26 octubre 2013
roberto manrique Víctima del atentado de hipercor
"Dolerá ver a Ernaga en la calle pero hay que acatar la sentencia"
Desde que padeció la violencia de ETA en sus propias carnes, Roberto Manrique suma un cuarto de siglo embarcado en la defensa de los derechos de las víctimas del terrorismo. Tras la sentencia de Estrasburgo pensó que debería enfrentarse al amargo episodio de ver a una de las autoras del atentado de Hipercor en calle. Finalmente, será dentro de un año cuando le toque vivir esta experiencia.
No podemos olvidar que es un tema legal y que hay que aceptar la sentencia, aunque moralmente sea doloroso ver a Ernaga en la calle. La justicia dice una cosa y lo que no podemos hacer es aceptar una sentencia cuando nos favorece y no hacerlo si nos molesta. No está bien cambiar las reglas del partido en el descanso.
¿Entiende que haya víctimas que no lo vean así?
Las voces que se están oyendo son voces de víctimas, no cabe duda, pero no son todas las víctimas que existen en este país. El principal problema que aquí ha existido, en mi opinión, ha sido el total y absoluto abandono de las víctimas por parte de las asociaciones y de las instituciones.
El atentado de Hipercor, donde murieron 21 personas y hubo 45 heridos, es uno de los que más recordados. ¿La excarcelación de sus autores conlleva cierta carga simbólica?
Puede ser, pero le voy a decir una cosa. La infinita mayoría de las víctimas de Hipercor entienden lo que está pasando porque se ha hecho una muy buena labor pedagógica. Saldrán dos o tres personas que hablarán del dolor de las víctimas, dos o tres personas que curaron sus secuelas del atentado en un par de días y que el respeto que me merecen es cero. ¿De qué dolor me está hablando usted que no ha pisado un hospital ni un cementerio? Esas personas no me representan. El resto comprende lo que está pasando porque la antigua AVT hizo una gran labor pedagógica.
¿Considera que fue un error no modificar antes el Código Penal?
Lo que poca gente sabe es que la modificación del Código Penal de 1995 se hizo gracias al trabajo de cinco víctimas de la antigua AVT que nos pateamos España recogiendo firmas. Lo conseguimos sin montar pancartas ni manifestaciones, simplemente haciendo una campaña de recogida de firmas. Ojalá se hubiera cambiado antes, ojalá se hubiera cambiado en el 77 con la instauración de la democracia, pero es muy cómodo decirlo ahora, a toro pasado.
¿Cuántas firmas lograron?
Un total de 1,1 millones. Y lo hicimos explicando a cada ciudadano que la iniciativa perseguía que los terroristas cumplieran 30 años en la cárcel. La gente no lo entendía porque lo que se oía eran los más de 500 años de cada condena.
Opinión:
Como siempre, Alberto Abaitua consulta la información en diferentes fuentes y para mi es un honor que considere que mi opinión debe ser escuchada, aunque por el tiempo que hace que nos conocemos el sabe perfectamente que no es realmente mi opinión sino la
de muchísimas víctimas con las que inicié contactos hace 26 años.
Escribo estas opinión recién llgado de un programa de televisión y porque once ciudadanos (víctimas y no víctimas) residentes en Euskadi han contactado conmigo haciéndome llegar su respaldo y cuatro de ellas también la entrevista publicada ayer sábado.
A todas ellas y también a Alberto, gracias.
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