30 enero 2018 (28.01.18)
Hay que acabar ya con
la triple victimización
Históricamente, los
atentados terroristas desconocidos perpetrados contra españoles por el grupo
armado árabe Frente Polisario (Frente Popular de Liberación de Saguía el Hamra
y Río de Oro) desde 1974 hasta 1987, en la antigua colonia del Sahara español,
han sido olvidados por la comunidad académica y científica, la sociedad y la
opinión pública. Estas 300 víctimas españolas del terrorismo -trabajadores
especializados que en aquellos años operaban las minas de fosfatos de FosBucraa
(con la obligación de proteger su seguridad por los gobiernos español y
marroquí) y pescadores canarios que faenaban en el caladero canario-africano,
que en su mayoría fueron objeto de brutales atentados terroristas con
asesinatos por explosiones de bombas, así como también secuestros, ametrallamientos
mortales en alta mar, heridos y desaparecidos- han padecido durante estos
cuarenta años la auto-propaganda justificativa de este grupo en los medios de
comunicación, la sociedad y la clase política.
De ahí la
necesidad de investigar y ahondar política y académicamente sobre este
colectivo de víctimas del terrorismo y sus familias, abandonadas a su suerte
hasta que hace una década se creó Acavite. Han permanecido desatendidas y
apartadas de las agendas oficiales, administrativas y judiciales, pero sobre
todo de la reciente historia de España y de las Islas Canarias, pagando un alto
precio para estabilizar la
Democracia , el Estado de Derecho y la geopolítica de
conveniencia y silencio durante la Transición española.
Ante este
paradigma cabe preguntarse por qué y quiénes han permitido deliberadamente esta
banalización e impunidad judicial, académica, social, política, administrativa,
histórica y mediática hacia estas víctimas isleñas desconocidas del terrorismo
del Frente Polisario -a diferencia de otras víctimas, que también han sufrido
desgraciadamente la lacra terrorista, como es el caso de ETA o el terrorismo
yihadista, pero que sí han logrado su merecido reconocimiento de memoria,
dignidad y justifica-. La respuesta no está muy lejos. No en vano, son la Administración , la Justicia y el Estado
quienes tienen la responsabilidad de acabar ya con la triple victimización que
sufrimos aún hoy las víctimas y familiares directos de los atentados cometidos
por el Frente Polisario y el MPAIAC.
No hay que perder de
vista algunos factores que, creo, lo han permitido. Desglosaremos un análisis
crítico de las posibles causas, a partir del conocimiento docente y
universitario, la experiencia personal-vital y la trayectoria periodística en
diferentes medios. También aportaremos algunas pinceladas del papel fundamental
desarrollado por Acavite en censar, investigar y descubrir el largo listado de
atentados terroristas y víctimas afectadas.
¿Por qué se
observa una vuelta de acciones terroristas en el norte del Sahara, Sahel y
Magreb, y una creciente radicalización del discurso violento de los primeros
dirigentes del Frente Polisario más sanguinarios y que ahora han vuelto de
nuevo a presidir esta organización, retrotrayéndonos inexorablemente a cuando
cometieron estos atentados terroristas contra españoles, canarios en su
mayoría, hace cuarenta años? Esta premisa se confirma con unas acciones
judiciales actuales que pasan por procesar a miembros y dirigentes del Frente
Polisario por las atrocidades perpetradas en los años 1974-1987.
Del mismo modo,
cabe preguntarse por qué tiene dictada una orden de busca y captura como
investigado para declarar, emitida por el juez José de la Mata de la Audiencia Nacional ,
por delitos de genocidio, asesinato, torturas, secuestros, explosiones de
bombas y desapariciones, si entra en España o en Europa, el actual presidente
del Frente Polisario, Brahim Ghali, que precisamente fue el antiguo ministro de
Defensa del ala más violenta y radical de esta banda independentista durante
las décadas de los 70 y 80 del siglo XX, cuando se produjeron los 300 atentados
terroristas y gravísimas vulneraciones de los derechos humanos y fundamentales.
