17 diciembre 2017
Obispo Uriarte:
Hay nudos que aún no se han desatado tras el fin de ETA
Juan María Uriarte,
obispo emérito de San Sebastián y mediador entre el Gobierno y ETA durante la
tregua de 1998-1999, cree que Euskadi está "sensiblemente mejor"
desde que la banda terrorista renunció a las armas, pero que, "con todo,
hay nudos que aún no se han desatado".
"Muchos esperamos
una política penitenciaria más acorde con el cambio producido, que aproxime a
los presos hacia su lugar de origen y sea más humana con los gravemente
enfermos", señala el prelado en una entrevista que publica hoy El Diario
Vasco con motivo de sus sesenta años de ordenación como sacerdote.
Añade que, a la vez, espera
que los reclusos de etarras se acojan "a las medidas individuales
previstas por la ley para mitigar o cancelar su situación penal", y que se
reconozca "el mal causado" tanto por ETA como los GAL y "otros
grupos análogos", aunque advierte de que no es "equiparable" la
violencia que ejerció cada uno de ellos.
Uriarte
(Fruniz-Bizkaia, 1933) opina que la violencia de ETA merece una reprobación
moral expresa "por su prolongación en el tiempo, por su intención de
imponerse por la vía de las armas, por la gravedad de los daños humanos
producidos y por el mal injustamente causado a numerosas víctimas y sus
familias".
Afirma que "la
desaparición de ETA como tal es necesaria" y que "la paz real es
insuficiente sin reconciliación".
"La reconciliación
no sólo comporta verdad, justicia, diálogo, sino acercamiento progresivo y
perdón demandado y otorgado. Ella garantiza el 'never again', el 'nunca
más'", asevera el obispo, que agrega que la reconciliación despierta en
muchos ciudadanos "reticencias explicables", pero que son
"injustificadas".
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