10 febrero 2020
Declaración del
Parlament por la paz en Euskadi y el acercamiento de reos de ETA
En plena resaca de la Declaración de Independencia en Catalunya de hace
dos años, en las postrimerías de 2017, los parlamentos vasco y catalán
empezaron a trabajar en un proyecto compartido en defensa de la paz en el País
Vasco. Este lunes por la tarde la iniciativa ha visto
finalmente la luz, en un acto solemne con los presidentes de las dos
instituciones, que se ha traducido en una declaración en memoria a todas las
víctimas, "con la mirada puesta al futuro, alejada de actitudes vengativas",
como es, dicen, la política de dispersión de presos de ETA.
La
casualidad ha querido que el acto haya coincidido con el día que Euskadi
acapara la mayoría de cabeceras, con el anuncio por parte del Lehendakari de
elecciones autonómicas para el próximo 5 de abril. La declaración -suscrita por
JxCat, ERC, PSC, comunes y la CUP
y de la cual se han desmarcado el PP y Cs- se arraiga en los vínculos
históricos que unen Catalunya y el País Vasco y pone el énfasis en la
necesidad de "verdad, justicia y reparación de todas las víctimas del
terrorismo", es decir, incluidas las del GAL. Para avanzar en la
reconciliación, invita a los presos a reconocer el daño causado"
y a "profundizar en el reconocimiento mutuo entre las diferentes víctimas
del conflicto". En la clausura de los discursos, Roger Torrent ha llamado
a "no hacer distinción entre las víctimas", porque "todas ellas
son personas que merecen ser atendidas mejor de lo que se ha hecho".
Asimismo,
el texto señala la necesidad de promover "la aplicación de una política
penitenciaria de acercamiento a prisiones próximas a los lugares de origen
de los presos y de residencia de sus familiares y gente próxima, que ofrezca un
trato humanitario a los presos que sufren enfermedades, tal como establecen la
legislación europea y los estándares de derechos humanos". En palabras del
presidente del Parlament catalán, "mantener alejados a los presos, en
estos momentos, en esta nueva etapa, sólo se puede entender como una medida de
venganza, que no sólo castiga a las personas condenadas, sino también y sobre
todo, castiga sus familias y su entorno"
En
abril de 2017, mientras Catalunya se adentraba en la fase final del camino cabe
al 1-O, ETA anunció su desarme. Un año después, la banda se disolvió
definitivamente.
Las víctimas, ofendidas
Durante
el acto celebrado en el despacho de audiencias del Parlament de Catalunya
ha tomado la palabra la hija de una víctima mortal del atentado de Hipercor. Y
ha aprovechado la intervención para criticar con contundencia el poco
cuidado que, según ha denunciado, han tenido las administraciones con
muchos de ellos. "Nos hemos
sentido solos y despreciados", ha afirmado Rosa Maria
Cabré, que ha explicado como desde el Estado les han trasladado que no pueden
reconocer su responsabilidad civil subsidiaria en la masacre de Hipercor porque
los hechos han prescrito. "Eso me ofende",
ha sentenciado.
Ante
la cuarentena de asistentes presentes en la ceremonia, ha relatado cómo todavía
hay víctimas "pidiendo tratamiento psicológico" y otras que no
han sido reconocidas "por ejemplo las del GAL". Y ha rematado su
parlamento con un llamamiento: "que todos asuman su parte de
responsabilidad", porque "reparación no sólo son medallas y
monumentos que aprovechan algunos políticos de turno, sino estar al lado de las
víctimas y empatizar". A lo largo de todos estos años, ha dicho, "ha
habido mucha
reparación retórica, pero poca de real".
Opinión:
Para aclarar algunas opiniones contrarias a
Cuando decía al principio que en sede parlamentaria se ha podido
explicar la realidad, lo digo con conocimiento de causa. Aparte de la excelente
intervención de Rosa Maria Cabré debo añadir la conversación posterior que
diferentes víctimas allí presentes mantuvimos con los Presidentes del
Parlamento catalán y la
Presidenta del Parlamento vasco en la que se les manifestó,
desde el respeto y también la documentación aportada, cuales son las carencias
que, a juicio de muchas víctimas anónimas, se están produciendo en cuanto a la
asistencia imprescindible al colectivo. También se les hizo llegar una serie de
propuestas para mejorar todo lo relacionado con el colectivo de víctimas anónimas.
Fue un honor poder hacerlo con la tranquilidad que aporta estar en un lugar
emblemático, sin cámaras ni (como en demasiadas ocasiones) políticos y víctimas
o pseudovíctimas que solo buscan utilizar el dolor ajeno en beneficio propio
para mantener su relato inventado cuanto mas tiempo mejor…
Para terminar, la reflexión aportada por una víctima presente en el
acto: en el Parlament de Catalunya habían más víctimas del terrorismo en el
acto de hoy que en el realizado por los 30 años del atentado en Hipercor en el
mismo lugar. Un tema digno de estudio.
Y para ser coherente, solo un detalle. El artículo subtitula “LAS” víctimas
ofendidas. Seamos realistas. Muchas víctimas estamos ofendidas por esa
asistencia que siempre ese mejorable… muchas pero no “las”. A algunas ya les va
bien el clima de enfrentamiento político y partidista en el que otras muchas,
cada día más, jamás participaremos.
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