miércoles, 3 de enero de 2018

02 enero 2018 (2) Diario Vasco (opinión)

02 enero 2018 



Sortu pide una hoja de ruta para la excarcelación de los reclusos

El secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, aseguró el pasado domingo que 2018 «tiene que ser el año en el que los agentes políticos, sociales, sindicales e institucionales de Euskal Herria acuerden una hoja de ruta para la excarcelación de los presos» de ETA. Rodríguez hizo esta reflexión tras participar en una marcha a la cárcel de Martutene, organizada por la iniciativa Kalera kalera!, de apoyo a los reclusos de la banda, con motivo del día de Nochevieja.
La movilización, en la que también tomaron parte la diputada de EH Bildu, Marian Beitialarrangoitia, e históricos dirigentes de la izquierda abertzale como Karmele Aierbe y José María Olarra, consistió en una concentración ante el centro penitenciario guipuzcoano, donde confluyeron dos manifestaciones, una procedente de Hernani y otra del barrio donostiarra de Egia. Rodríguez afirmó que un año después del desarme de ETA, ahora toca sacar a los presos a la calle» porque, según apuntó, «no es posible hablar de normalización política ni de paz mientras en las cárceles españolas y francesas sigan existiendo centenares de presos vascos».
El dirigente de Sortu se dirigió a los presentes desde un estrado instalado en las proximidades de la cárcel de Martutene, donde destacó que la actitud «generosa y constructiva», tanto de ETA como del colectivo de presos, tras el abandono de la violencia por parte de la banda, «contrasta con la actitud de los Estados español y francés y, sobre todo, del Gobierno español», al que acusó de estar «obstaculizando todo el avance del proceso de soluciones».
Apuntó que «seis años después del cese definitivo por parte de ETA y, prácticamente un año después de su desarme, los Estados siguen empleando la violencia y su particular estrategia político-militar para imponer su proyecto político». Matizó, en este sentido, que «la política de dispersión es violencia», al igual que «mantener a los presos gravemente enfermos en prisión» o «intentar imponer un relato de vencedores y vencidos».

Opinión:

Pues va a ser que, para la “normalización política” no creo que sea necesario sacar a ningún preso a la calle…
Escribiendo estas palabras he tenido un “deja vu”… recuerdo haber dicho lo mismo cuando allá por 1995 se decidió que los miembros de la banda terrorista Terra Lliure debían salir a la calle “por la normalización de la vida social en Catalunya”, a lo cual también me negué como delegado en Catalunya de la antigua AVT.
Ya hemos tenido que soportar que la legislación aportara beneficios penitenciarios a asesinos condenados a miles de años de cárcel por cometer numerosos atentados, numerosos asesinatos y numerosas heridas graves a numerosos supervivientes. Ya hemos tenido que soportar ver cómo muchos (no todos) de estos terroristas han salido y en ningún momento han mostrado una sola señal de arrepentimiento. Incluso los cambios en la política penitenciaria permiten que sean acercados a sus lugares de origen para evitar desplazamientos a sus familiares y amigos (aunque cuando los terroristas asesinaban a esos familiares y amigos no les importaba lo más mínimo saber donde se encontraban e incluso, en muchos casos, escondían el paradero de sus ahora seres tan queridos…)

Pero de ahí a tener que verles en la calle por la “normalización política”… por mi parte, va a ser que no… 

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