A continuació us presentarem algunes mostres de les entrevistes publicades amb en Robert. Molts de nosaltres hem estat en diferents hores amb ell i ha estat un enorme plaer veure com fins i tot ciutadans anònims s’abraçaven amb ell per agrair-li tot el seu treball. Alguns fins i tot ploraven de alegría.
Amb tot aquest enrenou encara ha tret temps per escriure articles per molts diaris. Us adjuntem només el publicat en alguns dels diaris catalans.
El Periódico de Catalunya
Las reacciones al comunicado emitido por la banda asesina ETA han sido numerosas, siendo puntuado con el más absoluto de los desprecios hasta el reconocimiento exagerado. Con 24 años de contacto directo y personal con cientos de víctimas tanto dentro como fuera de Cataluña hemos vivido muchos momentos complicados. Por ejemplo, cuando cada “tregua” de ETA era analizada por algunos como una nueva mentira y por otros como una oportunidad para acabar con tanto dolor, para evitar que otros ciudadanos padecieran lo que a algunos nos obligaron a sufrir. Una extraña mezcla de sentimientos. El si pero....
En 1998, al inicio de una de esas “treguas”, surgieron voces que hablaban de “paz”. Se oyó la frase que decía “la apuesta de reconciliación, generosidad y entendimiento que hace 20 años (en 1978) hicimos todos los demócratas no tiene vuelta atrás”. Desgraciadamente, la banda asesina ETA no puso atención a esos comentarios y continuó destrozando la vida a cientos de ciudadanos anónimos.
Trece años después y tras muchas muertes y muchos heridos, el comunicado de la banda terrorista ETA del pasado jueves tiene, a mi entender, una gran importancia: los asesinos escriben, textualmente, que han “decidido el cese definitivo de la violencia”. La labor coordinada de las FCSE, la aplicación de la ley, el cierre del grifo económico y una excelente actitud exenta de rencor y venganza de la infinita mayoría de víctimas del terrorismo ha conseguido lo que años atrás parecía un espejismo: ya no habrá que ir a otro hospital, a otro velatorio, a otro entierro. Unos pocos ya hemos ido a muchos, a demasiados. Muchos ciudadanos pasearán por cualquier punto de España sin temer que quien se acerque a pedirle la hora sea un terrorista a punto de cometer un nuevo asesinato.
Y, algo importante, el sueño que muchas víctimas hemos perseguido para que nadie más sufra lo que nosotros hemos sufrido ya se ha conseguido.
Todavía queda mucho por hacer. El comunicado, escrito por cierto en castellano, no comenta nada sobre la serie de pasos cuyo cumplimiento es de sentido común: ni la fecha de disolución de la banda terrorista ni el lugar donde efectuar la entrega de las armas. Pero todo ello sería una entelequia, algo inexistente, si primero no se hubiera producido el abandono del terrorismo por parte de esta tribu que ha atentado en los últimos cincuenta años. Y es ahí donde entra la labor de los representantes políticos: se les debe exigir que todo lo que hagan sea dentro del cumplimiento legal. Menciono este punto porque desde hace meses se habla de la “cadena perpetua revisable” pero me gustaría saber si, caso de aplicarse, será como en Irlanda (siete años), en Alemania (15 años), en Francia (15 o 30 años) o Italia (26 años).
Recordaba ayer, hablando con otra víctima, la reunión de junio de 2005 con el Presidente Rodríguez Zapatero en la que nos comentó que “ningún terrorista saldrá de la cárcel antes de cumplir su condena” y le hicimos saber que estaríamos muy pendientes de que cumpliera su palabra. Eso mismo espero a partir del 20 de noviembre. Sea cual sea la sigla política que venza en las elecciones, exijo que todos cumplan respetuosamente con la ley.
No hay comentarios:
Publicar un comentario