03 marzo 2019 La Rioja

03 marzo 2019 

Sabemos que hay núcleos yihadistas que están latentes, que podrían radicalizarse

«Nos preocupa que la juventud se radicalice a partir de ciertos mensajes que está recibiendo la sociedad española»

José Ignacio Pérez Sánez, Delegado del Gobierno en La Rioja

Ocho meses después de que fuera nombrado delegado del Gobierno en La Rioja, José Ignacio Pérez Saénz (Calahorra, 1951) apura las últimas semanas, de momento, en el despacho de Muro de la Mata. Las urnas, a finales de abril, serán las que decidan si hay cambio de riendas al frente del Gobierno central y si, llegado el caso, quien fuera presidente regional continúa como máximo representante del Ejecutivo de Madrid en La Rioja. Dice no preocuparle su futuro. De hecho, no tenía prevista esta 'rentrée' en la primera línea política. Especulaciones electorales al margen, con el balance de criminalidad del pasado año 2018 en la mano, sostiene que, pese al ligerísimo incremento en el número de delitos, los datos siguen siendo buenos y que la región cuenta con una «situación inmejorable de la seguridad».

- El balance del 2018 arroja un incremento de la delincuencia en La Rioja después de varios años de descenso. ¿Es algo coyuntural o un cambio de tendencia?

- Los datos de nuestra comunidad autónoma son positivos. En alguna ocasión la evolución tiene que ser negativa ya que es muy difícil mejorar nuestra situación. En España, únicamente estamos por detrás de Extremadura en el ránking de seguridad y creo que es una posición inmejorable desde el punto de vista de seguridad. En todo caso, ese aumento de delitos es casi inapreciable. Siendo ambicioso como soy, me conformaba con mantener el índice actual. Más allá de eso, es cierto que existe una serie de delitos que preocupan más a la sociedad, que generan más inseguridad y que se han reducido. En otros tipos delictivos el aumento es más consecuencia de que las víctimas ya no se esconden, que denuncian. Han crecido los delitos sexuales, cierto, pero creo que es debido a que las mujeres ya no se callan al sentirse protegidas y entendidas y al encontrar en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado unos aliados, unos socios. Desde esa perspectiva, es una buena noticia que se denuncie más y que no se silencien estos delitos. La consecuencia es que aumentan las estadísticas, no los delitos. Me gustaría destacar la eficacia policial. Hay nuevas tipologías de delitos, vinculados a las nuevas tecnologías, hay más peleas de menor entidad y que hay quien relaciona, con parte de razón, a la presencia de nuevas culturas, que en ocasiones son complicados de resolver, pero los niveles de esclarecimiento y de detenciones son de los mejores del país.

En su primera intervención como delegado del Gobierno puso el foco en los delitos contra las mujeres. ¿Ha cambiado el escenario en estos meses?

- Entonces apunté que era un objetivo compartido de toda la sociedad erradicar estas conductas sexistas pero, lamentablemente y pese a que el tiempo transcurrido no ha sido mucho, ha crecido una opinión, una opción política que desbarata ese consenso social sobre los derechos de la mujer. En la Delegación nos hemos encontrado con un equipo sensible en estas cuestiones pero nos ha emergido esa corriente de pensamiento que se ha envalentonado contra ese camino emprendido.

- Uno de los delitos con mayor trascendencia social es el robo en domicilios que, en muchas ocasiones, son cometidos por grupos organizados. ¿Hay constancia de la presencia de algún grupo organizado en La Rioja?

- Cuando tenemos constancia, lo desarticulamos. Aparecen de vez en cuando en el conjunto del país, pero en estos momentos no tenemos constancia de que alguno de ellos esté establecido en la región. Suelen ser itinerantes.

- Esta semana la Policía Nacional desalojó a un grupo de jóvenes de un piso que habían ocupado en la calle Saturnino Ulargui, todos jóvenes, alguno menor de edad. ¿Es alto el nivel de delincuencia juvenil en la región?

- No con la delincuencia grave, aunque sí con la leve. Estaría dispuesto a admitirle que hay algunos comportamientos de gente joven, excesivamente joven, casi infantil, en los que parecen no tener clara la frontera entre la gamberrada y el delito. Hemos tenido sucesos, no solo en el ámbito urbano, que se producen con cierta frecuencia y que los comete gente extremadamente joven. En la Delegación, durante estos ocho meses, hemos desarrollado Juntas de Seguridad en diferentes localidades y hemos determinado que el principal elemento de prevención es la educación y la formación. Por eso hemos dado charlas de concienciación en el ámbito escolar y también en el de mayores. Charlas en las que se aborda el acoso escolar, los problemas con las redes sociales, con las drogas, con el tráfico.... Eso quiere decir que vemos que es un problema. Nos gustaría que nadie se quedara sin esos cursos, ya que sabemos que existe un problema.

- Dentro de esa violencia juvenil, en Logroño hubo un movimiento neonazi, Nueva Época, que acabó, teóricamente, disolviéndose. ¿Es una realidad erradicada en La Rioja?

- No podemos decir que hayamos erradicado nada. Podemos decir que está controlado. Lo cierto es que aquellas personas que estuvieron vinculadas a esa organización saben que están bajo control. Esto no indica nada. En todo caso, en un momento en el que la sociedad está recibiendo mensajes más radicales, sabemos que los jóvenes pueden ser víctimas de esa radicalización y existe una preocupación al respecto.

- La Rioja Baja también estuvo en el foco del CNI por la posible presencia de radicales yihadistas y proselitismo yihadista. En Calahorra se detuvo a una persona y en Logroño se expulsó a un imam por sus presuntas relaciones con la Hermandad de los Hermanos Musulmanes. ¿Se sigue prestando especial atención a esa zona de La Rioja?

- Sabemos que hay núcleos que están latentes, que podrían radicalizarse. Lo que hay que hacer es ponerles las cosas difíciles. Somos conscientes de que puede haber, tanto en el caso de la extrema derecha como en ésta, nichos de radicalización que intentaremos, por todos los medios, obstaculizar.