jueves, 20 de febrero de 2020

19 febrero 2020 La Rioja

19 febrero 2020



«No hablamos de política, solo damos nuestro testimonio de lo vivido y de lo sufrido»
Ofreció una charla ayer ante los alumnos del IES Rey Don García de Nájera, a los que ofreció su testimonio

Los alumnos del IES Rey Don García de Nájera participaron ayer en una charla sobre las víctimas del terrorismo, siguiendo el programa para los centros docentes del Ministerio del Interior. Contó con la presencia de Koldo San Martín Calvo, hijo de José San Martín Bretón, guardia civil asesinado por la banda terrorista ETA el 25 de febrero de 1992 en Guecho (Vizcaya).

- ¿A qué se debe su presencia como conferenciante?
- Vengo a dar testimonio de lo que ha ocurrido en el País Vasco y lo que hemos sufrido las víctimas del terrorismo. La iniciativa nace de un proyecto de la Dirección General de Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior, que lo crea para, a través de las comunidades autónomas, dar a conocer lo que ocurrió en el País Vasco verdaderamente y contener el relato. Nuestra misión aquí es trasladar a los alumnos todo lo que nos ha acontecido, siempre en relación a la memoria, dignidad y justicia. No hablamos de política, solo hablamos de testimonios, de lo que hemos vivido y cómo lo hemos vivido.

- El diseño de la charla consiste en ofrecer su relato, sin desvelar su identidad como víctima hasta el final, ¿no?
- Sí. El relato lo hago en tercera persona, durante todo el tiempo no les digo quién soy, les digo que vengo a poner la voz a una víctima, y les cuento el relato durante 25 minutos. El resto del tiempo me gusta que me hagan todas las preguntas que ellos quieran. Antes de ese pequeño coloquio desvelo mi identidad como víctima, les digo que fue mi padre quien sufrió un atentado terrorista que le costó la vida, y que yo soy ese chaval del que han oído la historia.

- ¿Por qué lo hace de esa manera, qué se busca?

- Es una idea mía. Yo, por mi profesión, soy guardia civil, y como son menores, creo que la forma de contárselo es poco a poco, suavemente, sin endulzarlo. Pero sí porque creo que es la mejor manera de llegarles, en lugar de empezar con un relato más duro. Veo que les llama más la atención, ya que al final intento darles un consejo, que nunca abandonen por mucho que piensen que se les puede complicar la vida, que sigan adelante, porque así me ha pasado a mí, así ha sido mi propia experiencia. Al final van a sacar una moraleja, para esas asignaturas que se atascan, para esos problemas personales que les van surgiendo, que nunca se echen atrás, que busquen ayuda, que busquen opciones para continuar.

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