miércoles, 23 de noviembre de 2011

24 diciembre 2010 elplural.com


24 desembre 2010

En Robert es va trobar en mig de una estranya situació sense saber ni les raons ni els perquès. Des de un medi de comunicació molt concret es va  llençar una atac dirigit contra l'ex president del Govern Felipe González i el nom i la direcció particular d'en Robert va ser esmentada en el programa.
En Robert va decidir contestar a aquella desastrosa pràctica informativa amb el següent escrit, publicat al diari digital “elplural.com”.
Hores d'ara, encara espera el recolzament de tots aquells “representants” que diuen treballar per la dignitat i la seguretat de les víctimes del terrorisme.

El lado humano de Felipe Gonzalez con Hipercor

Consecuencia: dos muertos. Causa: un conductor que sobrevive sin lesión ninguna practicando conduciendo temerariamente bajo lo efectos del alcohol y de sustancias psicotrópicas, exceso de velocidad y no respetar una señal de stop. Respetable y mayoritaria opinión ciudadana: “ese conductor tenía que haberse muerto en lugar de los dos que iban en el otro coche, o mejor ni siquiera haber nacido”
Una opinión de carácter humano, solidario y entendible.
Después de aparecer las declaraciones de Felipe González en las que opinaba “que habría volado el comando etarra de Hipercor”, agradezco a Enric que, como víctima de ese atentado, me haya consultado mi opinión. Además es oportuno porque también he recibido llamadas de víctimas del atentado que compartían conmigo sus impresiones y me alegra decir que siguen siendo las mismas que llevo escuchando desde el año 1987, cuando algunos compartíamos UCI y recuperación a consecuencia de las graves heridas sufridas. Frases que resumían una mezcla de desesperación y esperanza: “si este atentado fuera el último...”, “si estas muertes y este dolor infinito sirvieran para ser los últimos....”. Las víctimas del terrorismo hemos aprendido a vivir con nuestro dolor y, salvo algunas excepciones que no merecen comentario, hemos colaborado con nuestra paciencia a construir un país sobre la base de la dignidad y el recuerdo.
En estos veintitrés años he visto, de primera mano, el aumento en la relación de víctimas del terrorismo y he compartido el dolor con cientos de ellas. Viudas, viudos, huérfanos y huérfanos, padres y madres, incluso hermanos o abuelos de las víctimas mortales. Heridos y heridas, Sus familias. Y  precisamente por ello, desde un prisma exclusivamente personal, entiendo perfectamente la opinión del ex-presidente del Gobierno. Aunque las pensara una vez ocurrido el desastre. O quizá precisamente por ello.
Se dirá que la ley impide que un Gobierno utilice la fuerza contra los delincuentes, incluso causando su muerte. Cierto, eso es indiscutible. La ley marca unas pautas de obligado cumplimiento que deben ser siempre respetadas, porque ese respeto es el fundamento sobre el que se basa nuestro Estado de Derecho. Y que nadie olvide que el colectivo de víctimas del terrorismo en su conjunto siempre hemos sido respetuosos con la ley.
Pero ello no es impedimento para que cualquier ciudadano víctima o no, pueda manifestar su lado humano, su conciencia personal. Incluso un ex-Presidente del Gobierno.
Solo las víctimas del terrorismo tenemos derecho a hablar sobre nuestro dolor. Personalmente, estoy harto de ver o escuchar opiniones de gente que sin haber sido víctima de ningún atentado terrorista quiere marcar una línea a seguir. Ya es cansino ver y escuchar a aquellos que ni tan siquiera han pisado un hospital o han acompañado a víctima alguna a un juicio o a una pericial. Por no hablar de aquellos que tardaron diez, quince o veinte años en dar el primer paso apareciendo para su propio provecho personal.
A mí, como a tantas otras víctimas del terrorismo a las que conozco, solo nos queda esperar que la justicia siga su camino, que las condenas se cumplan en su integridad y que todo cuanto se haga para que nadie sufra nuestro mismo dolor sea dentro de la legislación vigente. Aunque nadie dijo nunca que sería sencillo.....











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