23 noviembre 2015
“Es necesario
crear una policía europea”
Bernard Godard, antiguo
experto en islam en la policía francesa, cree que "el ISIS ha lanzado en
París una estrategia global de terror"
Berbard Godard ha sido conocido durante décadas como
“Mister Islam” en el Ministerio del Interior francés, primero como policía de
información, luego en el Gabinete como asesor del ministro en cuestiones
relacionadas con el islamismo radical y posteriormente como uno de los
creadores del Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM) encargado de las
relaciones del Estado con los fieles y las mezquitas. Nacido en Marruecos en
1950, se retiró en 2014 y acaba de publicar el libro La
cuestión musulmana en Francia. El diario Liberation le definió como “un hombre clave en la gestión
del Islam en Francia” cuando todavía estaba activo. Su profundo conocimiento
del tema le ha convertido en uno de los expertos más escuchados en los medios
de comunicación estos trágicos días. La entrevista tuvo lugar en París.
Pregunta. Lleva casi 30 años trabajando en asuntos relacionados con el Islam
radical. ¿En qué ha cambiado su percepción en estos años?
Respuesta. Para los ciudadanos, creo todo cambió con Argelia, a partir de 1989 o
1990, sobre todo con los atentados de París en 1995. Para los especialistas y
la policía, desde 1986 empezamos a interesarnos de forma mucho más intensa.
¿Por qué ese año? Antes se habían producido atentados en París pero estaban
relacionados con el conflicto israelo-palestino. Cuando supimos que los
atentados de 1986, estaba dirigidos por Irán a través de Hezbolá fue cuando nos
dimos cuenta de que nos enfrentábamos a algo nuevo.
P. ¿Piensa que la célula que realizó los atentados del sábado es una pesadilla hecha realidad, porque todas las teorías se han cumplido: yihadistas
que vuelven, terroristas nacidos en Francia que se mueven y planifican con
libertad?
R. Había diferentes teorías, de gente como Jean-Pierre Filiu o Gilles
Kepel que desde el principio previeron que se podían producir atentados en
Francia. Otros creían que el Estado Islámico (ISIS) no era Al Qaeda,
creían que no estaba en la Yihad
global sino más bien en consolidarse como Estado. Sin embargo, en enero, con los atentados de Charlie Hebdo todo empezó a cambiar. Y luego en
agosto se produjo el atentado frustrado contra el tren. Pero incluso entonces
no teníamos claro si estaba planificado y lanzado desde allí como un estrategia
global. Al final se ha confirmado que el ISIS quería lanzar una guerra global.
El problema, la cuestión clave, es por qué Francia se ha convertido en el
enemigo central.
P. ¿Y tiene una respuesta?
R. No quieren caer en el mismo error de Al Qaeda de buscar un enemigo
global. Creo que Francia, el presidente François Hollande, el Gobierno, se han
designado también como el enemigo al anunciar una guerra total contra el
terrorismo. No lo estoy criticando, que conste, en absoluto. Hollande se han
declarado en guerra cuando fuimos a Malí, donde todo el mundo se apoyó en
Francia.
P. ¿Como antiguo policía que piensa de las medidas que ha tomado Hollande?
R. Lo que ha dicho está muy bien, redoblar los efectivos y todo
eso. Recabar informaciones más profundas sobre redes que se están
constituyendo es importante, pero no es suficiente. Hay que prevenir antes, hay
que trabajar sobre el tráfico de armas. Es esencial coordinar todos los
servicios: hay muchas historias de tráfico de armas y drogas que acaban
relacionadas con el terrorismo. Durante los atentados del GIA, en los noventa,
también se produjo esa proximidad entre la delincuencia común y el terrorismo.
P. ¿Fue lo mismo en aquella época?
R. Sí, nos enfrentábamos muchas veces a delincuentes habituales que
acababan trabajando para el terrorismo islamista argelino. Hay que hacer un
esfuerzo enorme de coordinación entre los cuerpos policiales. Y, la
sensibilización ante la radicalización es esencial. En Francia no se hace, sí
en el Reino Unido. Aquí los programas de desradicalización sólo empezaron a
ponerse en marcha el año pasado, mientras que otros estados, como España,
estaban muy implicados. Pero ahora hay que movilizar a muchos sectores de la
administración, desde la escuela hasta los asistentes sociales, para que estén
sensibilizados con este tema. También es muy importante la relación con las
organizaciones musulmanas, se tiene que convertir en algo sistemático y hay que
enfocarlo desde el punto de vista de la seguridad. No basta con expulsar de las
mezquitas a los salafistas. Hay que establecer sistemas de vigilancia.
