02 diciembre 2020 publico
Los terroristas que atentaron en Barcelona y Cambrils en 2017 planeaban atentados aún más sangrientos
Lo que tenían en su habitación es triperóxido de triacetona, TATP, explosivo conocido como ‘madre de Satán’. Se encontraba en la fase de secado y cristalizado, el paso previo a ser empleado como un explosivo tan potente como peligroso e inestable. Los terroristas presumían de su habilidad para fabricar el TATP. Tenían la materia prima necesaria para fabricar media tonelada. Su objetivo era hacer el máximo daño posible, tanto con furgonetas cargadas de explosivos como con ataques suicidas. La inestabilidad del explosivo y la falta de experiencia en su manejo hicieron el resto: la casa de Alcanar saltó por los aires. En ese momento solo estaban tres miembros de la célula. Solo sobrevivió Mohamed Houli, ahora en el banquillo.
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