sábado, 15 de enero de 2022

15 enero 2022 (2) La Vanguardia

15 enero 2022

 


El Park Güell se blinda contra el vandalismo y el terrorismo

Inversión de 1,1 millones en sistemas de videovigilancia y de bolardos en los accesos para proteger el recinto

 

Uno de los lugares más mundialmente conocidos de Barcelona, imprescindible en cualquier guía turística de la ciudad, el Park Güell, contará con sistemas de protección contra el vandalismo y acciones terroristas. La empresa municipal BSM acaba de licitar las obras para instalar controles de acceso de vehículos y de aforo de visitantes en la zona monumental del recinto ideado por Antoni Gaudí, patrimonio de la humanidad, y de vigilancia en su zona central. La misma actuación salió a concurso el pasado junio, pero un error formal ha obligado a repetir el procedimiento. El valor del contrato es de 1.153.716,98 euros, IVA incluido, y el plazo de ejecución de los trabajos de seis meses. La previsión es que las obras se desarrollen entre el próximo verano y febrero del 2023.

El proyecto, que se ha diseñado teniendo en cuenta el alto valor histórico, patrimonial y natural del Park Güell, además de incrementar la seguridad de los visitantes y dar apoyo a la Guardia Urbana, a los Mossos d’Esquadra y al personal de vigilancia privada, es una herramienta del plan de autoprotección del recinto y de los planes de emergencia municipales.

En nueve accesos del parque se instalarán bolardos de seguridad para evitar la entrada de vehículos incontrolados –en la documentación técnica se dice que principalmente están pensadas para impedir ataques terroristas– equipados con videovigilancia de apoyo a distancia.

Los bolardos se comunicarán con el centro de control ubicado en la carretera del Carmel. Estos elementos se podrán ver con las cámaras de circuito cerrado de televisión (CCTV) de cada entrada. Así, se podrán subir o bajar manualmente con la supervisión de los vigilantes del centro de control. Su misión es controlar los posibles actos vandálicos o terroristas y dar acceso a los vehículos autorizados.

Además se colocarán cámaras de CCTV que permitirán ver las áreas del dragón y la sala hipóstila, con visión tanto diurna como nocturna. Su ubicación se ha elegido teniendo en cuenta el equilibrio entre el valor patrimonial, la seguridad y, por encima de todo, por ser la solución menos invasiva para el ciudadano. La gran extensión de la zona patrimonial, 12 hectáreas, imposibilita que pueda controlarse en su totalidad con videovigilancia ya que atentaría excesivamente contra el derecho a la intimidad, reconoce el proyecto. Por otra parte, añade, los recursos humanos que serían necesarios para supervisar el sistema elevarían mucho su coste económico.

Las visualizaciones en tiempo real se podrán efectuar desde el centro de control de la carretera del Carmel, la Caseta del Jardiner, la Casa Jaqués y también desde el centro de BSM de la calle Calàbria, así como desde la sala de la Guardia Urbana.

En los nueve accesos también se colocarán cámaras térmicas para contar el número de visitantes del recinto. Actualmente se controlan mediante la venta de entradas de la zona patrimonial.

Los trabajos obligarán a excavar rasas para la colocación de los cables y arquetas de las nuevas instalaciones de fibra óptica y de electricidad, ejecutar la cimentación superficial necesaria para los nuevos báculos, interfonos y bolardos y, finalmente, pavimentar con sablón, hormigón o panot , según las zonas.

 

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