16 noviembre 2015
Del 11-S al 13-N
Atentados como los del viernes en París ponen en
evidencia las graves limitaciones de los medios españoles para informar de los
desafíos internacionales en tiempos de crisis.
La reducción de plantillas, con el despido o la
prejubilación de muchos de los más veteranos, y la proliferación de digitales y
de cadenas sin secciones de internacional han empeorado una
situación que siempre ha sido mala.
La mayor parte de los nuevos digitales, incluidos
los mejor dotados, carece de especialistas en terrorismo internacional
-redactores que sigan día a día la información sobre esa actividad criminal-
para poder reaccionar adecuadamente a crisis como la del fin de semana en
París.
Lo más habitual es que el terrorismo internacional
lo cubran los corresponsales o los mismos redactores encargados de la
información sobre seguridad nacional y política interior, un inmenso pozo donde
difícilmente queda espacio para seguir de cerca lo que hacen movimientos como Daesh, la vieja y
la nueva Al Qaeda,
y sus sucursales.
La desnudez del rey se cubre mejor o peor con el
fácil recurso al tertuliano
todoterreno y al experto de centros de
investigación, los llamados think tanks, que han proliferado como setas y que rara
vez exigen compensación económica por el valioso servicio que prestan a los
medios.
No es que los medios tradicionales más poderosos
estén mucho mejor. No lo estaban el 11-S, no lo estaban el 11-M y siguen sin
estarlo. Los principales periódicos -El
País, EL MUNDO, Abc o La
Vanguardia- contaban con uno o dos especialistas
en terrorismo (más bien en ETA) y daban por hecho que también debían saber
sobre terrorismo de origen islamista.
"¿Quién crees que ha sido?", preguntaba en
TVE el director de informativos, Alfredo Urdaci, a
un periodista y profesor de relaciones internacionales pocos minutos después de
que el primer avión se estrellara contra las Torres Gemelas el 11-S. "Sólo
hay dos actores que tengan motivos y medios para hacerlo", le respondió el
redactor-profesor. "Sadam Husein y Osama bin Laden".
¿Por qué lo dices?, insistió. "Porque he leído
todo el expediente del juicio contra los que intentaron derribar el World Trade Center desde abajo en 1993, que ha publicado The
New York Times durante
años, y hay muchos testimonios que indican que lo volverían a intentar igual o
de otra manera", respondió el redactor.
Nunca los medios han contado con tantos centros de
análisis como hoy en España, pero sustituir al periodista especializado por investigadores, profesores o
filósofos no es el ideal de una buena información.
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