03 julio 2019
Una víctima
de los GRAPO
“Los de Vox son unos hipócritas al
criticar la entrevista a Otegi”
Sílvia perdió a su hermano en un atentado perpetrado en
1980 por la banda terrorista.
El 2 de septiembre de 1980 es una fecha maldita para Sílvia Vidal (Barcelona,
1962). Ese fatídico día la banda
terroristade los GRAPO asesinaba a sangre fría
a su hermano.
Él tenía 19 años, ella 18. ¿Su pecado? Hacer de escolta de un general (Enrique
Briz Armengol, también asesinado) mientras efectuaba el servicio militar.
Esta barcelonesa nunca quiso saber nada de asociaciones de
víctimas. Entendió que estar vinculada a una de ellas no le habría permitido
jamás seguir con su vida, aunque el dolor por la muerte de su hermano siempre
le ha acompañado (y le sigue acompañando). Ahora, sin embargo, ha cambiado de opinión.
Cree que desde hace mucho tiempo se está instrumentalizando a las víctimas, y
quiere alzar su voz a modo de protesta.
Usted perdió un hermano a manos de los GRAPO.
Sí. Él iba de escolta de un general. Cuando se dirigían
hacia el cuartel a primera hora de la mañana después de recogerlo, un coche se
les cruzó. De él bajaron tres hombres y los ametrallaron.
¿Algo así se llega a superar alguna vez?
No. Se convive con ello. Eso de que el tiempo lo cura todo…
no es que lo cure, es que aprendes a vivir con ello. Pero superarse no se
supera. Todos los días hay algún momento en el que piensas en ese día: por una
cosa que lees en los diarios, o algo que escuchas en televisión, o por una cosa
tan simple como cocinar algo que sabes que le gustaba mucho a mi hermano.
Entiendo.
De ese día me acuerdo hasta del más mínimo detalle. Es el
único día de mi vida del que no he olvidado nada.
¿Cómo supo de la fatídica noticia?
Me llamó la pareja de mi abuelo, que lo había escuchado por
la radio. Yo estaba en Barcelona porque tenía exámenes de recuperación.
Hace pocos días se celebró en el Congreso de los Diputados
un acto de homenaje a las víctimas del terrorismo. ¿Asistió usted?
No, no he ido nunca. La única vez que he asistido a un
homenaje a las víctimas del terrorismo fue en el Parlament de Catalunya, cuando
se celebraron en 2017 los 30 años del atentado de Hipercor. Aquel homenaje era
para todas las víctimas, no sólo las de Hipercor.
¿Y no ha ido nunca al homenaje que se hace en el Congreso
cada año porque no le han invitado o porque simplemente no quería ir?
No me han invitado nunca.
Como víctima de los GRAPO, ¿se siente una damnificada de
segunda?
Yo personalmente no. Entiendo que haya gente que se pueda
sentir así. De lo que más se habla es de ETA porque dejaron más muertos,
heridos y atentados que no los GRAPO o que otras bandas terroristas del tipo
que sean. Por una cuestión de estadística y generalización es más fácil hablar
de ETA que hablar de los otros.
Un día antes del homenaje a las víctimas, RTVE entrevistó
al coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi. Esa entrevista levantó mucho
revuelo. Algunas voces, como las de algunos políticos del PP, Cs o Vox,
criticaron a la televisión pública por intentar “blanquear al terrorismo”.
¿Usted cómo lo ve?
Me parece muy hipócrita por parte de Vox. A mí, que RTVE
entreviste a Otegi no me gusta, me molesta y me ofende, porque es quien es.
Pero como estamos en un sistema supuestamente democrático, que ha permitido a
este señor presentarse a unas elecciones obteniendo representación en el
Congreso y donde sea, pues no deja de ser una voz política a la que se le da
una plataforma para lo que quiera explicar.
Entiendo.
No me gusta, pero es así y me tengo que aguantar. Pero que
Vox, hipócritamente, lo critique cuando ellos llevan en sus conferencias a Pío
Moa, uno de los fundadores de los GRAPO… No hay por dónde cogerlo: por parte de
Vox, tienen en sus filas a un señor que hace cuatro días los quería muertos; y
el giro cerebral de Moa, que ahora parece más franquista que Franco, tampoco lo
entiendo, no sé si responde a que se ha dado un golpe en la cabeza o que le ha
convenido.
