13 marzo 2018
Los Mossos recurren el archivo de la causa de Maria Rovira
La concejal de la
CUP acusó a la
Policía de «ejecutar sin juicio » a los terroristas del 17-A
El Juzgado de Instrucción 29 de Barcelona dejó ayer impune a la concejal de
Rovira, que además acusó en la misma sesión consistorial a la Guardia Urbana de
ser el «brazo ejecutor del racismo institucional», recibió una querella de tres
sindicatos policiales –SPC de los Mossos, y Csif y Sapol de la Guardia Urbana –,
pero el juez instructor archivó ayer la causa. «Rovira no pretendía injuriar,
sino oponerse políticamente a una propuesta política», precisa el auto del
magistrado y agrega que lo hizo «en el ejercicio de la libertad de expresión
que le marca su mandato como concejal portavoz de la CUP , para cargarse de razones
en contra de la propuesta sometida a debate».
La decisión del juez recibió la celebración de la CUP , mientras obtuvo la
desaprobación del sindicato de los Mossos d'Esquadra. Los anticapitalistas, en
un comunicado junto a Alerta Solidària –colectivo que ejercía la defensa de
Rovira–, lejos de retractarse, reivindicaron las palabras de la concejal y
consideraron que solo pretendían poner «luz» sobre las «malas prácticas» de los
cuerpos policiales. Es decir, volvieron a reafirmarse sobre las palabras de
Rovira. «Condenamos y queremos denunciar públicamente el uso instrumental del
sistema penal por parte de los sindicatos policiales, con la intencionalidad de
acallar a aquellas personas que denuncian sus malas prácticas», sostuvieron.
Por su parte, desde el Sindicato de los Mossos d'Esquadra,
SPC, rechazaron el archivo de la causa y aseguraron que recurrirán la decisión
del juez. «Llegaremos hasta donde haga falta para defender el buen trabajo de los
Mossos en el 17-A», afirmaron desde el sindicato en un mensaje difundido por
las redes sociales e insistieron en que las manifestaciones de Rovira tenían la
clara voluntad de «injuriar a la institución».
En todo caso, en el Pleno del Ayuntamiento de Barcelona,
que tuvo lugar tres semanas después de los atentados en Barcelona y Cambrils,
que se cobraron la vida de 17 personas, la CUP se quedó sola y todas las demás formaciones
votaron a favor de reconocer el trabajo de las fuerzas de seguridad durante los
hechos. Así, por ejemplo, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, también
procedente de tradiciones similares a la
CUP y muy combativas con los Mossos d'Esquadra, ensalzó las
actuaciones, que tildó de «excepcionales» porque se «jugaron directamente la
vida». El consistorio, gracias a los votos de todos los concejales a excepción
de los tres de la formación anticapitalista, otorgó la máxima distinción de la
ciudad a la Guardia
Urbana , al Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de
Barcelona (CUESB), el Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y
Salvamento de Barcelona (Bombers de Barcelona), los Mossos d’Escuadra y al
Sistema de Emergencias Médicas (SEM).
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