06 octubre 2024
Dos
etarras se enfrentan a 21 años de cárcel por un atentado en la Universidad de
Navarra
El
ataque causó varios heridos y abundantes daños materiales
Dos
etarras del comando Ezuste se enfrentan desde este lunes a 21 años de cárcel
como presuntos autores de un atentado con coche bomba contra la Universidad de
Navarra, el 30 de octubre de 2008, que causó varios heridos y abundantes daños
materiales.
Los
acusados, Iurgi Garitagoitia y Joanes Larretxea, se sentarán esta semana en el
banquillo de la Audiencia Nacional por esta causa después de que Francia, donde
fueron detenidos en 2009, autorizara el pasado año que fueran juzgados en
España por estos hechos por los que en un principio no habían sido entregados.
Sí
que lo fueron por otras acciones terroristas por las que ya han sido condenados
en España a elevadas penas de cárcel. La más abultada, 389 años de prisión, por
colocar en enero de 2009 un artefacto explosivo en un repetidor de telefonía de
Hernani y dos bombas trampa en las cercanías para alcanzar a los ertzainas que
acudiesen tras la primera explosión.
También
han sido condenados a 44 años de prisión como responsables del asesinato del
empresario Ignacio Uría el 3 de diciembre de 2008 en Azpeitia (Guipúzcoa),
dentro de la campaña de la banda terrorista contra la construcción del AVE.
Ahora,
en este próximo juicio, la Fiscalía expondrá que como integrantes del comando
Ezuste, entre octubre de 2008 y febrero de 2009 planearon detonar un coche
cargado de explosivos en el aparcamiento del campus la Universidad de Pamplona,
frente a la biblioteca de Humanidades.
Con
ese fin, el 29 de octubre de 2008 sustrajeron un vehículo estacionado en un
parking de la localidad de Zumaia (Guipúzcoa) y cargaron en su maletero un
artefacto de iniciación eléctrica y activación temporizada, con una cantidad
aproximada de 80 kg de “Kaskabarro” con el componente principal cloratita
(Clorato de sodio CIO3NA).
Al
día siguiente, estacionaron el vehículo en el citado aparcamiento y a las once
de la mañana explosionó, "causando lesiones a 168 personas que debieron
ser atendidas en los distintos centros médicos de la localidad", según
relata la Fiscalía en su escrito de conclusiones provisionales.
La
explosión causó numerosos desperfectos materiales y afectó a 98 vehículos, al
ala derecha del edificio principal de la Universidad y otros inmuebles
aledaños. También ocasionó un cráter en el asfalto de 154 cm de ancho, 27 cm de
largo y 10 cm de profundidad. El gasto tasado para la reparación de los daños
ascendió a 2.135.103,79 de euros.
Momentos
antes de la explosión, a las 9:53 horas, se recibió una llamada en la DYA de
Álava. Una voz de hombre que hablaba en castellano alertó del atentado:
"Va a estallar un coche en el campus universitario".
Días
después, el 6 de noviembre, el diario Gara publicó un comunicado de ETA en el
que asume "la autoría de la colocación y posterior explosión del coche
bomba".
Para
el fiscal estos hechos son constitutivos de un delito de robo de vehículo de
motor de carácter terrorista (3 años de cárcel), de un delito de estragos
terroristas (18 años), y de 103 faltas de lesiones, por las que pide que sean
condenados a una multa de 111.240 euros cada uno.
Opinión:
Como siempre he dicho, un atentado no debe prescribir nunca. Y las
consecuencias penales tampoco.
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