13 enero 2022
Pros y contras
Cloaca contra cloaca. Villarejo, ese megalómano corrupto, sigue repartiendo excrecencias. Ahora ha responsabilizado del 17-A al exdirector del CNI, Sanz Roldán (su gran enemigo), por «calcular mal las cosas para darle un pequeño susto a Catalunya». No aporta ni una prueba. Ni falta que hace. Villarejo sí calcula con precisión. Sabe que la teoría de la conspiración del 17-A es material inflamable en Catalunya. Así lo ha querido cierto sector del independentismo, a pesar de que todas las investigaciones de los Mossos desmontan el bulo macabro. Que la patraña del excomisario excite a los amantes del delirio tiene sentido, que las dos personas con más alto cargo institucional en Catalunya –Laura Borràs y Pere Aragonès– le den pábulo es deprimente. Lúgubre. Lo peor es que ni siquiera parecen creíbles en sus intenciones, más bien delatan una urgencia táctica por bailar al ritmo de Villarejo. Que el vómito del excomisario haya coincidido con la purga en los Mossos da alguna pista. Ya se sabe, aquello de señalar la cloaca ajena para que no se huela la fetidez de la propia. Mientras, se multiplican las desafecciones. A España, al Govern, a la política, a las instituciones… Bastaría con un poco de integridad. n Del creador del Pequeño susto a Catalunya llega, 24 horas después, Se les fue de las manos y La apariencia de que Catalunya necesita la protección del Estado. De hecho, no son episodios de nueva creación, sino remakes de temporadas anteriores, con habituales recurrencias y variaciones. Es lo mismo que dijo, por ejemplo, el capitán de la Guardia Civil Gómez Nieto cuando el coronel Perote, del Cesid, en una conversación privada, le planteó «el tema de Zabalza», la desaparición (todavía por esclarecer) del joven vasco del cuartel de Intxaurrondo. Contestó Gómez Nieto: «Creo que se les ha ido la mano». Es decir, que Zabalza murió en las dependencias policiales durante el interrogatorio. Es un asunto de tener mano en un trabajo que ensucia las manos, por definición, y que, en ocasiones, implica excederse y no controlar las consecuencias del susto, porque las cosas van como van y cuando tienes la mano larga (metafórica o real) las apariencias acaban siendo certezas que te dan asco. El hedor que emite Villarejo es pútrido, pero la embadurnada nos afecta como sociedad. Evocamos fantasmas de manos negras, ocultas y terroríficas; necesitamos manos limpias para hacer frente a la infección.
Opinión:
Coincido plenamente con Emma Riverola en su última frase: “necesitamos manos limpias para hacer frente a la infección”. Dicho de otro modo, se necesita hacer limpieza y la limpieza se hace, primeramente, conociendo el lugar a limpiar. Segundo, localizando la mierda.
Y a alguien que ha trabajado para catorce (¡¡¡ catorce !!!) ministros de Interior diferentes, tanto de PP como de PSOE, se le presupone poseedor de mucha e importante información. Bien, ya sabemos dónde hay que hacer la limpieza.
Ahora solo queda saber donde podemos localizar la mierda. Y esa mierda debe estar en los documentos que el tal Comisario de Policía Villarejo dice que le han arrebatado para pasar a ser secretos. Por tanto, la mierda debe estar en el lugar donde están esos documentos.
Para algunos, todo esto no pasaría por ser más una más que probable venganza del tal Villarejo por deudas pendientes, ya sea con sus superiores o con una enorme lucha de egos. Pero para otros, entre los que me incluyo, es algo más. Si un policía, o incluso un comisario, dice tener pruebas sobre un delito y no las aporta ante un juez ¿está cumpliendo con lo que se espera de su profesión? ¿Pueden obligar a un simple y anónimo ciudadano a colaborar con la justicia o con la policía cuando un comisario no colabora?
Y para unos terceros, entre los que también me incluyo, hay un detalle más. ¿Alguien puede atacar la mayor o menor tranquilidad mental de “las” víctimas del terrorismo presentando toda esa serie de declaraciones y que no pase nada? Los responsables de toda esta historia que permitan que no se investigue todo lo que este individuo ha dicho serán colaboradores necesarios en ese dolor añadido. ¿Tanto costaría aceptar una Comisión de Investigación para aclarar las sospechas?
Tan colaboradores necesarios como lo fue el ¿confidente del CNI? Abdelbakky Es-Satty para que ocurrieran los atentados de agosto de 2017 en Catalunya. Aunque ¿más que colaborador fuera el ideólogo?
Recordemos que la sentencia de los atentados de agosto de 2017 dice, en las páginas 992 y 993 lo siguiente: “LAS VICTIMAS MERECEN EL RECONOCIMIENTO DE DICHA CONDICION QUE CONLLEVA, ADEMAS DEL RESARCIMIENTO ECONOMICO POR VIA ADMINISTRATIVA, EL TODAVIA MAS ESENCIAL DERECHO A LA MEMORIA HISTORICA. TIENEN DERECHO A CONOCER LA VERDAD, POR LO QUE TIENEN LEGITIMACION AUN CUANDO NO EXISTA SANCION PENAL AL HABER QUEDADO EXTINGUIDA LA RESPONSABILIDAD DEL O DE LOS AUTORES DIRECTOS POR SU FALLECIMIENTO”.
Como diría Koeman: es lo que hay.
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