Otra cuestión a
tener en cuenta es: ¿acaso no está encausado penalmente ante la Audiencia Nacional
el actual presidente del Frente Polisario, Brahim Ghali, por otros ataques y
atentados en Tinduf, según han denunciado otras víctimas ante la Justicia española? En
estos momentos clave, todos, incluidos el Estado, la Administración y la Justicia , tienen que ser
valientes y consecuentes, puesto que las víctimas canarias del terrorismo del
Frente Polisario y MPAIAC deben estar representadas y visibilizadas en el
Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, para constatarse que se
escribirá con rigor y veracidad el relato argumental de toda la historia del
terrorismo en España. De lo contrario, todo el trabajo que se ha realizado en
ganar credibilidad argumental e histórica del dolor comprendido e incomprendido
de todas las víctimas del terrorismo de este país se- ría un fraude y un error.
Y es que las
hemerotecas, los testigos y la verdad no olvidan. Hablan por sí mismos. Basta
recordar el atentado con dos bombas mortales contra Francisco Jiménez, mientras
trabajaba en la empresa de fosfatos FosBucraa, en el antiguo Sahara español,
hoy Marruecos (ambos países compartían la seguridad de esta empresa y debieron
ayudar y proteger a las víctimas). O el largo secuestro perpetrado por el
Frente Polisario en Tinduf y posteriores torturas al empresario Antonio Martín,
liberado posteriormente a cambio de canjear a varios terroristas miembros de un
comando del Frente Polisario encarcelados en Canarias, tal y como atestiguan y
demuestran los testimonios irrefutables y las fotografías captadas durante los
tristes acontecimientos.
Mientras tanto,
supervivientes, viudas, huérfanos y familiares directos canarios de todos estos
atentados del Frente Polisario siguen abandonados de la mano de Dios. Mientras,
las promesas ministeriales de ayudas al empleo estable y público se diluyen en
palmadas en la espalda, las promesas gubernamentales de equiparación justa y
elevación de cuantías indemnizatorias entre víctimas con o sin sentencia
suponen mayores penalidades y humillaciones para los más necesitados y débiles,
como les pasa a las víctimas de Acavite. Si a todo esto se le suma la impunidad
judicial en la
Audiencia Nacional para los atentados cometidos contra
españoles por el Frente Polisario, encerrados en cajones no se sabe muy bien
por qué, y además la dejadez y complicidad política en Madrid y Canarias,
sumada a la ausencia de una ley canaria complementaria, escenifican un campo de
doble victimización tercermundista deplorable que padecen las víctimas canarias
del terrorismo del Frente Polisario, que debiera avergonzar a muchos con nombres
y apellidos conocidos y anónimos -que en otra ocasión desvelaré-, por lo
indecente e improcedente de sus acciones evasivas, tanto a los sucesivos
gobiernos democráticos, la clase política, los jueces, la Administración , los
medios, la sociedad y, sobre todo, el Estado español, que no ha puesto en valor
ni ha tenido la gallardía de exigir la memoria, la dignidad, la justicia y la
verdad de toda la sangre derramada por la locura de un grupo terrorista como el
Frente Polisario, que cuenta aún hoy con la complicidad romántica, monetaria y
estratégica de indecentes. No en vano, muchos partidos políticos, instituciones
públicas y asociaciones recolectan millones de euros de los españoles, que cada
año van a parar a los dirigentes del Frente Polisario.
Por cierto, ¿van a
seguir con la temeridad de subvencionar a este grupo terrorista aún hoy, a
pesar del requerimiento judicial internacional por delitos de lesa humanidad
que pesa sobre sus líderes? Será interesante observar el devenir que les espera
a algunos.
Opinión:
Cierto, hace diez años tuve el honor de colaborar en la
creación y presentación de Acavite y debo reconocer que, en aquellos años,
hasta pensé que el Gobierno español haría algo por todas aquellas víctimas.
Pero han pasado diez años, reuniones con diferentes
ministros, contactos con Fundaciones “de” víctimas y, por lo visto, todo continúa
igual.
La pregunta es ¿hasta cuando?
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