01 febrero 2020
«El PSOE predica diálogo y a mí me
mandan un burofax para echarme»
La exdirectora de la Oficina de Víctimas del
Gobierno vasco, Maixabel Lasa, narra a ABC el trato recibido
El PSOE ha roto con uno de sus símbolos, otro más, en el
País Vasco. Maixabel Lasa es viuda de Juan Mari Jáuregui, exgobernador civil de
Guipúzcoa asesinado por ETA el 29 de julio del año 2000. Fue durante una década
la directora de la Oficina
de Atención a las Víctimas del Terrorismo del Gobierno Vasco, con Ibarretxe y
con Patxi López. Ahora, tras más de treinta años de militancia socialista se
marcha del partido que fue también de su marido. Se ha dado de baja tras
amenazarle el aparato de Ferraz con su expulsión. El motivo: haber arropado a
su amigo y colaborador durante tantos años, Txema Urkijo, en un acto de su
candidatura a las elecciones generales por Más País, el partido de Iñigo
Errejón. Lasa se va «defraudada».
La frialdad del partido con quien
lo ha significado todo en el universo de las víctimas del terrorismo en el País
Vasco es despiadada. Le intimidaron por burofax. Y lo peor es que ningún
dirigente del PSOE le ha llamado aún para disculparse.
Lasa relata a ABC la secuencia: «El
lunes recibo un burofax que viene de Ferraz 70, informándome de que con fecha
27 de noviembre la comisión ejecutiva provincial del PSE de Guipúzcoa dio
traslado a la comisión ejecutiva federal de la solicitud de apertura de
expediente y adopción de la medida de expulsión provisional. Dicha solicitud
viene motivada por haber manifestado públicamente su apoyo electoral a la
candidatura de Más País en las elecciones»... En ese momento, ella coge el
teléfono para trasladar a la sede central su «decisión irrevocable de ruptura
de militancia», que inició en los años ochenta. «Me daban plazos para recurrir.
Les dije que, visto esto, no».
Es un final tan áspero que siente
«que en vez de un partido fuera una multinacional», comenta con amargura.
Ningún dirigente del PSOE, ni siquiera del PSE, le ha dado explicaciones. Solo
el exalcalde de San Sebastián y diputado Odón Elorza, y un cargo local como
Denis Itxaso, diputado foral le han enviado su pesar. La dirección provincial,
a través de Eneko Andueza, exhibió ayer su rigidez: los estatutos lo son para
todos.
El pecado de Maixabel: haber
apoyado a un amigo, al que ni siquiera votó. «Fui por amistad. Ni siquiera le
pude votar porque yo vivo en Guipúzcoa -en donde Más País no concurrió- y él se
presentaba por Vizcaya. Yo voté al PSE». Urkijo, su estrecho colaborador en el
Gobierno vasco y compañero de mil batallas, le pidió acompañarle en su puesta
de largo.
Nunca pensó en que acudir a un acto
de Más País, aunque fuera por simpatía personal, le traería represalias del
aparato que dirige Ferraz. «Me siento defraudada. Escucho al PSOE que habla
mucho de diálogo, predican diálogo. Y me echan por ir a un acto de un partido
que apoyó la investidura de Sánchez», comenta incrédula. «Es alucinante. Mucho
diálogo pero a mí me echan por un burofax».
Ayer por la tarde, Lasa estaba
recopilando la avalancha de mensajes y whatsapps que ha recibido, dándole
aliento ante semejante trato. Le reconfortan. «Descorazonan las formas. ¿Qué
confianza tienen en mi persona después de tantos años?». Claro que después de
todo lo que ella ha vivido estos años, ya ni se lamenta. «Los que han
pretendido abrirme un expediente, mis compañeros, estarán muy contentos... Yo
no estoy para esas cosas. Siempre he sido un verso suelo. A estas alturas de la
vida no necesito el respaldo de nadie».
Lasa discute la severidad del trato
contra una militante de base. «Tuvieron mejor oportunidad cuando estuve en el
Gobierno de Ibarretxe y el PSE estaba en la oposición», comenta. E ironiza con
la disciplina del grupo. «Hay muchos dirigentes que dicen barbaridades en
televisión cada día, que critican al partido, y siguen estando ahí», señala
poniendo el dedo en la llaga del viejo PSOE hoy gobernado por Sánchez, Ábalos y
Lastra.
Elegante, prefiere no entrar a
valorar qué le está pasando al socialismo para enemistarse con sus apellidos
históricos que ETA asesinó... El último fue por razones bien distintas. José
María Múgica, hijo de Fernando Múgica, rompió el carnet del partido tras
desayunarse en el «Diario Vasco» la foto de la líder del PSE, Idoia Mendia,
cocinando con Otegui... Denunció Múgica, como denuncian tantos otros
socialistas, que el partido haya naturalizado las alianzas estratégicas con
Bildu pese a no haber roto nunca con su pasado justificando la violencia.
Mendia presentaba ayer su libro, «Del fin del terrorismo a la convivencia», en
Bilbao y habló de la necesaria «pluralidad». Estaban casi todos, incluidos
Patxi López, Rodolfo Ares... Nadie se acordó de Maixabel.
Andueza, secretario del PSE
guipuzcoano, que tan alto puso el listón asegurando que la aplicación del
estatuto es estricta para todos, lanzó una campaña en Twitter animando a
«alfiliarse» al partido. El gancho: la famosa foto que corre por ahí donde
parece que sale el personaje televisivo Alf...
Opinión:
Conozco a Maixabel desde que ocurrió el atentado en el que fue asesinado su esposo y tuve el honor de conocer perfectamente su labor como Directora dela Oficina de Atención a Víctimas
en el Gobierno Vasco.
Conozco a Maixabel desde que ocurrió el atentado en el que fue asesinado su esposo y tuve el honor de conocer perfectamente su labor como Directora de
También al resto de sus colaboradores. Gente con una empatía
y una independencia ideológica enorme. Está claro que el PSE ha cometido un
error, empezando por la expulsión y demostrando que lo de pensar por libre en
según qué estamentos no tiene cabida.
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