jueves, 14 de abril de 2016

13 abril 2016 (3) Aportación de Eulogio Paz

13 abril 2016 



El 11-M y la ultraderecha española

Hipocresía es la palabra que a mi juicio mejor define las opiniones de algunos comparando la reacción de los estadounidenses, ingleses y franceses en los atentados yihadistas del 11-S, 7-J y 13-N respectivamente, en contraposición con la actitud de los españoles en los atentados yihadistas del 11-M. Las opiniones recurrentes a la que me refiero son las que resaltan "la envidiada unidad y apoyo que, tras los atentados sufridos en sus países, estadounidenses, ingleses y franceses mostraron con sus respectivos gobiernos  frente a la división surgida entre los españoles a raíz de los atentados yihadistas del 11-M". Estos opinadores olvidan que los gobiernos estadounidenses, ingleses y franceses  no mintieron desde el primer momento respecto a la autoría yihadista de los atentados, lo que les valió el apoyo de sus ciudadanos. Todo lo contrario que hizo el Gobierno de José María Aznar del Partido Popular, mintiendo de forma contumaz desde el primer momento sobre la autoría de los atentados del 11-M y fracturando a la sociedad.

Nada dicen estos opinadores de las críticas que ha recibido el Gobierno belga tras los atentados de Bruselas, así como de las divisiones surgidas. Nada dicen tampoco de los belgas de ultraderecha que reaccionaron entonando varios eslóganes contra los islamistas. 

Una reacción que también se ha producido por parte de algún grupo de la ultraderecha española, que atacó la mezquita de la M-30 de Madrid colgando una pancarta con el texto "HOY BRUSELAS, ¿MAÑANA MADRID?". El texto de la pancarta ilustra claramente lo sucedido con la ultraderecha española a raíz del 11-M. ¿Cómo tienen la osadía de decir "HOY BRUSELAS, ¿MAÑANA MADRID?", si Madrid fue mucho antes que Bruselas? ¿A quién intentan engañar?, ¿a quién quieren confundir? En mi opinión, lo dicen porque tras los atentados del 11-M la ultraderecha española se posicionó del lado de la conspiranoia política y mediática con sus "pobres moritos de Lavapiés", negando la autoría del terrorismo islamista en el 11-M. Rehén de la cambiante teoría de la conspiración del 11-M, la ultraderecha española ha quedado desnortada y sin discurso respecto al 11-M y al terrorismo islamista. 

Salvando las distancias hay, en mi opinión, una sutil consonancia entre el texto de la citada pancarta y la pregunta que el periodista de El Mundo, Jorge Bustos, le hace en una reciente entrevista al Director General de la Policía, Ignacio Cosidó.

Le pregunta: ¿Está España preparada para que no pase aquí lo que ha pasado en Bruselas? Pero por favor, Sr. Bustos, seamos serios, pregunte otra cosa o formule la pregunta de otra manera, ¿es que Vd. no se ha enterado aún que lo que ha pasado en Bruselas ya pasó en Madrid? Y además se lo pregunta ni más ni menos que a Ignacio Cosidó Gutiérrez, Director General de la Policía desde el 30 de diciembre de 2011, que cuando era diputado del Partido Popular en la oposición, en el encuentro digital en 20minutos el 22 de marzo de 2011, ante la pregunta que le hicieron "Si el PP gana, ¿se investigará el 11-M?, respondió: “El compromiso con la verdad en el 11M corresponde a los policías, a los jueces, a los políticos y a los ciudadanos. Creo que sabemos una parte de la verdad, pero no toda la verdad. Nuestro compromiso con las víctimas es seguir trabajando para que podamos conocer toda la verdad”.

 El Sr. Cosidó lleva casi cinco años en el cargo. Es una lástima que no haya aprovechado la citada entrevista para (previa pregunta de Jorge Bustos, claro) contarnos todo lo que ha trabajado para conocer "toda la verdad" y cuál ha sido esa "toda la verdad" que ha conocido. Tiempo ha tenido.

Opinión:

Cuando leía el artículo de Eulogio me iba dando cuenta de que, sin haberlo hablado antes, pensamos exactamente lo mismo.

Una nueva muestra de que hay víctimas que pensamos por libre y no nos importa lo más mínimo lo que vayan diciendo por ahí los supuestos representantes del colectivo, esos que se dedican más a entorpecer que no a trabajar.

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