20 julio 2015
Juicio contra Santiago Arróspide Sarasola (alias
Santi Potros)
Seguramente no
aparecerá ninguna noticia hoy lunes ni mañana martes comentando la reanudación
del juicio contra Santiago Arróspide Sarasola (alias Santi Potros) señalado
para hoy lunes en la sala de la Audiencia
Nacional de Madrid. O mejor dicho, en San Fernando de
Henares.
Pero que no
aparezca ninguna noticia no significa que se haya vuelto a producir una
situación surrealista en la justicia (con minúsculas) española. Si ya se hace
complicado explicar que un juicio por un atentado en abril de 1987 se realice
en junio de 2015, más difícil todavía es intentar entender que se pueda aplazar
hasta el mes siguiente con el argumento de que la comisión rogatoria que debe
localizar al Gendarme francés que procedió a la detención de Santiago Arróspide
Sarasola en Anglet (Francia) en septiembre de 1987.
El Gendarme no declaró
el pasado 24 de junio (ni en persona ni por videoconferencia) por estar en “comisión
de servicios”. Se aplazó entonces el juicio para hoy lunes 20 de julio y,
desgraciadamente, el Gendarme no ha sido localizado todavía y por lo tanto no
ha podido declarar.
Se ha producido
entonces un hecho que demuestra el, a mi juicio, mínimo interés en dar la
suficiente rapidez a la justicia. Solo la acusación particular (que es la única
acusación que representa a la familia de Joan Fructuoso Gómez por expreso deseo
de su madre y su hermano) ha solicitado a la Sala que el juicio continuara ante las numerosas
pruebas que muestran la culpabilidad de Arróspide. De la defensa del terrorista
no podía esperarse nada, pero sí era de esperar que el Ministerio Fiscal, la
acusación popular (representada por la
AVT ) y la propia Sala accedieran a esa petición, para evitar
otra suspensión y mas gastos de desplazamiento a la familia de Joan Fructuoso.
Pero, por
increíble que parezca, la acusación particular se ha quedado sola en su petición,
de modo que el juicio se ha suspendido y se reanudará a finales de septiembre.
Sinceramente,
espero que en estos 70 días alguien con suficiente autoridad y, sobre todo, con
suficiente preparación, localice a ese Gendarme para que conteste a las
preguntas que se le deban formular. Perdón, he dicho 70 días aunque supongo que
serán 40... por los 30 días de vacaciones en agosto. Aún y así, creo que en 40
días hay tiempo suficiente para encontrar a un Gendarme en Francia. Y en el fin
del mundo, también.
Mientras tanto,
la familia y los amigos de Jesús Fructuoso, seguiremos denunciando la pasividad
de la justicia (sigue en minúsculas, lo siento) española.
No quiero ni
pensar las reacciones de cierta prensa y de ciertos sectores si esta situación
tan deprimente hubiera ocurrido siendo la víctima mortal miembro de algún que otro partido político.
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