María del Mar Blanco, diputada del PP, presidenta de la Fundación Víctimas
del Terrorismo y hermana de Miguel Ángel Blanco, asesinado por ETA en 1997, también
se mostró muy crítica en el homenaje del Congreso con la entrevista a Otegi.
Creo que sus dos cargos son incompatibles. Todo lo que
concierne a las víctimas tendría que estar absolutamente despolitizado. Que
esta señora sea diputada del PP, me parece muy bien. Pero entonces tendría que
renunciar al cargo de presidenta de la Fundación Víctimas
del Terrorismo. ¿Y que ha sacado rédito de la muerte de su hermano? Es
evidente. Y te tengo que confesar que casi lloré tanto el asesinato de su
hermano, por la manera cómo fue, que el del mío.
Fue muy dramático…
Una animalada, una salvajada. Pero ella ha sacado rédito, y
sucio.
En este sentido, ¿cree que hay víctimas que se han
aprovechado del hecho de serlo?
Sí, hay algunas que lo han canalizado de manera que les
suponga un rédito profesional o económico, y eso me parece, como mínimo, feo.
¿A usted le han intentado utilizar como víctima de
terrorismo que es?
Sí, de una manera muy sutil. Fue cuando fui al homenaje que
he mencionado y que se hizo en el Parlament de Catalunya en 2017.
¿Me puede explicar la situación?
Yo no tenía ningún contacto con la Asociación Catalana
de Víctimas de Organizaciones Terroristas, que preside el Sr. José Vargas.
Ellos se comunicaban con mi padre a través mío, vía mail. Un día me enviaron un
correo y les comuniqué que mi padre había muerto. Y ahí es cuando me llamó el
Sr. Vargas, que estuvo muy amable. Días más tarde me volvió a llamar para
preguntarme si me importaría hacer una pequeña intervención en el acto del
Parlament en motivo del 30º aniversario del atentado de Hipercor, aunque el
acto estaba dirigido a todas las víctimas.
¿Y qué le respondió?
Le dije que estaría encantada. Pero antes de hacer mi
intervención me presentó a todos sus amigos.
Allí ví por dónde iban los tiros.
¿Y por dónde iban?
Los amigos del Sr.
Vargas eran de extrema derecha.
Y usted se sintió mal al ver que él tenía vínculos
políticos…
Sí. En el discurso que hice en el Parlament precisamente
pedí que no se politizara a las víctimas y que no se las utilizara, y él lo
aplaudió. Pero luego me encontré con eso.
Entiendo.
Hay más cosas. Con motivo de los hechos del 1 de octubre en
Catalunya, se hizo una manifestación a favor de la Guardia Civil , en la
que el Sr. Vargas estaba en primera fila. Él, como Sr. Vargas, puede hacer lo
que quiera, y es muy respetable, pero como representante de las víctimas del
terrorismo no. No tengo nada en contra de la Guardia Civil , me
parece bien que haya gente que les apoye, pero no en nombre de las víctimas.
Nadie nos ha preguntado si estábamos de acuerdo.
¿También se ha pasado a la política el Sr. Vargas?
En las últimas elecciones municipales creo que iba de
número 10 del PP por Barcelona. Y el acta de presentación de la candidatura del
PP se hizo delante del monumento a las víctimas del terrorismo situado frente
al Hipercor, algo que me parece deleznable.
¿Se ha sentido alguna vez representada por alguna
asociación de víctimas?
No, pero tampoco nunca había tenido interés, hasta ahora,
en ello. Para mí, estar en contacto con alguna asociación era como no cerrar
ese capítulo de mi vida, como si me estancara en el dolor. Ahora lo veo de otra
manera. Llegó un día en el que me pregunté: ‘¿Pero qué está pasando?’ Y me dije
a mí misma que tenía que decir que se estaban haciendo cosas mal.
¿Y no le da miedo significarse de esta manera?
No, miedos tengo muy pocos.
¿Se ha sentido alguna vez apoyada por el Estado a raíz de
lo que le ocurrió a su hermano?
No. Mis padres recibieron del Estado una indemnización,
como todas las víctimas de atentados terroristas. Los únicos que nos ofrecieron
soporte psicológico, moral y estuvieron a nuestro lado fue el Ejército. Cada
año, oficiaban una misa y llevaban flores a la tumba de mi hermano.
Eso es de agradecer.
Lo hicieron durante 30 años. Al final, ya no quedaba nadie
en el cuerpo de intendencia de Barcelona que supiera qué había pasado con mi
hermano en el año 80, porque ya eran todos muy jóvenes y no quedaba nadie de
aquel tiempo. Nos dijeron que seguirían oficiando la misa por mi hermano si
nosotros queríamos. Mi padre y yo, mi madre ya había muerto, les dijimos que ya
era suficiente, que se lo agradecíamos mucho pero que un día u otro había que
ponerle fin a ese homenaje anual.
¿Qué sentimiento le queda respecto a las personas que
perpetraron aquel atentado?
Al principio sentía odio por ellos. Aunque dicen que es un
sentimiento muy feo, es legítimo sentirlo, y durante unos años lo sentí.
Tampoco sé cuándo dejé de sentirlo. Hubo un momento en el que pensé que a esas
personas no les deseaba nada malo pero tampoco nada bueno. Si un día me
dijeran, ‘el que mató a tu hermano se ha muerto’, pues mira, no abriría ninguna
botella de cava pero tampoco sentiría ningún pesar.
¿Se supo quiénes fueron los autores materiales?
Creo que sí, pero es algo que no he querido saber. Hubo un
tiempo que estuve buscando la sentencia del juicio. Algo encontré. Sé que
fueron tres. Por lo que me explicaron hace muchos años, creo que dos murieron
en Barcelona en un tiroteo con la policía, y el tercero no recuerdo ni cómo se
llama. No tengo ganas de removerlo.
¿Si le propusieran tener un encuentro con este tercer
miembro que todavía está vivo, lo haría?
No.
¿No le gustaría preguntarle qué sentido tuvo todo aquello?
Sé que no tuvo ningún sentido. Matar a una persona no tiene
ningún sentido. No iré a pedirle explicaciones a una persona que es capaz de
matar a otra. No quiero tener ningún tipo de trato con un asesino. Sé que hay
gente que ha ido a ver a sus verdugos, pero yo no podría. Como tampoco pude ver
la entrevista que le hicieron a Paco Cela, exmiembro de los GRAPO, en TV3.
No es plato de buen gusto.
No entiendo cómo TV3 se presta a entrevistar a un criminal,
porque no es Otegi, no es lo mismo. Otegi, nos guste o no, hoy en día es un
político, por lo tanto tiene voz. Pero Paco Cela es un criminal. Y darle voz en
un programa… Me parece que TV3 se ha equivocado.
No le gustó ver a Paco Cela en una televisión pública, ¿y
qué sensación le dejó que Pío Moa se aprovechara de la ley de Amnistía de 1977?
Ya sabemos que nuestro sistema judicial no funciona
demasiado bien. Perdonamos algunas cosas y no otras que son mucho más leves.
Hay un grupo de chicos en Alsasua que llevan dos años en prisión acusados de
terrorismo. Es indecente que estén acusados de terrorismo, como Tamara
Carrasco, que estuvo dos años confinada sin poder salir de su pueblo porque le
encontraron una careta de Puigdemont en casa y un silbato, y que Pío Moa pueda
ir haciendo conferencias por donde quiera. Es incongruente, injusto e
indecente.
Opinión:
Sólo manifestar que la entrevista de La Vanguardia es una nueva
demostración de diferentes factores.
Uno, la pluralidad ideológica existente en el colectivo de
víctimas del terrorismo.
Dos, que hay administraciones que hacen diferencias entre
víctimas dependiendo de cual haya sido la banda terrorista autora del atentado.
Tres, que no toda la información que se nos vende desde
algunas entidades de apoyo a víctimas o de asistencia a víctimas es real.
Cuatro, que desgraciadamente hay quien utiliza el
terrorismo, el dolor ajeno y situaciones autocreadas en beneficio propio.
Cinco, que en actos oficiales y (supuestamente) realizados
para homenajear a “LAS” victimas del terrorismo solo se focaliza el interés
real en beneficio de ciertas siglas políticas y/o intereses personales.
Seis, que se ha creado una opinión generalizada en la que
hay personajes que son mas terroristas que otros sin valorar quien ha cometido
(o no) atentados directos denominados “delitos de sangre”.
Siete, que hay siglas políticas que buscan el rendimiento
electoral en cuanto a la consecución de votos sin importarles la opinión de
nadie
Ocho, que hay muchas víctimas que mostramos conjunta y constantemente
nuestra contrariedad ante el uso del dolor que, realmente, hemos sufrido.
Nueve…
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