10 junio 2012
"Usan la etiqueta "arrepentidos" para evitar que otros se salgan"
Los tres reclusos incluidos en la denominada 'vía Nanclares' aluden en su carta a dos procesos de fin de la violencia vividos en el extranjero: el de Italia y el de Irlanda. El primero se desarrolló, sobre todo, durante la década de los setenta y principios de los ochenta. Fueron los 'años de plomo', con atentados de la extrema derecha e izquierda. El grupo más representativo fueron las Brigadas Rojas. Varios de sus miembros iniciaron un proceso denominado de «disociación», basado en el rechazo de la violencia sin colaborar con la Justicia en delaciones, y que, precisamente, inspiró la 'vía Nanclares'.
Para Urrosolo, Caride y Pikabea, el EPPK ha intentado vincular su alejamiento de ETA con una posible colaboración policial. «Saben que aquí no ha habido delación, saben la verdad, y así y todo lo manipulan. Les encanta utilizar la etiqueta de arrepentidos porque con eso impiden que otros presos se salgan de la vía que ellos imponen», señala el documento, en el que también hay una referencia a Irlanda y a las diferentes escisiones que sufrió el IRA por los sectores más radicales opuestos al proceso de paz.
«Llegaron de tratar de traidores a Gerry Adams y Martin McGuinness», afirman los tres exmiembros de ETA, que comparan esa situación con la de Euskadi: «Aquí el problema ha sido que ese sector minoritario ha seguido controlándolo todo hasta que desde Batasuna decidieron hacer su propio camino. Desde entonces, ese sector sólo controla al colectivo de presos de manera inhumana, engañando a los presos y sus familiares que, si supieran la verdad de cómo andan y las oportunidades que deliberadamente han dejado pasar, no les perdonarían nunca».
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