03 diciembre 2017
ETA avanza hacia su final al
ceder al EPPK la gestión de los presos
Anuncia que ya no
liga la solución de las cárceles a la negociación con el Estado y «libera» a
Pla y Sorzabal para que sean interlocutores del colectivo
ETA dio ayer un nuevo paso en la línea de su futura
desaparición definitiva. En un comunicado, desveló que ya «no dirige la acción»
de los presos y aseguró que ha dado «inicio al camino para dejar en manos de
Euskal Herria la agenda de la resolución, como se pudo comprobar con el proceso
de desarme». En este sentido, en la nota remitida a Gara, ETA confirma que
delega ese asunto en el colectivo oficial de presos, como lo demuestra el hecho
de que cede a sus dos últimos interlocutores, David Pla e Iratxe Sorzabal,
presos en Francia, al EPPK, después de que ambos hayan sido escogidos, junto a
otros seis encarcelados en prisiones españolas y galas, como la «nueva
representación» del grupo que representa a los presos. De esta forma, la banda
deja de considerar la situación de los presos como algo ligado a una
negociación, en este caso con el Estado, y da nuevas pistas sobre su próxima
retirada del escenario político, al desligarse ya de las decisiones que adopten
los reclusos para mejorar su situación.
La decisión de ETA llega, además, en un momento
significativo. A una semana de que se realice la manifestación inédita
convocada por los Artesanos de la
Paz en París en favor de «los derechos» de los reclusos de la
banda, en la esperanza de que el Gobierno francés module su política
penitenciaria.
La organización ya desarmada destaca que la vuelta de los
presos «a casa se ha convertido en un reto en Euskal Herria». En el mensaje,
íntegramente en euskera, explica que ha decidido «liberar» a Pla y Sorzabal de
su anterior función, «dado que la responsabilidad política de buscar solución a
las consecuencias del conflicto está siendo asumida por otros agentes», en
alusión a instituciones, partidos, sindicatos y organizaciones sociales vascas.
La entrada de los dos últimos líderes de ETA en la interlocución de los
reclusos servirá también para reforzar la decisión de decretar en los próximos
meses la «desmovilización» de la organización, en línea con lo publicado por
este periódico, y que supondrá de facto la desaparición de ETA, abriendo un
nuevo ciclo. Un escenario en el que los presos tratarán de mejorar su situación
con medidas también inéditas como la de empezar a pedir el cambio de grado, del
primero al segundo, con vistas a recobrar la libertad.
La banda, que no alude explícitamente a su reflexión
interna sobre su futuro, señala que, como consecuencia del debate paralelo
realizado por el EPPK, «ETA tiene interiorizado totalmente» que los presos
«están unidos a este colectivo, que comparten el proyecto político de la
izquierda abertzale y que, desde esa perspectiva, harán su aportación al
proyecto popular, nacional y de Estado de Euskal Herria». Tras recordar que el
debate interno del EPPK, concluido en junio, «ha renovado su línea de acción y
ha comenzado a implementarse», apunta que «la sociedad civil ha dado un paso
profundizando en el intento» de buscar una salida.
ETA señala que, mientras «en su agenda de resolución del
conflicto» contemplaba «un hipotético proceso de resolución», la opción de que
«la sociedad civil, los sectores populares y la instituciones vigentes en
Euskal Herria hagan suya esta agenda, le daría a este reto una dimensión
mayor». El texto, fechado el 23 de noviembre, recuerda a la que fuera dirigente
Belén González Peñalba, fallecida de cáncer.
Un exdirigente, en
libertad
Mientras, el exresponsable del aparato militar de ETA Peio
Eskisabel Urtuzaga, ‘Xerpa’, quedó ayer en libertad tras pasar doce años en
prisión, según la asociación de familiares de presos, Etxerat. Eskisabel fue detenido
en 2005 en la localidad de Caussade, al sur de Francia, por la Policía gala junto a José
Manuel Ugartemendia, también en libertad, cuando se dirigían a una lavandería
en la que se habían dejado olvidada una bolsa con ropa y una pistola con el
anagrama de ETA. Eskisabel fue liberado en La Junquera tras salir de la
cárcel gala de Uzerche donde le recibieron familiares y amigos
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