07 julio 2019
Los GRAPO nos salvarán
Paco Cela, el histórico
del GRAPO, fue entrevistado en 'Faqs' (TV-3) la pasada semana. Tuvo un
especial interés antropológico escuchar a un hombre que, además de haber pasadso 33 años en la cárcel, sigue
viviendo en una prisión mental que le lleva a invocar a Lenin.
Cela asegura que las masas harán suyo el marxismo leninismo, se muestra
orgulloso del “testimonio de resistencia” de los GRAPO y defiende la
“insurrección armada”. “Hemos sembrado”, dijo. Sí, exactamente, 84
muertos.
Asesinatos, atracos y extorsiones
fueron la especialidad de un grupo armado que nació de una escisión
del Partido Comunista al final del franquismo en la línea de las
Brigadas Rojas italiana o la
Baader-Meinhof alemana. Se estrenó como banda
terrorista en otoño de 1975. En España coexistía con ETA, pero eran
muchas las diferencias. Mientras que la banda terrorista vasca contó con
un apoyo social importante y ha renunciado a la violencia, los GRAPO
pronto tomaron la forma de iluminados irredentos, con escaso calado
social, pero empecinados en su objetivo. Si han dejado de matar, más bien
parece por falta de capacidad que no de ganas.
La crítica al 'régimen del 78'
¿Qué nos ofreció
la entrevista de Cela? Más allá de viajar al pasado
ideológico encarnado en un hombre que volvería a repetir cada uno de sus
pasos, nos permitió atisbar los riesgos del derribo. La crítica al
‘régimen del 78’
se ha convertido en una constante en numerosas voces. Tanto de la izquierda
como del independentismo. Producía cierto escalofrío oír a Cela, con su tono
de salvador, hablar de lo que el “pueblo catalán” sabe o no sabe. No solo
hay el riesgo de banalizar la violencia, sino de emprender
un desprestigio tan caricaturesco de la democracia española que nos
lleve, precisamente, a terrenos no democráticos.
Derribar todo lo construido
en 40 años de democracia, con sus aciertos y carencias, es arriesgarnos a
habitar un yermo en el que afloran los populismos, la ultraderecha y,
también, el terrorismo. Siempre hay adalides de la violencia en busca
de financiación y de jóvenes soldados.
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