05 enero 2014
Los presos
etarras empezarán a pedir traslados tras la marcha del sábado
Interior no atenderá sus
solicitudes hasta que se desliguen de la banda
La marcha hasta lograr que ETA se convierta en un
mal sueño está señalizada por un conjunto de jalones bien visibles, y algunos
ciertamente traumáticos para sus víctimas. Uno de los más significativos ha
sido la comparecencia pública celebrada ayer en el Kafe
Antzokia de Durango (Bizkaia) por los exreclusos de ETA liberados
este otoño tras la derogación de los efectos retroactivos de la doctrina Parot,
para mostrar su “compromiso total” con el “nuevo escenario político”; o sea,
con el fin de la violencia. Los hombres y mujeres que ayer servían de
disciplinado telón de fondo a la lectura del comunicado suman cientos de
muertos y miles de años de condena. Quienes asumían su “responsabilidad” por
las “consecuencias del conflicto” —ni una palabra de disculpa o
arrepentimiento— no eran dirigentes políticos ni miembros de organizaciones
satélites abertzales: era la gente que formó la almendra central del terrorismo
en los años más crudos de la banda.
El acto de ayer buscaba dar un espaldarazo a la
decisión del pasado 28 de diciembre de los miembros de ETA en prisión —unos 500
entre España y Francia— de rechazar la violencia, aceptar la legislación
penitenciaria española y dar luz verde a los reclusos para acogerse
a beneficios penitenciarios de manera individual, algo considerado hasta ahora
como alta traición.
En el Ministerio del Interior todavía no se ha
recibido ninguna de las instancias suplicadas que han circulado por algunos
medios de comunicación y que los reclusos irán presentando de forma individual
para pedir su acercamiento a cárceles del País Vasco y disfrutar de permisos
ordinarios. Fuentes del ministerio sostienen que estas solicitudes, basadas en
el comunicado del 28 de diciembre, no tienen ningún valor, y que mientras los
reclusos no se desvinculen claramente de la disciplina etarra o hasta que ETA se disuelva y entregue las armas, la política
de dispersión se mantendrá vigente. En el Ejecutivo se tiene la
convicción de que por mucho que se las instancias se presenten individualmente
forman parte de una estrategia colectiva.
Fuentes de la izquierda abertzale indican que las
peticiones comenzarán a llegar de forma escalonada a partir del próximo día 11,
cuando está prevista en Bilbao una gran manifestación a favor de los derechos
de los presos de ETA y del fin de la política de dispersión. Esta convocatoria
ha sido organizada por el colectivo Tantaz Tanta (gota a gota, en euskera). Las
peticiones no solo serán de acercamiento a Euskadi, sino también de progresión
de grado penitenciario —para acceder a permisos hay que estar clasificado en
segundo o tercer grado y todos los etarras están en primer grado—. Además, la
izquierda abertzale también prepara la vuelta pública de un centenar de etarras
huidos de España y que no tienen cuentas pendientes con la justicia.
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