20 febrero 2020
Sara Buesa:
"La esperanza para la sociedad depende de una nueva generación de jóvenes
con una fuerte conciencia ética"
Sara
Buesa, hija del dirigente socialista Fernando Buesa asesinado por ETA en el año
2000, reclama "justicia" para las víctimas de ETA y un "camino
de reinserción" para los presos de la banda
"Mi
padre pensaba que la ciudadanía conlleva una serie de obligaciones, que se
traducen en un compromiso hacia la comunidad, en una implicación activa y en
una consideración hacia los con-vecinos. Creía que en la sociedad vasca faltaba
un cuerpo de valores comunes que todo el mundo sintiera como propios. Él fue
para nosotros un modelo de compromiso cívico. Tenía una fuerte conciencia
social y se posicionaba claramente frente a las injusticias, contra la
intolerancia y el fanatismo". Así se ha referido Sara Buesa a su padre Fernando
Buesa con motivo del XX aniversario el asesinato del dirigente socialista vasco
a manos de ETA. Durante su sentido homenaje, Sara recordó los buenos momentos
que pasó junto a él y como en un momento dado su padre asumió su compromiso
personal de hacer algo por este país desde el ejercicio de la política.
"Pero, más allá de la política, también estaba convencido de que para
resolver mejor los problemas era necesario abrir espacios de reflexión con la
ciudadanía".
Durante
su discurso en el homenaje anual que la Funación Fernando
Buesa realiza al dirigente socialista y a su escolta Jorge Díaz (asesinado al
mismo tiempo por ETA en un atentado con coche bomba en Vitoria-Gasteiz), Sara
Buesa mostró su esperanza porque las futuras generaciones crezcan en una
sociedad libre. "A veces miro a mis hijos y pienso que las nuevas
generaciones nos pueden dar mil vueltas a nosotros. Nuestros niños, niñas y
jóvenes tienen la oportunidad de crecer en una sociedad libre y construir una
convivencia sana. La esperanza para nuestra sociedad depende de tener un relevo
de una nueva generación de jóvenes con una fuerte conciencia ética. En eso
debemos invertir y centrar nuestros mejores esfuerzos".
Para
ello, consideró que no hay nada más valioso que la vivencia propia "con
nuestros errores, nuestros aprendizajes, nuestro ejemplo. De nada sirve que les
demos discursos sobre respeto, diversidad, tolerancia, igualdad, solidaridad,
derechos humanos, etc. si no somos capaces de llevarlos a la práctica. Por el
contrario, encarnar todos esos valores en nuestra experiencia nos ayudará a
inmunizarles contra la violencia y a educarles como seres humanos sensibles y
respetuosos".
"Ningún proyecto se debe
imponer a nadie"
En
la semblanza que la vicepresidenta de la Fundación Fernando
Buesa hizo de su padre recordó que era partidario de que cualquier causa
política pudiera defenderse "con la palabra y a través de los cauces
democráticos", pero que ningún proyecto se debía "imponer" a
nadie, "y mucho menos por la fuerza y con violencia".
"Fernando
Buesa defendía que no podía haber paz con impunidad y sin una justicia que
reparara los daños que los años de violencia habían causado a tanta gente. Y
eso significaba dos cosas: hacer justicia a las víctimas, y preocuparse de que
quienes cometieron esos delitos tuvieran un camino de reinserción", ha
añadido.
Y
en esa línea incidió en que deben respetarse los derechos humanos de todas las
personas, tanto los de "las que nos son queridas y sentimos
cercanas", como los de "las que son distintas a nosotros y no nos
gustan" o "incluso los de quienes nos hacen daño".
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