16 julio 2015
Catorce víctimas a las que sí humilló Zapata quieren declarar en la Audiencia
Catorce víctimas del terrorismo están dispuestas a declarar
ante el juez de la
Audiencia Nacional Santiago Pedraz que sí se sintieron
ofendidas y humilladas por el tuit del concejal de Madrid Guillermo Zapata (“Han
tenido que cerrar el cementerio de las niñas de Alcaser para que no vaya Irene
Villa a por repuestos”), tras la decisión del magistrado de archivar las
diligencias y dejar sin efecto su citación como imputado por un delito de
humillación a las víctimas.
Catorce
Dignidad y Justicia (DyJ) ha reclamado a la Sala de lo Penal de este
tribunal su comparecencia para acreditar el carácter delictivo del comentario
de Zapata en Twitter en enero de 2011. Al igual que la Fiscalía , la asociación
que preside Daniel Portero defiende que el hecho de que Irene Villa no se haya
sentido ofendida por el tuit no excluye la existencia de un delito de
humillación a las víctimas, dado que la supuesta ofensa se hace extensiva no
sólo a ella, sino también a “todas las víctimas de las acciones terroristas en
general”.
Así lo afirma DyJ en el recurso de apelación que ha
interpuesto contra la decisión de Pedraz de no llamar a declarar a Zapata –al
que ha tenido acceso LA RAZÓN –,
en el que reclama a la
Audiencia que obligue a Pedraz a tomar declaración a esas
víctimas «que se sienten humilladas y solicitan declarar ante el juez instructor
sobre los efectos que han producido en las mismas el conocimiento de los tuits
ofensivos». Además del propio Portero, en la relación figuran Mari Mar Blanco,
Ana Velasco Vidal Abarca, Pablo Muñoz Cariñanos, Javier José Correa, Iñigo
Pascual Ramos, Antonio Salvá, Segundo Morales, Félix Jacinto Alfonso Holguín,
Gumersindo Lago, Francisco Javier Zaragoza, José Vargas, Francisco Javier López
Ruiz y María Teresa del Pozo.
En el escrito, la abogada de DyJ, Vanessa Santiago,
reprocha a Pedraz sus “argumentaciones extraprocedimentales” en la resolución
en la que dejó sin efecto la citación del concejal como imputado y la
“contradicción” con el auto en el que acordó su comparecencia. “¿Qué
diligencias de investigación se han practicado –se pregunta– que permitan
llevar al cierre de las presentes diligencias?”.
Y es que para la asociación querellante, el tuit de
Zapata, que tacha de “mofa y ofensa grave”, reviste “un claro tenor vejatorio”,
por lo que la decisión del juez, sin siquiera tomarle declaración y pedir
informes policiales, es “prematura”.
Para DyJ, las manifestaciones del instructor tildando
el comentario del edil de “chiste” y “humor negro” son “desafortunadas” y
exceden de su competencia. Al mismo tiempo, niegan que se haya querellado
contra Zapata por su condición de concejal, una hipótesis que consideran
“bastante retorcida” y que sólo busca “confundir”. Y recuerdan que desde 2008
presentan una media de 40 denuncias al año en defensa de las víctimas “sea
quien sea” la persona querellada. Resulta “irónico”, dice DyJ, que el juez le
reproche que hace uso de un “derecho penal del enemigo” cuando “él mismo”, ante
supuestos “esencialmente idénticos” en Twitter, sí ha apreciado indicios de un
delito de humillación a las víctimas.
El tuit vejatorio sobre Miguel
Ángel Blanco
La asociación recurrente recuerda al juez en su
recurso que él mismo abrió diligencias el pasado año, también a instancias de
DyJ, por un tuit sobre Miguel Ángel Blanco “absolutamente vejatorio y
humillante”: “¿En qué se parece un delfín a Miguel Ángel Blanco? En que los dos
tienen un agujero en la nuca”. En esa ocasión, recuerda Dignidad y Justicia, el
propio Pedraz practicó diversas diligencias para intentar esclarecer los
hechos, solicitando informes tanto a la Guardia Civil como a
la Policía y
cursando a Twitter un mandamiento judicial para intentar averiguar la autoría
del comentario. “Curiosamente”, subraya DyJ, en ese caso no se citó a declarar
a la familia del concejal asesinado para conocer “si se sentían humillados o
no”. Finalmente, el magistrado acordó el sobreseimiento de las actuaciones ante
la imposibilidad de identificar a la persona responsable, pero tras practicar
esas diligencias.
Opinión:
Creo que quien debía hablar ya lo hizo, y fue Irene
Villa. Para mi, ahí termina todo el asunto.
Pero tampoco me importa que se reabra porque quizás
será el motivo para que se empiece a investigar quien es quien en todo este
mundillo de “las” víctimas del terrorismo.
Y ahora unas reflexiones:
cuando leo en un periódico que cierto personaje se
inventa unas heridas sufridas en un atentado ¿no debo sentirme humillado?
Si esas heridas son, en realidad, parte de las que
yo sufrí, ¿no debo sentirme humillado?
Si leo que alguien se vanagloria de un trabajo que
jamás ha realizado y de una experiencia que jamás ha tenido ¿no puedo sentirme
humillado?
Si alguien preside una “asociación de víctimas del
terrorismo” sin haber sido reconocido como tal ¿no debo sentirme humillado?
Si alguien consigue una incapacidad psicológica mas
de veinte años después de “presenciar” un atentado ¿no deben sentirse
humilladas aquellas víctimas a las que, con hijos asesinados, no se les otorga
incapacidad psicológica derivada de la muerte de su hijo?
Si un hermano de una víctima mortal no tiene derecho
a la exención de tasas universitarias ¿no se siente humillado cuando otros
hermanos de víctimas mortales....?
Aquí lo dejo. Otro día sigo.
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