02 enero 2016
Rosa Rodero, viuda de un asesinado de ETA, apoya una manifestación por el acercamiento de presos
La viuda del sargento de la Ertzaintza asesinado
por ETA Joseba Goikoetxea ha apoyado el acercamiento a Euskadi de los presos de
la organización terrorista
La manifestación en favor de los derechos de los
presos de ETA, habitual en el País Vasco en estos primeros días de enero, está
organizada por la red Sare
"Por ello, decimos alto y claro, que nos
rebelamos ante quienes en nuestro nombre, pretenden mantener una política
penitenciaria vengativa", reza su manifiesto
Rosa Rodero, viuda del sargento de la Ertzaintza asesinado
por ETA Joseba Goikoetxea, ha apoyado este sábado la manifestación que el 9 de
enero celebrará en Bilbao la red ciudadana Sare para pedir el acercamiento a
Euskadi de los presos de la organización terrorista.
Rodero ha acudido este sábado a una rueda de
prensa para hacer un llamamiento a acudir a la movilización del 9 de enero, en
la que han estado otras personalidades conocidas de la sociedad vasca, como el
músico Kepa Junkera.
La manifestación en favor de los derechos de los
presos de ETA, habitual en el País Vasco en estos primeros días de enero, está
organizada por la red Sare, cuyos cabezas visibles son el exconsejero del
Gobierno vasco por Eusko Alkartasuna Joseba Azkarraga y la periodista Teresa
Toda.
Durante la jornada han leído el manifiesto en apoyo
a la manifestación el músico Kepa Junkera e Idoia Muruaga, pareja de un preso
de ETA muerto en la cárcel.
También han acudido a la rueda de prensa de apoyo,
entre otros, el decano del colegio de abogados de Bizkaia, Nazario Oleaga; el
exconsejero vasco Tontxu Campos, la expresidenta de EA Begoña Errazti, la hija
de Santi Brouard (asesinado por los GAL), Edurne Brouard, y el catedrático
Iñaki Lasagabaster.
Han enviado su adhesión, aunque no han acudido hoy,
el escritor Kirmen Uribe, el alpinista Juanito Oyarzabal y la jueza Garbiñe
Biurrun.
En el texto leído para llamar a acudir a la marcha
los asistentes recuerdan que son "personas con ideologías políticas,
profesiones o actividades culturales y sociales diferentes. Todos y todas
pertenecemos a una sociedad, la vasca, y no deseamos que en nuestro nombre se
continúen vulnerando los derechos humanos. De nadie".
"Por ello, decimos alto y claro, que nos
rebelamos ante quienes en nuestro nombre, pretenden mantener una política
penitenciaria vengativa, que vulnera los derechos de las personas presas y la
de sus familiares y allegados".
Cuatro años después del fin de la violencia de ETA,
los convocantes han instado a "remover los obstáculos que impiden, que
tras veintisiete años de política de alejamiento y dispersión, el Gobierno
español haga caso omiso a la voluntad manifestada en multitud de ocasiones por
una inmensa mayoría de la sociedad vasca, exigiendo el fin del sufrimiento y la
necesidad de cerrar heridas".
Opinión:
Pese a ser sábado postfestivo, algún medio me
pregunta mi opinión sobre esta noticia. Debo decir, para empezar, que soy amigo
de Rosa Rodero y respeto absolutamente su decisión, como la que cualquier
víctima pueda tomar a título individual (es decir, sin “ostentar” cargo alguno
de representación del colectivo, sea este merecido o supuesto). También me
consta el esfuerzo individual que Rosa ha realizado durante muchísimos años
para conseguir el mismo objetivo que otras muchas víctimas defendemos: que el
terrorismo acabe definitivamente.
Durante años he defendido el
respeto a la legislación vigente y ello
me ha traído muchos problemas tanto a nivel personal como colectivo. Y
ello implica que hayan cuestiones que me representen un enorme dolor pero que,
al mismo tiempo, deban ser solucionadas para conseguir que nadie mas sufra el
dolor que ya hemos sufrido tantas otras familias y víctimas.
Si la legislación, en el actual
estado de cosas, permite el acercamiento... es lo que hay. Pero esa misma
legislación obliga a otros cumplimientos por parte de los miembros de bandas
terroristas. A ver si lo cumplen.
Lo único que realmente me preocupa
ahora es que los terroristas, ya sea cerca o lejos de su casa, cumplan en
prisión y hasta el último minuto la condena a la que hayan sido castigados. Y,
de momento, pese a lo que algunos están diciendo por ahí, así está ocurriendo.
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