16 diciembre 2014 El Periodico de Catalunya (opinion)

16 diciembre 2014

Rouco, ‘no mentirás’

Iosu de la Torre

Diez años del 11M y un cardenal a la fuga. Poco le importa el camino de la reconciliación y el perdón

Hemos desgastado palabras reclamando que los conspiranoicos tuvieran la decencia de pedir perdón por las mentiras sobre el 11M, diez años ya del atentado yihaidista en los trenes de Madrid, para que el arzobispo Rouco Varela aprovechase la misa conmemorativa para sembrar todas las dudas a favor de los manipuladores. Faltaban 24 horas para que la Iglesia española le diese el relevo, y el sermón no pudo ser mas vomitivo.

Poco le importó que por fin las víctimas del terror, todas las víctimas, se reconciliasen. “Murieron, sufrieron y sufrimos porque hubo personas que, con una premeditación escalofriante, estaban dispuestas a matar inocentes a fin de conseguir oscuros objetivos de poder, porque hay individuos y grupos sin escrúpulo alguno, que desprecian el valor de la vida humana y su carácter inviolable, subordinándolo a la obtención de sus intereses económicos, sociales y políticos”, disparó. Y se quedó tan ancho coronado por la mitra.

Pilar Manjón, la madre de todas las madres del 11M, podría haberse santiguado al escuchar la provocación del arzobispo. Mantuvo compo9stura igual que en el breve saludo que le dio el enmaletado Reu de España. Allí estaban también Mariano Rajoy y su esposa, junto a las demás viudas, Angeles Pedraza de la AVT, Mari Mar Blanco, de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, y Angeles Domínguez, de la asociación de Ayuda a las Víctimas del Terrorismo. Luto riguroso para una ceremonia excluyente de otras religiones que no fuera la católica y olvidadiza con los expresidentes Aznar y Rodríguez Zapatero.

Ha salido Rouco de la escena. No es arzobispo para los tiempos del simpático papa Francisco. No es catíólico que cumpla con el octavo mandamiento. En el décimo aniversario del 11M mintió como Pedro Jota y la cúpula de la COPE en pleno.

Opinión:

Excelente artículo, aunque me gustaría aclarar una cuestión que he vivido desde el momento de la escenificación de la “unidad” de las víctimas del 11M: esa unidad se rompió desde el momento en que los organizadores del evento decidieron que solo fuera un acto de carácter católico. Lo se porque muchas víctimas del 11M me lo han hecho saber desde el minuto cero.

Desgraciadamente la consabida reconciliación no es tal… hay algunas víctimas que solo buscan su propio protagonismo y han engañado, vilmente, a otras víctimas. Lo sé porque estaba allí.