8 enero 2014
COMUNICADO CONJUNTO ANTE LA MOVILIZACIÓN POR LOS PRESOS DEL DÍA 11 DE ENERO
IUN-NEB, Batzarre, Equo Euskadi, Equo Navarra-Nafarroa, Ezker Anitza-IU e Iratzarri-EKI exigen al gobierno del PP el respeto al conjunto de derechos de las personas encarceladas, e instan al colectivo de presos vinculados a ETA al reconocimiento de lo injusto e inútil del dolor causado.
Sobre la política penitenciaria: DDHH y principios humanitarios
Las organizaciones abajo firmantes llevamos años rechazando la política de alejamiento de los presos y presas condenados por pertenencia a ETA: a) porque implica un castigo añadido tanto para ellos, como para sus familiares y amistades; b) porque contraviene uno de los principios rectores de la legalidad penitenciaria en lo relativo al cumplimiento de penas; y c) porque además se ha demostrado contraproducente para facilitar la reinserción, que debe ser un objetivo central en cualquier sistema penitenciario democrático.
En cuanto a la excarcelación de quienes tienen enfermedades graves e incurables la exigencia de su aplicación se deriva del respeto debido a la dignidad de todo ser humano, independientemente de los delitos que hayan cometido.
Por ello exigimos al Gobierno del PP el cumplimiento de la legalidad vigente en materia de política penitenciaria, poniendo fin a las medidas de excepción que, a través de la perversión de esa legalidad con un castigo añadido al propio de la condena, se han instrumentalizado para obtener réditos políticos. Especial preocupación nos merecen los encarcelamientos derivados de la doctrina del "entorno de ETA" por lo que suponen de restricción de las libertades políticas fundamentales, de modo que exigimos que se revisen los juicios realizados contra el entorno de la izquierda abertzale tradicional, con el fin de anular aquellas sentencias basadas en informes policiales que no incluyeran pruebas delictivas sólidas, objetivas e individualizadas.
La responsabilidad de las propias personas presas: reinserción y reconocimiento de "lo injusto e inútil del daño provocado"
En materia penitenciaria, conviene recordar que la libertad condicional de las personas que han cumplido 3/4 partes de la condena requiere la previa obtención del 3º grado penitenciario, y eso supone mostrar voluntad de reinserción, lo cual implica un enfoque y unos contenidos sustancialmente distintos a los hasta ahora planteados por los presos y presas de ETA y por la izquierda abertzale tradicional.
La progresión de grado penitenciario, el disfrute de permisos de salida y el proceso de reinserción nos llevan en primer término a la responsabilidad de las propias personas presas. Así lo han mostrado los integrantes de la vía Nanclares, que con su autocrítica están contribuyendo a la reconstrucción de la convivencia a través de la justicia restaurativa. De forma incomprensible e inaceptable, este camino está siendo obstaculizado por el Ministerio de Interior, hasta el punto de que ahora mismo sólo los tribunales, tras sucesivos recursos, están amparando los derechos penitenciarios de ese colectivo.
En cuanto a la situación del resto de las personas presas, la mayoría de ellas englobadas dentro del EPPK los únicos que reciben el apoyo de la izquierda abertzale tradicional, su actitud ha venido siendo notablemente distinta, ya que hasta ahora se han negado a dar pasos para atenuar sus penas y disfrutar de beneficios penitenciarios. En este sentido valoramos de forma positiva el paso dado recientemente por el EPPK, pero consideramos que, para garantizar que no se repita en el futuro, es imprescindible que ese colectivo reconozca lo injusto, injustificado e inútil del dolor provocado a sus víctimas.
Todos los Derechos Humanos para todas las personas: el reto de la coherencia
También conviene destacar la importancia de la coherencia en la defensa de todos los DDHH, a la que los convocantes de la manifestación aluden. Las organizaciones firmantes de este comunicado entendemos que esos principios interpelan tanto al cambio de la política penitenciaria que los vulnera, como a la autocrítica y deber de reparación de quienes provocaron un injusto dolor a sus víctimas y de quienes les apoyaron en ese triste y antidemocrático camino. Consideramos que la defensa coherente de "todos los DDHH para todas las personas" conlleva un planteamiento integral: defensa radical de los derechos de las personas presas, y deslegitimación de la violencia que hemos sufrido, reconociendo que ésta sólo ha aportado un sufrimiento inútil a las víctimas y al conjunto de la sociedad vasca.
Finalmente queremos recordar que el año pasado no se aceptaron las aportaciones que realizaron algunas de nuestras organizaciones, y que este año lamentamos que no haya habido ni oportunidad de incorporar ideas importantes para fuerzas políticas y sociales, que compartimos la exigencia de cambios en la política penitenciaria.
Por las razones anteriormente expuestas, que en nuestra opinión son determinantes, y aunque compartimos una parte de sus reivindicaciones, hemos tomado la decisión de no participar en la movilización del día 11 de enero
Aunque no es mi propósito hacer propaganda de ningún partido político o entidad social en especial, creo importante plasmar el presente comunicado como ejemplo de que las cosas están cambiando en el País Vasco y no solo están cambiando sino que existe la libertad de hacerlas publicas.
Y existe la libertad de ponerse frente a aquellos que, hasta no hace mucho, amenazarían con destrozarte el futuro si se osaba hacer algo parecido. El hecho de que se razonen los argumentos para no acudir a una concentración en apoyo a los presos (etarras) vascos y se razonen públicamente con argumentos coherentes es un enorme paso que desde Cataluña celebro enormemente.
Evidentemente no entro a valorar los posicionamientos políticos ni los argumentos de los firmantes del manifiesto. Solo quiero hacer público mi reconocimiento a su valentía por decidir hacer público el hecho de no secundar la concentración del día 11.
He hablado con cientos de personas en estos 26 años de trabajo que no se atrevían ni a toser delante de según que personajes. Ahora tosen, opinan y publican lo que creen conveniente. Sin duda, un enorme paso. Un buen amigo experto en estos temas sociales, desde el País Vasco lo ha definido como “una posición sólida, ecuánime y coherente”. Lo suscribo.
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