miércoles, 18 de diciembre de 2013

17 diciembre 2013 El Mundo del Siglo XXI (opinion)


17 diciembre 2013




Rechazado como víctima el 'consejero' de la AVT
Miguel Folguera está siendo juzgado por su presunta implicación en el tráfico de armas
Está acusado de un delito de depósito de armas y munición
El fiscal pide para él tres años y medio de cárcel




El Ministerio del Interior le ha dicho que no: ni medalla ni ayuda económica. El departamento de la seguridad del Estado ha denegado la solicitud que había formalizado el aún consejero de la Asociación de Víctimas del Terrorismo Miguel Folguera, quien además está siendo juzgado por su presunta implicación en una trama de tráfico de armas. De hecho, el fiscal pide para él tres años y medio de cárcel, acusado de un delito de depósito de armas y munición.

Según explicaron a EL MUNDO fuentes relacionadas con el expediente administrativo de Folguera, este guardia civil solicitó a finales de 2011, ante la Dirección General de Apoyo a Víctimas del Terrorismo, la condecoración de Encomienda como víctima y una ayuda pública para sufragar un tratamiento psicológico.

Folguera sostenía que sufría secuelas tras el atentado perpetrado por ETA el 17 de mayo de 1987 frente a la Dirección General de la Guardia Civil, 15 años atrás.
El Ministerio inició la tramitación de un expediente y solicitó informes a la entonces Dirección General de la Policía y la Guardia Civil para acreditar la presencia de Folguera en la zona del atentado etarra.

Pero los informes remitidos indicaron que no había constancia documental de que estuviera allí aquel día y en aquella hora, cuando ETA activó un coche bomba que acabó con la vida de Carmen Pascual. Pero además, los responsables de la indagatoria tampoco pudieron constatar que en aquellas fechas estuvieran en la zona del atentado los tres testigos que Folguera aportó para apoyar su versión, según la propia Secretaría de Estado de Seguridad.

Imputación por tráfico de armas

El informe clínico que el propio Folguera aporta, elaborado por la AVT y a su requerimiento, indica que está inmerso en un procedimiento judicial. Inmediatamente, Interior solicitó informes para conocer el alcance de la investigación contra Folguera. La Guardia Civil informó de que este agente estaba imputado en un procedimiento y que iba a ser enjuiciado por un presunto delito de depósito de armas y de municiones.

La Subdirección General de Ayuda a las Víctimas del Terrorismo pidió información al juzgado para conocer en qué fase estaba el procedimiento. Le explicaron que ya se encontraba en poder de la Audiencia Provincial. El 20 de marzo de 2012 Interior notificó a Folguera que se iba a informar en contra de sus peticiones, porque no había manera de demostrar que estaba el día del atentado en aquella zona. El aún consejero de la AVT inició un proceso de reclamaciones y de recursos que alargó el procedimiento, tratando de ganar la batalla y de alcanzar sus objetivos. La Administración también siguió su camino y pidió más informes, incluidos los del Ministerio de Defensa. Y gracias a ellos se pudo averiguar que, pese a que el atentado se había cometido en 1987, hasta 2004 no hubo constancia de que Miguel Folguera recibiera tratamiento psicológico. Casualmente, la fecha coincide con una compleja situación familiar, sobre todo, pero también con la imputación en la causa por tráfico de armas.

Folguera llegó incluso a la Audiencia Nacional para pelear su condición de víctima. El pasado enero, la Audiencia informó a Interior de que no hay ninguna mención a Folguera en sentencia alguna vinculada a aquellos hechos.

Y debido a todos estos argumentos, el Ministerio del Interior, en resolución del pasado mes de septiembre, volvió a desestimar las dos peticiones de Folguera.

Opinión:

Llevo muchos años diciendo que el día que se empiece a investigar quien es quien en todo este mundillo habrán muchas sorpresas. De hecho, desde 2002 ya se comentaban ciertas apariciones casi “marianas”, en el sentido de que iba llegando gente que habían iniciado sus trámites como víctimas muchos años después de haber sufrido “el” atentado. Me recuerda algun caso de secuelas psicológicas y de lesiones en un oído aparecidas veinte años después de “el” atentado o el de alguien que apartó al compañero de su hija asesinada para que no recibiera la indemnización... El tener que compartir mi tiempo con gente de esta calaña fue una de las razones por las que decidí cesar en mis reponsabilidades en ciertas asociaciones.
Algunas víctimas comparten mi sorpresa... y nos preguntamos por qué aparecen ahora estas noticias... ¿cual es la razón? ¿intentar el regreso de ciertos personajes?

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