11 marzo 2018
Dolores Delgado, fiscala
antiyihadista de la
Audiencia Nacional : "Los Mossos son necesarios contra el
terrorismo del Estado Islámico"
Dolores Delgado es la fiscala de la Audiencia Nacional que
coordina la lucha contra el terrorismo yihadista.
Sobre los atentados del 17-A en Barcelona y Cambrils no quiere decir nada
porque las pesquisas, que avanzan en distintas direcciones por parte de los
Mossos d’Esquadra, la
Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía, siguen bajo secreto de sumario. Con la candidatura de la Unión Progresista
de Fiscales (UPF), Delgado se presenta a las elecciones al Consejo
de la Fiscalía ,
que el 21 de marzo elegirá a sus nuevos representantes.
--No puede hablar de la investigación del 17-A, pero sí explicar
qué hemos aprendido de unos atentados que dejaron 16 muertos…
--Que fue una expresión del mismo terrorismo yihadista que
está padeciendo el resto de Europa. Y del mundo. Parece que en suelo europeo en
los últimos meses hay una época de calma. Pero los ataques no cesan. El pasado
mes hubo atentados en el Chad y en Mali. En la región del Sahel la
actividad yihadista está aumentando.
--Los terroristas no tenían experiencia pero pretendían llevar a
cabo una auténtica masacre con bombas que evitó la explosión de la casa de
Alcanar. El Estado Islámico no había intentado hasta la fecha atacar así en
Europa.
--El terrorismo yihadista cambia constantemente. Pero en
España, con Al Qaeda, ya padecimos los atentados del 11-M del 2003, con
mochilas bombas en distintos trenes de cercanías. El Estado
Islámico cambió esa forma de actuar. Ahora la organización posee
herramientas de propaganda -con sus propias productoras- y sabe usar como nadie
las redes sociales y las aplicaciones de móvil. Esto ha supuesto un serio
problema de expansión y de mutación terrorista. Los mensajes que elaboran
logran que ciudadanos europeos se hayan ido a combatir a Siria, del 2012
al 2016. En España se han generado diversas células de captación,
dedicadas a radicalizar a jóvenes dispuestos a emigrar a zona de combate o a
atentar aquí. Siempre es la misma consigna: "Te unes al califato universal
o te quedas y atacas aquí". Se les ordena cometer atentados pero también
cómo hacerlos. En un principio eran decapitaciones, sobre todo, de policías y
de personajes relevantes. También en espacios con multitudes. Después llegaron
los ataques del 13 de noviembre del 2015 en París o del 22 de marzo del 2016 en
Bruselas.
--¿Cómo se combate la radicalización de una célula de captación?
--Necesitamos nuevas herramientas legales. La asignatura
pendiente es la ley de protección de testigos. La actual sigue siendo de 1994. Ha quedado obsoleta,
desfasada. Se redactó pensando en una criminalidad organizada dedicada al
tráfico de drogas. No estaba preparada para los entornos familiares en que se
engendra el terrorismo yihadista, porque son las personas más cercanas al
sujeto quienes ven que alguien se radicaliza. Que cambia. No físicamente,
sino interiormente, mentalmente. Para detectar esos cambios hay que estar muy
cerca. La familia que entiende que esos cambios son un peligro en primer lugar
para su propio hijo es la que acabará contactando con la policía. Pero la
responsabilidad del Estado es garantizar la seguridad de esta familia, y
hacerlo a través de una buena ley, con presupuesto. Los familiares deben
sentires seguros cuando denuncian. Porque su ayuda es una fuente para
iniciar una investigación policial y, más adelante, una prueba de gran valor
durante el juicio. Pero hay que darle a esta gente la oportunidad de
cambiar de vida después del juicio. Eso es fundamental. También lo es comenzar
a sacar partido de la inteligencia judicial.
--"¿Inteligencia judicial?"
--Es la integración de la información obtenida en las
causas judiciales, que nos ayuda a comprender el fenómeno terrorista y también
a recabar indicios y pruebas. Hace falta trabajar con perspectiva
judicial, interconectando procesos. Ya lo estamos haciendo. Porque cada vez nos
damos más cuenta de que una misma persona con antecedentes por yihadismo puede
aparecer en diversos procesos. Algunos tal vez archivados o por delitos
cometidos en otros países. Necesitamos recuperar ese pasado judicial.
--¿Cómo valora la labor antiyihadista de los Mossos?
--Son un cuerpo muy cualificado, muy preparado, que se
esfuerza en mejorar. En la operación Caronte –una célula desmantelada en
Terrasa integrada por 10 personas que ya estaba en condiciones de atentar– hicieron
un gran trabajo. Hubo un agente de los Mossos que se infiltró en esta célula,
fue muy valiente. Durante el juicio, al relatarnos lo que vivió, logró que
todos los presentes en la sala que lo escuchábamos sintiéramos qué significa
realmente estar dentro de una célula yihadista. Este mosso vivió en sus carnes
qué es un proceso de radicalización. Porque intentaron hacer con él el mismo
lavado de cerebro que hacen siempre. Los Mossos son necesarios para combatir el
terrorismo del Estado Islámico. También lo son la Guardia Civil o el
Cuerpo Nacional de Policía. Lo son todos. Lo importante es la suma de
esfuerzos.
--Precisamente en la operación Caronte… no hubo una buena suma.
--En Catalunya hay una concentración de investigaciones
yihadistas que no se da en el resto de España, salvo en Ceuta y Melilla. Esto
provoca que a veces los tres cuerpos (Mossos, CNP y GC) coincidan investigando
al mismo sujeto. Esto no es descoordinación policial. Porque se habla y se
decide quien se queda el caso. Con Caronte, se acordó que lo llevaban los
Mossos. Pero hubo terceras personas que no lo respetaron. Esto se denunció,
incoó diligencias y, finalmente, se archivó. La descoordinación policial llega
cuando, después de hablarlo, sigue habiendo una forma de actuar que pone en
riesgo la seguridad. Esto no puede suceder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario