05 enero 2014
Opinión:
Ante todo agradecer a los medios de comunicación su interés en conocer mi opinión sobre el acto realizado ayer en Durango por los miembros de la banda terrorista ETA. Supongo que 26 años en este tema dan una experiencia y una trayectoria de la que otros muchos carecen.
Dicho esto, ofrecer mi opinión via blog al coincidir hoy con la celebración familiar de los 31 años de matrimonio con mi esposa. Por ello he redirigido a los medios a la presente información. Gracias por entenderlo.
En relación al acto de ayer en Durango quiero recordar aquella frase de Ernest Lluch dirigida a los que jaleaban a finales de la década de los 90 los atentados de ETA. Les dijo, en la misma Euskadi... “gritad, gritad que mientras gritáis no matáis”. Haciendo mia la frase y coincidiendo con numerosas víctimas con las que he hablado ayer sábado y hoy domingo, solo digo que “mientras hablan no matan” y que “contra el defecto de pedir la virtud existe de no dar”.
Durante años le hemos pedido, exigido también a ETA, que dejara de matar. Desde octubre de 2011 se ha conseguido. Les hemos pedido y exigido que reconocieran el daño causado y ya lo han hecho. Se les ha exigido que pidieran lo que quisieran hablando y ahora están aprendiendo a hacerlo.
Evidentemente hay mucho dolor, muchas muertes y muchas secuelas en la salud física y mental (o en ambas) en miles de familias. Eso es inolvidable y la experiencia personal lo demuestra, pero ya no volverá a repetirse. Es la victoria de la sociedad frente a los terroristas.
Por otro lado, que pidan todas las prebendas penitenciarias que les apetezca. Mientras hablan no matan pero la legislación está para ser cumplida. Que quieren estar en una prisión cerca de sus casas, que lo estén, pero en prisión. Lo que está claro es que hemos tenido que acatar que los terroristas tuvieran beneficios penitenciarios por atentados anteriores a 1995 porque así lo marcaban los beneficos penitenciarios de la legislación franquista. Pero gracias a la labor de muy pocas víctimas (ninguna de las que ahora aparecen marcando estrategia personal estaban presentes entonces), en 1995 y en plena democracia conseguimos un nuevo Código Penal que obliga a cumplir 30 años como mínimo sin aquellos beneficios anteriores. Por ello, EXIJO que ningún terrorista con atentados posteriores a 1995 salga de prisión antes de cumplir su condena. Ninguno. Así espero que se haga, máxime cuando el propio Ministro de Interior lo declaró a mi pregunta realizada en un acto en Barcelona el pasado 04 de noviembre.
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