17
noviembre 2015
El monumento del 11-M lleva dos meses
cerrado y tirado en el suelo
La estructura, en el interior de la estación de Atocha,
yace aplastada contra el suelo desde hace dos meses
El monumento en memoria a las víctimas del
11-M, en el interior de la estación de Atocha, yace aplastado contra el suelo
desde hace dos meses. Es un cilindro de cristal de 11 metros de altura, cuyo
interior está forrado por un plástico con frases dedicadas a los 193 fallecidos
en los atentados yihadistas de 2004. Pero desde hace dos meses esa cubierta no
recibe la presión de aire comprimido necesaria para mantenerse erguida. La Asociación 11-M de
Afectados del Terrorismo denuncia que es la quinta vez que ocurre en los
últimos años. Un cartel cuelga en el acceso: “Cerrado por trabajo de
mantenimiento”.
El monumento del 11-M, en el corazón de la estación de
Atocha, era este lunes una masa desparramada sobre el suelo. La estructura de
plástico, que incluye frases de solidaridad con las víctimas de los ataques de
2004, debería rellenar el cilindro de vidrio exterior situado junto a la plaza
del Emperador Carlos V.
“La semana pasada vi unos técnicos entrar. Había un
problema con el generador de aire comprimido, lo que impide que la estructura
se sujete”, explicaba este lunes un agente de seguridad del metro, que aduce
motivos profesionales para no dar su nombre. La dependienta del bar que se
halla justo enfrente del monumento, que también quiere mantener el anonimato,
confirmó esta versión: “Hasta hace dos semanas había dos chicas que forman
parte del personal de la estructura. Ahora no viene nadie, está todo cerrado y así
se ha quedado”.
El monumento, realizado por el estudio de arquitectos SIC (se llamaba Formidable Aroma de
Manzana cuando ganó el concurso para construirlo) consiste en una sala diáfana
subterránea, con paredes azul cobalto, dominada por un cilindro construido con
gruesos ladrillos de cristal. El interior de ese cilindro debería acoger una
estructura de plástico en la que se escribieron varias frases dedicadas a las
víctimas de los atentados. La falta de funcionamiento del compresor ha hecho
que el interior se haya desplomado contra el suelo.
“Ya es la quinta vez que ocurre. Hemos hecho gestiones ante
el Ministerio de Fomento y Adif [la entidad pública que administra la
infraestructura ferroviaria], pero nunca hemos recibido respuesta. La
instalación no está catalogada como monumento”, asegura Pilar Manjón,
presidenta de la Asociación
11-M Afectados del Terrorismo.
Manjón hace hincapié en la distancia que siempre ha
separado a las víctimas de la estructura: “Nadie nos consultó a la hora de
construirla. Solo se nos mostró, en un primer momento, un proyecto, distinto
del que finalmente se realizó. El estado de abandono es total. Hay miembros de
la asociación que nos han señalado que en ocasiones los locales de
mantenimiento quedan abiertos e, incluso, se pueden ver las fregonas al lado
del monumento, sin ningún cuidado”, insiste. Añade que Adif siempre se declaró
contraria a la construcción, “pues mantiene que supone una imagen negativa para
la empresa”.
Sin embargo, fuentes de Renfe sostienen que las tareas que
la compañía lleva a cabo se limitan a la apertura y al cierre de la estructura,
pero que es el Ayuntamiento de Madrid el que está encargado de la gestión.
El Consistorio tiene prevista una partida prevista de
220.000 euros en los
presupuestos de 2016 para rehabilitar la estructura. Ya en 2009, tan solo dos
años después de su inauguración, se resquebrajó en su parte superior. Este
periódico no logró este lunes la versión municipal.
Opinión:
Hace unos días hablé con Pilar Manjón para coordinar
algunos expedientes y trabajos que llevamos juntos y me comentó sobre lo que
ocurría con el monumento. Si digo la verdad, a principio pensé que iba en broma
hasta que le cambió la voz y empezó a llorar.
No hace falta decir nada mas.
Bueno, sí. Cada día me dan más vergüenza ciertos
representantes políticos que cuando dejan la poltrona también dejan detrás todas sus miserias.
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