09 diciembre 2020 (08.12.20)
Las alas del Ángel Xavi
Carta abierta de Javier Martinez y Robert Manrique, víctimas del terrorismo
Dicen que la justicia es el “principio moral que inclina a obrar y juzgar respetando la verdad y dando a cada uno lo que le corresponde”. Pero para muchas personas, la justicia es la interpretación de la legislación y, como toda cosa interpretable, depende de quien tenga el derecho a ejercer la interpretación. Por eso, para muchos, la justicia es la aplicación de la legalidad aunque ésta no sea justa.
Decimos esto porque la experiencia nos enseña que, en lo relacionado con juicios por terrorismo, la legalidad y la justicia no siempre coinciden. Hay cientos de sentencias que podrían corroborar lo que decimos y cientos o hasta miles de víctimas que estarán de acuerdo con este criterio.
Por esta razón escribimos este artículo. Como víctimas de la banda terrorista ETA o como víctimas del terrorismo yihadista, nuestra opinión coincide. Y ahora que se está celebrando el juicio (por cierto, un juicio ¿se celebra?) por los atentados de agosto de 2017 en Cataluña, la percepción de que algo está fallando está presente en cada una de las sesiones. ¿Se está juzgando a los presuntos miembros de la célula o se está defendiendo que el Estado no hizo nada mal?
La postura más común en cualquier víctima de un delito es saber qué ha ocurrido, saber si el delito pudo evitarse y saber qué pudo fallar para que no vuelva a ocurrir. Y esos son los deseos de todas las víctimas que conocemos desde el 16 de agosto de 2017. Y el mismo criterio de la inmensa mayoría de los atentados ocurridos en España desde, según la legislación, el año 1960.
Pero creemos que en el juicio que empezó el martes 10 de noviembre no se está haciendo lo necesario para conocer la verdad de lo ocurrido. Ya se evitó crear la Comisión de Investigación que habría ofrecido respuestas a muchas dudas y preguntas. Los políticos responsables de la seguridad del Estado (por lo tanto, la nuestra) no acudieron a declarar en la Comisión creada en el Parlament de Catalunya. La frase del entonces ministro de Exteriores de septiembre de 2016 sobre que "un ataque terrorista se supera, la disolución de España es irreversible" o la de julio de 2017 en el sentido de que “en agosto pasarán cosas en Cataluña” no merecen la atención que debieran…
Todo eso está ocurriendo ahora y a muchas de estas cosas no encontramos explicación. Por eso, decidimos que dependiendo del sentido de la sentencia tendremos la obligación moral de acudir a tribunales externos. Es decir, a la justicia europea. Para esclarecer los puntos que puedan generar dudas tras la sentencia.
Esa es la razón por la que se ha iniciado la campaña “Alas de Xavi”. Para conseguir los fondos imprescindibles que permitan acudir a las altas esferas jurídicas de Europa. Para conseguir respuesta a nuestras dudas. Para que aquellos países que, hasta ahora, no han mostrado interés en que se investigue todo lo pendiente se vean obligados a dar la cara por sus propios conciudadanos.
La pandemia nos ha impedido organizar actos públicos. Teníamos previsto un concierto musical, un encuentro de comparsas de Carnaval (gracias Carapapas), obras de teatro… pero ahora no es posible. De ahí nace la campaña “Alas de Xavi”, para dar la oportunidad a todas aquellas personas que quieran colaborar con nuestro deseo de llegar hasta el final y aclarar todas las dudas que tantas víctimas y tantos ciudadanos tenemos. La campaña consiste en la obtención de recursos para ejercer las acciones oportunas ante los tribunales de rango superior. Solo queremos que nadie más tenga que pasar por la misma situación que tantos hemos pasado antes y que si deben depurarse responsabilidades, se haga con todas las consecuencias.
Javier Martínez Espinola, padre de Xavi Martínez Mompart, niño de 3 años asesinado en atentado Ramblas
Robert Manrique Ripoll, asesor de UAVAT y víctima de atentado de ETA en Hipercor
Opinión:
La campaña “Las ales del ángel Xavi” es una propuesta que Javier Martínez ha iniciado y que muchas víctimas de los atentados de agosto 2017 secundan con la única intención de conocer realmente qué ocurrió y qué fallos sucedieron para evitar que atentados como aquellos puedan volver a repetirse.
Es evidente que hay acusaciones que, entre sus objetivos, tienen la intención de evitar la repetición de situaciones que puedan llevar a la comisión de nuevos atentados, conseguir la máxima condena para los “presuntos” que ahora están siendo juzgados y, además, que se respeten los derechos que las víctimas tienen y que, desgraciadamente, en no pocas ocasiones quedan ensombrecidos bajo otras cuestiones más políticas que asistenciales.
Desgraciadamente, queda mucho todavía por hacer pero con la imprescindible ayuda de abogados expertos en terrorismo yihadista, todo es más llevadero. Y me consta que los abogados y los miembros del área asistencial de la Asociación 11-M están haciendo una labor enorme desde que el viernes 18 de agosto de 2017 ya se personaron como primera acusación. Más de tres años de trabajo, más de 1200 días después, ahí siguen representando a 73 víctimas en el juicio penal.
¿Alguien da más?
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