20 enero 2022 Voz de Galicia

 20 enero 2022 

 

Los últimos jefes de Resistencia Galega se enfrentan a 102 años por terrorismo

Antón García Matos, Toninho, y Asunción Losada Camba, considerados los últimos responsables de la organización terrorista Resistencia Galega, afrontan sendas peticiones de 51 años de cárcel. La acusación planteada por la Fiscalía incluye los delitos de tenencia de armas, pertenencia y dirección de organización terrorista y falsedad documental. Los argumentos procesales se conocerán a partir del lunes, en la Audiencia Nacional, coincidiendo con el inicio del juicio que sentará a ambos en el banquillo y se prolongará hasta el jueves. Los acompañarán Miguel García Nogales y Xoán Manuel Sánchez, que se enfrentan a 12 años de prisión cada uno y están procesados por integrar la misma organización terrorista.

Las detenciones de Matos y Losada, en junio del 2019 en Vigo, supusieron el epílogo de la huida protagonizada por ambos dutante 13 años. Primero buscaron refugio en Portugal y no se descarta que viajaran también a Venezuela. Se constató que ocuparon una casa deshabitada en un monte de Fornelos desde el 2017 y solo se dejaban ver para lo indispensable. Las detenciones del Servicio de Información de la Guardia Civil se realizaron en ese contexto: Matos y Losada se citaron en Vigo para mantener una cita con un enlace que tendría que haberles facilitado dinero para sobrevivir escondidos.

El operativo policial se consideró muy relevante por significar, a ojos de la Guardia Civil, el final de Resistencia Galega, que a su vez, y por una sentencia del Tribunal Supremo del 2013, era considerada la última organización terrorista activa en España. Siete días después de los arrestos, en la vivienda okupada de Fornelos, se realizó el registro policial. 17 horas de inspección que empezaron por la toma de muestras biológicas y de ADN. Luego, y en presencia de Matos y Losada, se buscaron pruebas incriminatorias. El balance implicó el decomiso de un fusil de asalto, un revólver, una cartuchera y cientos de archivos y documentos relacionados con la banda armada. También se buscaron, con perros adiestrados, explosivos que pudieran haberse enterrado en el perímetro de la casa, aunque no se halló nada.

Sí se encontró la información necesaria para, cuatro meses después, en octubre del 2019, desmantelar un arsenal en Portugal. Se localizaba en pleno casco urbano de Coímbra e implicó el golpe policial definitivo para Resistencia Galega. Dentro del inmueble se almacenaba material para falsificar documentos oficiales, relojes, cronómetros y teléfonos móviles dispuestos como dispositivos de activación remota. También artefactos pirotécnicos y explosivos improvisados. Ya pesada, la pólvora requisada sumó 30 kilos. Tal cantidad de pólvora y otros elementos para fabricar bombas se relacionan directamente con Antón García Matos. Policialmente está considerado el único integrante del grupo armado con la formación necesaria para su manipulación.

Cargos pendientes

La acusación contra Matos se sustenta en su trayectoria terrorista. Primero como integrante del Exército Guerrilheiro do Povo Galego Ceive, y luego, al frente en Resistencia Galega. Una de las acusaciones que arrastra lo ubica manipulando explosivos en el 2011. Los hechos se remontan al 1 de diciembre: Eduardo Vigo Domínguez y Roberto Rodríguez Fiallega, Teto, entonces dos activistas de Resistencia Galega, fueron detenidos. El primero en un control policial en la AP-9 a la altura de Teo, con tres explosivos en el maletero de su coche, y el segundo por ser quien supuestamente se los había entregado. Lo que no se dijo entonces es que aquellos explosivos traían la firma de Matos en forma de huella dactilar. Una prueba que complica aún más su horizonte procesal.

Matos y Camba, pareja desde hace años, permanecieron en módulos diferentes de la cárcel de Teixeiro desde sus arrestos en el 2019 y, desde entonces, contrajeron matrimonio. Los otros dos encausados, Miguel García Nogales y Xoán Manuel Sánchez, ingresaron en la prisión de A Lama. El lunes serán juzgados en la Audiencia Nacional los cuatro.