul. La mejor operación... Quizá la detención del pederasta de
Ciudad Lineal. Era una pesadilla.
Opinión:
Dice el Señor Cosidó que “tenemos la suerte de contar con
una comunidad musulmana menos radicalizada que en otros países"… bueno,
pues muy bien. Es la segunda persona de España con más información sobre el
tema y, por lo tanto, supongo que lo que dice es cierto.
Pero resulta que en una entrevista en el diario El País del
pasado mes de noviembre dice que “La amenaza es terrorista, global, fanática e indiscriminada” y que “debe
aumentar la lucha contra el ISIS en Internet”.
Sinceramente, me parece que se contradice.
Adjunto el link de la entrevista de noviembre de 2015. Recomiendo
su lectura.
http://politica.elpais.com/politica/2015/11/20/actualidad/1448026977_333863.html
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