21 mayo 2021
El cariño de las hienas
Cree Otegui que quien no entienda los homenajes a asesinos etarras «tiene un problema».
Yerra, el problema real lo tenemos desde hace años en el cementerio
Como terrorista multirreincidente, es normal que Otegui se alinee con los presos etarras. Al fin y al cabo fue uno de ellos, un hampón más del grupo criminal que durante medio siglose dedicó a matar, secuestrar o extorsionar españoles. Hasta ahí todo normal, la sociedad está acostumbrada a ese discurso laxante con el que vierte a chorro infamias y vilezas con una profusión formidable, lo típico cuando uno tiene una enorme sentina en la cabeza. Lógico es, por tanto, que justifique los llamados ‘ongi etorri’, los actos de homenaje a quienes regresan a su pueblo tras cumplir condena por matar inocentes. Sostiene Otegui, con esa retórica de chapela enroscada que limita el riego al cerebro, que quien no entienda que es lógico alabar y dar cariño a un asesino «tiene un problema». Se equivoca. Puede que nos indigne pero nuestro problema no está en esa ofensa, nuestro problema está en los cementerios donde tantos fueron conducidos por esas hienas a las que el resto de la manada jalea en su regreso al pueblo. Y el siguiente problema, que eso también da pena, es que quien manda pacte con ellos.
Opinión:
Pues habría que explicarle al señor Otegi que hay una solución a todo este problema: que los homenajes los hagan en el interior del domicilio del terrorista. Así todo quedaría en la interioridad familiar o incluso de la cuadrilla de amigos y amigas pero no sería un problema tan grave y doloroso como significa el hacerlo en un lugar público.
Es solo una propuesta.
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