17 enero 2014 (3) El Mundo (opinion)

17 enero 2014

El partido ve el Estado de las Autonomías como una amenaza a la 'unidad española'

Nace Vox pidiendo la eliminación de los parlamentos regionales

Ortega Lara: 'Me da rabia ver libre a Bolinaga pero lo tengo que asumir'

El promotor de Vox hará campaña europea y no descarta presentarse a las municipales

Vox se presentó ayer en sociedad con una propuesta rompedora: la supresión de todos los

Parlamentos autonómicos. «Defendemos», anunció Santiago Abascal, «un Estado más funcional y eficiente, que integre la rica diversidad de España, pero con un solo Gobierno, un solo Parlamento y un solo Tribunal Supremo». Una inesperada expectación mediática rodeó el acto, en el que José Antonio Ortega Lara se convirtió en principal protagonista.

Y es que 532 días de encierro en un zulo y tres lustros de silencio desembocaron ayer en un torrente de palabras. Palabras indignadas, comprometidas, rompedoras y serenas a un tiempo. Nunca antes se había vaciado José Antonio Ortega Lara en sentencias políticas y confesiones personales. Nunca había hablado ante tantos micrófonos ni había atendido, uno a uno, a los medios de comunicación. Y ello, por un doble compromiso: con Vox y con «España», según arrancó, en «estos momentos convulsos para la nación».

«Yo estaba mucho más cómodo en mi casa sin meterme en líos», dijo en público, «pero lo que me ha decidido es la frase de mi hijo de 20 años: «¡Vaya país nos habéis dejado!». «Yo me ví obligado a jugarme la vida por España», añadió, «y hay veces en la vida que hay que arriesgar. Ha llegado la hora de que todos nos comprometamos más con España».

Política antiterrorista

En su presencia, la política antiterrorista se convirtió ayer en una de las señas de identidad del nuevo partido. El ex funcionario de prisiones se mostró duro en su primera intervención, al acusar a los socialistas de «preparar el camino» a los etarras, y a los populares, de convertir a éstos en «estrellas del celuloide». No obstante, también templó gaitas, y en lugar de culpar al Gobierno de Rajoy de hacer «concesiones» a ETA, afirmó que «se ha limitado a seguir el guión, la hoja de ruta que le dejó el PSOE». «Es legítimo y puede hacerlo, pero yo como español y como víctima, no puedo asumir esa postura», puntualizó en público.

A continuación, y en conversación con este diario, la víctima del secuestro más largo de la Historia de ETA se sinceró sobre su carcelero: «Me da rabia ver libre a Bolinaga. Nunca me creí la versión del Gobierno de que se le excarcelaba por razones humanitarias. Pero tengo que asumirlo. Tengo que intentar que mi corazón no mande sobre mi razón».

Pero Ortega Lara no sólo habló de terrorismo. «España está en riesgo de desaparecer tal como la conocemos», dijo a este diario, «por el desafío secesionista, la degradación de las instituciones y la corrupción». Los promotores de Vox son muy conscientes de que Ortega Lara es un banderín de enganche esencial para su formación, pero tal como dejó ayer constancia su presidente en funciones, José Luis González Quirós, se ven obligados a reconocer su «falta de ambición».

'No hay nada a corto plazo'

Al menos de momento, porque pese a descartarse como candidato a las próximas elecciones europeas, el ex funcionario de prisiones aseguró a este diario que va a hacer campaña por España. Además, a los pocos minutos de arremeter contra «la torpeza» del alcalde popular de Burgos en Gamonal, Ortega no rechazó una posible candidatura municipal: «No voy a decir de este agua no beberé, pero no hay nada a corto plazo».

Si en algo insistieron ayer Ortega, Abascal, Camuñas y el propio Quirós es en que «Vox no va contra nadie ni es escisión de nadie», en relación con el PP. Y tal vez para atestiguarlo, allí estaban en primera fila Mikel Buesa, ex número dos de UPyD en las elecciones generales de 2007, o Carlos Bustelo, ex ministro de Industria con Adolfo Suárez y fundador del antiguo Partido Socialdemócrata junto al fallecido Francisco Fernández Ordóñez. Entre el público también se encontraba la ex presidenta de la AVT, Ana María Vidal-Abarca, madre de una miembro de la cúpula gestora, Ana Velasco.

Ante ellos y unas decenas de simpatizantes de la nueva formación, los promotores de Vox fueron desgranando una ideología ciertamente parangonable a la del PP -contra el aborto y la subida de impuestos; a favor de la Monarquía- y un programa más próximo a movimientos como Ciudadanos o UPyD.

En algunos puntos, como el autonómico, van más lejos. Vox no se conforma con reordenar el Estado de las Autonomías, sino en declararlo en su ideario definitivamente «fallido». «El Estado autonómico está amenazando la unidad española», dijo Ignacio Camuñas. «Las autonomías, dijo González-Quirós, «se han convertido en un auténtico disparate», que ha dado lugar a «desigualdades ridículas» entre los españoles. Abogan por «recuperar muchas competencias» para el Estado y «acabar» con unas instituciones propias que se crearon por «el exceso de ambición de las minorías políticas».

Opinión:

Solo me voy a referir a las frases del señor Ortega Lara: 'Me da rabia ver libre a Bolinaga pero lo tengo que asumir'. Pues si, es verdad, como todos los ciudadanos, seamos o no víctimas.

Pero ya puestos y viendo los cambios que propugnan, podrían ir a pedir explicaciones a Francisco Franco en el Valle de los Caídos. Al fin y al cabo fue el responsable de la liberación de Bolinaga y los cientos de delincuentes (terroristas o no) que han ido saliendo y saldrán a consecuencia del Código Penal que se aprobó en 1973.

Y mientras tanto, cientos de víctimas del terrorismo siguen todavía sin ser atendidas como merecemos.

Esas mismas víctimas a las que también nos obligaron, parafraseando sus palabras,  a “jugarnos la vida por España”. A casi mil se la arrebataron directamente. Aunque a algunos nos cabe el inmenso orgullo de no haber aceptado los ofrecimientos recibidos para hacer campaña política con nuestro dolor. Puedo entender que Usted lo haga pero, si lo hace, acepte también las críticas que le puedan caer.

Tenga en cuenta que ser víctima del terrorismo no nos da, a ninguna, mas o menos credibilidad como al resto de los ciudadanos. Y tampoco a formar parte  de lobbys políticos, por ello le ruego que no hable nunca en mi nombre.