domingo, 10 de enero de 2016

10 enero 2016 (2) Aportación Eulogio Paz

10 enero 2016

11-M Formas de olvido

"Formas de olvido" es el título del artículo que escribe Antonio Muñoz Molina en El país Babelia de 9 de enero de 2016


En la primera parte del artículo –recomiendo la lectura completa del artículo escribe lo siguiente: "Quizás porque estoy bajo los efectos graduales del shock de cumplir 60 años, pienso más a menudo en el contraste del presente con los pasados sucesivos que he ido viviendo: en lo que queda de ellos y en lo que se ha borrado, en lo que se olvida y lo que se recuerda, en lo que parecía perdido y parece que vuelve; y sobre todo en la diferencia que hay entre las cosas tal como las recuerda quien las vivió y como las imagina quien ha venido más tarde, quien las conoce por libros o por películas, o por los relatos interesados o engañosos o simplemente distraídos o inexactos de otros. El pasado público se aleja mucho más rápido que el de la propia vida, quizás porque en realidad uno le presta una atención más superficial de lo que supone.
Esa es una de las razones de la injuria sin recompensa posible que sufren las víctimas directas del crimen o de la injusticia: su dolor perdura a solas en medio de la amnesia común. Y todo el mundo es ecuánime a la hora de perdonar los abusos que otros han padecido. ¿Quién que no los sufriera en carne propia se acuerda ya de los crímenes de ETA, del luto perpetuo y el chantaje y el derramamiento casi diario de sangre que nos obsesionaban hace 15 o 20 años, y ocupaban cada día las portadas de los periódicos? De pronto me acuerdo de uno de esos aniversarios redondos tan convenientes para las conmemoraciones: por ahora ha hecho 20 años de la explosión del coche bomba que mató a 6 trabajadores civiles de la Armada en el puente de Vallecas, en el corazón popular de Madrid. He mirado la fecha en la Wikipedia: fue justo el 11 de diciembre de 1995. He recordado la angustia y la impotencia sombría de aquellos tiempos; ha saltado de golpe otra imagen a la memoria, la noticia del asesinato de Ernest Lluch escuchada de noche, en la radio de un taxi, camino de una cena o de una película que en ese instante quedaron malogradas."
No me sorprende que Antonio Muñoz Molina rememore los crímenes de ETA de "hace 15 o 20 años" –ilustrando el periódico El País su recuerdo con una foto de un atentado de ETA– olvidando crímenes del terrorismo islamista como los del restaurante "El Descanso" el 12 de abril de 1985 en Madrid, o los del 11-M de los que pronto se cumplirán 12 años, siendo poca la diferencia entre 12 y 15 años para que Antonio Muñoz Molina deje en el olvido los atentados yihadistas del once de marzo de dos mil cuatro en Madrid y más acorde con su relato de los tiempos para que también olvide el atentado en el restaurante "El Descanso".
Víctimas del terrorismo islamista del 11-M sabemos de los insultos, mentiras y manipulaciones torticeras vertidas sobre nuestras vidas y sobre la memoria de asesinados y heridos de los atentados en los trenes de cercanías de Madrid. Y sabemos también que tenemos que perseverar contra diferentes "formas de olvido".
Tal vez sea fácil encarar la lucha contra las "formas de olvido" del terrorismo etarra. Por fortuna, éste ya no existe en la actualidad. Pero el terrorismo islamista no sólo sigue existiendo sino que se ha incrementado, desafortunadamente. Quizá sea por eso también que haya personas a las que les cuesta hablar y escribir sobre el 11-M y demás atentados del terrorismo islamista, prefiriendo vivir instalados en diferentes "formas de olvido".

Opinión:

No me sorprende lo más mínimo la reacción de Eulogio Paz tras leer el artículo que comenta publicado en El País. Desde hace años he vivido esa impresión por mi contacto con el y con cientos de víctimas de los atentados de aquel maldito 11 e marzo de 2004. También con algunas víctimas del atentado del Restaurante “El Descanso” así como con numerosas víctimas de otros atentados de origen yihadista, especialmente los cometidos fuera de España pero con víctimas españolas.
Y aprovecho a decir públicamente que, por desgracia, también en el mundillo interno de “las” víctimas del terrorismo se ha llegado a practicar la diferencia entre víctimas según cual fuera el atentado. Que existan algun@s llamad@s “representantes” de víctimas del terrorismo que en numerosos actos olviden conscientemente ciertos atentados o aprovechen la celebración de homenajes para ofrecer la palabra a quien los utiliza para lanzar proclamas y mensajes partidistas (incluso en periodo de campaña electoral) es muy triste, por no decir repugnante.
Todo ello ha contribuido a que cada día seamos más las víctimas que no nos sentimos representados por nadie y ni siquiera acudimos a esos supuestos actos de reconocimiento y recuerdo a “las” víctimas del terrorismo.

De las administraciones ya ni hablo. No merece la pena.

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