P. ¿Qué se puede hacer frente a la radicalización en las prisiones?
R. Hay un sistema de información en las prisiones, pero son muy poco
numerosos, son eficaces pero se trata de dos o tres guardias que también
recogen información. Es necesario multiplicar eso. No basta con los imanes de
las prisiones, no son policías, es una carga que no les corresponde. De nuevo,
hay que movilizar a todo el personal de las prisiones. En Francia, y es un
fenómeno muy propio de este país, se confunde el fundamentalismo y la
radicalización. Aquí sólo el hecho de ser religioso levanta sospechas. No es
verdad que el salafismo sea lo único que nutre a los radicales, existen otros
elementos. Es necesario poner en marcha algo que hacen los ingleses y que
llaman el antidiscurso, no es religioso, sino también geopolítico. No hemos
trabajado en eso. El ejemplo más claro es el complotismo, que en Francia
funciona mucho, al igual que la victimización. Son cosas que se traducen en
odio: odio a Francia, a la
República. El complot judío se ha convertido en un certeza
para muchos jóvenes. Todos estos elementos están en Internet y no sólo en
páginas web salafistas. Luego, y eso es cierto, tenemos que plantearnos una
pregunta clave: ¿Ser salafista te predispone a convertirte en yihadista? Es
evidente que, al promover una versión tan primitiva del Islam, que promueve el
regreso a la grandeza de los orígenes, puede llevar a algunas personas a dar el
salto. El factor religioso no es único, pero es esencial. También está la
patología, no se puede olvidar. En el salafismo hay todo un discurso de las
batallas, del combate, eso al principio, y luego toda la teoría del apocalipsis.
P. ¿Hasta qué punto es inquietante que la mayoría de los autores de los
atentados hayan podido circular entre Siria y Europa sin ser detectados? ¿Qué
se puede hacer?
R. Sí, utilizan los medios a su alcance para infiltrarse… Utilizan
una logística en Bélgica porque están menos controlados por los franceses. Toda
la información de la que se dispone es transmitida a los franceses, pero no
tienen el conocimiento profundo. Sería necesario crear una policía europea, que
comunicase todos los elementos de información.
P. ¿Cree que es una posibilidad real?
R. Sí, es necesario un órgano de
información pero unificado, agentes en un mismo lugar con medios compartidos,
no sólo transmisiones, con una dirección. No es fácil. Sería una especie de
Interpol, pero europea y aplicada sólo a los terroristas. Pero Interpol no es
un órgano activo, nosotros tenemos que actuar antes.
P. ¿Puede extenderse esta ofensiva a otros países europeos?
R. Está claro que Francia se ha marcado como enemiga. El caso belga es muy
interesante. Hasta hace poco, no estaban amenazados. Aquí se dan dos factores:
por un lado el hecho de que Francia encabece ofensivas, por ejemplo en Malí, y
la laicidad, la República
como enemiga, que genera un odio feroz.
P. Supongo que usted sigue en contacto con muchos policías. ¿Cuál es su
Estado de ánimo? ¿Creen que se puede derrotar esta amenaza, frenar esta
ofensiva?
R. Saben que es su trabajo y, salvo que se multipliquen las decisiones
estúpidas desde el poder político, no se lo plantean. Es importante tener una jerarquía
que asume su papel y por eso es tan importante el discurso de Manuel Valls y
François Hollande sobre la firmeza, es fundamental.
P. ¿Cree que el perfil tan diversos de esta célula muestra la enormidad
del problema?
R. Nos hemos dado cuenta de que el perfil de los jóvenes que se van a
Siria no es sólo de jóvenes de Banlieue, delincuentes, sino que hay de todo,
convertidos, clase media… Ahora mismo, todos los que se sienten en guerra con
la sociedad forman un grupo muy diverso, que no está reservado a una población
de unos barrios determinados. Pero es algo que ocurre desde hace una década. No
es una sólo un asunto de fracaso escolar o vital, es algo mucho más profundo y
que debe ser estudiado. Sólo estamos al principio. Las redes sociales unen a gente
de medios muy diferentes, la sociabilidad de Internet no tiene nada que ver con
las redes que se crean en un barrio. Como dijo un investigador, han creado la Europa que Europa no ha
sido capaz de crear. Bruselas o Lille son las mismas ciudades para ellos.
Opinión:
“Es necesario crear una policía
europea”... en la era de la tecnología, este especialista ¿nos está diciendo
que no existe coordinación suficiente entre Cuerpos policiales? Mientras los
terroristas se conectan como les apetece ¿la policía no lo hace?
Desde el 11S nos han explicado
que la colaboración era excelente... tras el 11M nos dijeron que las
investigaciones eran constantes...
¿Y ahora esto?
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