10 julio 2024
El
yihadista de Algeciras presenta un nuevo recurso para no ser juzgado por
terrorismo
Los
abogados del asesino confeso del sacristán han interpuesto un recurso de
casación que podría retrasar el juicio
La
defensa de Yassine Kanjaa, el yihadista confeso del asesinato del sacristán
Diego Valencia, ha dado un nuevo paso en su intento por evitar que su cliente
sea juzgado por terrorismo. Los abogados de Kanjaa han presentado un recurso de
casación ante el Tribunal Supremo, desafiando la competencia de la Audiencia
Nacional para juzgar los hechos como terrorismo. Este movimiento se produce
tras un nuevo auto desestimatorio de la Audiencia Nacional, que había rechazado
previamente la petición de la defensa de trasladar el caso a un juzgado
ordinario en Algeciras para ser juzgado por un jurado popular.
La
defensa argumenta que la supuesta patología mental de Kanjaa hace incompatible
la comisión del delito de terrorismo del que se le acusa. No es la primera vez
que este argumento trata de tomar forma en el procedimiento judicial. Los
abogados han reiterado este punto en varias ocasiones a lo largo del proceso,
sin éxito hasta el momento. Ahora, con el recurso de casación, buscan una
interpretación diferente de la ley por parte del Tribunal Supremo.
Recurso
de casación
Ante
la presentación del recurso de casación, la defensa busca demostrar que los
derechos de Kanjaa están siendo vulnerados bajo la jurisdicción de la Audiencia
Nacional. La defensa de Kanjaa insiste en que este tribunal no es competente
para juzgar el caso.
Un
recurso de casación tiene una jerarquía superior a la apelación, ya que implica
una revisión más profunda de la aplicación o interpretación de la ley. Mientras
que el recurso de apelación se centra en los hechos y en la correcta aplicación
del derecho en el caso específico, el recurso de casación apunta
específicamente la interpretación y aplicación de las normas jurídicas, con el
fin de garantizar la uniformidad en la interpretación de la ley y proteger los
derechos fundamentales.
Según
la consulta de THE OBJECTIVE a expertos en la materia, la gran mayoría de los
recursos de casación no son admitidos debido a la naturaleza de los mismos. El
recurso de casación debe fundamentarse claramente en infracciones de preceptos
legales o constitucionales, no en una simple disconformidad con la sentencia.
Por
tanto, si no existe un recurso consistente que se base en inexactitudes
referentes a derechos y no hechos, el recurso no es admitido. Aunque no sea
aceptado, la presentación implica un retraso en el procedimiento judicial. Es
probable que el Supremo tarde unos meses en resolverlo y esto podría retrasar
el juicio hasta 2025, a pesar de que estaba programado para celebrarse antes de
fin de año.
Los
argumentos de la defensa
Los
motivos del recurso incluyen tres «infracciones de precepto constitucional»:
vulneración del derecho al juez ordinario, vulneración del derecho a un proceso
público con todas las garantías y vulneración del derecho a la tutela judicial
efectiva. Además, se alega una «infracción de ley» al considerar que los hechos
no pueden ser calificados como terrorismo.
La
Audiencia Nacional ha mantenido en sus autos que los hechos sí encajan como
delitos de terrorismo y que deben ser juzgados por este tribunal. En su último
auto, señaló que «no cabe realizar una valoración anticipada» sobre si la
acción de Kanjaa tuvo una «finalidad terrorista» o si estaba afectado en sus
facultades psíquicas. Según la Audiencia, los informes periciales sobre la
imputabilidad de Kanjaa deben ser debatidos en el juicio y, hasta ese momento,
no tienen valor probatorio.
Rechazo
de los damnificados
La
Fiscalía pide 50 años de cárcel para Kanjaa por el asesinato del sacristán y
por herir gravemente al sacerdote Antonio Rodríguez, quien falleció meses
después debido a un cáncer. Se le acusa de asesinato terrorista, tentativa de
asesinato terrorista y lesiones terroristas. La familia de Diego Valencia, que
ejerce la acusación particular, solicita 25 años de cárcel por atentado
terrorista.
Desde
el inicio del caso, la defensa ha argumentado que las «capacidades intelectivas
y volitivas» de Kanjaa estaban tan afectadas que no tenía la intención de
cometer un acto terrorista. Según esta perspectiva, su caso debería ser juzgado
por un jurado popular en la Audiencia de Cádiz. La defensa argumenta que la
patología mental de Kanjaa debe ser considerada como una eximente completa. La
abogada de Kanjaa niega que su cliente se haya autoadoctrinado en el yihadismo,
justificando sus consultas en línea sobre contenido islamista radical por su
trastorno psicótico.
Las
acusaciones, desde la Fiscalía hasta la familia del sacristán, han rechazado
firmemente esta visión. Las acusaciones han insistido en que trasladar el caso
a Cádiz vulneraría los derechos de las víctimas al no poder acusar de
terrorismo.
Los
hechos
El
25 de enero de 2023, Kanjaa, quien estaba sujeto a un expediente de expulsión
tras entrar irregularmente en España, llevó a cabo una serie de ataques en
Algeciras (Cádiz). Entró en la iglesia de San Isidro, increpó a una persona y
luego regresó a su casa para coger un machete. Después, atacó al sacerdote
Antonio Rodríguez y al sacristán Diego Valencia, quien murió a causa de las
heridas. Kanjaa fue detenido por la policía local después de dejar el machete
en el suelo y arrodillarse en un lugar conocido como el «Mirador del Muro».
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