17 julio 2019
Dos años después, aún
duran los complejos procesos de reconocimiento. El Ministerio Fiscal no
considera un atentado la explosión del chalet ebrense, lo que complica el
acceso a indemnizaciones.
Tras casi dos años de los atentados del 17-A, numerosas
víctimas siguen trabajando para ser reconocidas como tales. Los heridos, que
desde el principio denuncian dejadez
y olvido, alzan la voz, sobre todo por los sucesos en Alcanar y
Cambrils.
Robert Manrique, asesor de la Unitat d’Atenció i
Valoració d’Afectats per Terrorisme (UAVAT), es especialmente crítico: «La Fiscalía no
quiere reconocer lo sucedido en Alcanar como atentado terrorista. El auto de procesamiento habla
de 29 heridos entre las dos
explosiones. Y,
además, hay que tener en cuenta que allí murió el organizador de todo. No sé cómo
pueden decir eso».
Manrique se refiere al fallecimiento
del imán de Ripoll, Albdelbaki Es Satty, cerebro de los atentados, en la
explosión del 16 de agosto de 2017 en la vivienda de la urbanización
Montecarlo, y a todos los heridos que dejó ese suceso previo a los atropellos
del día 17 en Barcelona y Cambrils.
El auto de procesamiento, al que ha tenido acceso el
'Diari', identifica 29 heridos, tanto en la explosión inicial como en otra del
día después, cuando se retiraban los escombros: 11 Mossos d’Esquadra,
dos bomberos –de los parques de Ulldecona y Amposta–, y 16 civiles, básicamente
vecinos del chalet que saltó por los aires. En Cambrils, los heridos físicos
fueron 12, incluido un Mosso.
En Alcanar está parte de la reivindicación de la acusación.
«Es la gran diferencia de nuestra acusación con la del Ministerio Fiscal, que considera que aquello fue un
accidente, que les explotaron las bombas pero que no era el
objetivo. Por lo tanto, a los
afectados no se les tiene que indemnizar como víctimas del terrorismo y las aseguradoras no les pagan»,
explica Antonio Segura, abogado de la asociación 11-M. La entidad sostiene que
todas las muertes y todos los desperfectos provocados son consecuencia del
terrorismo. «La Fiscalía
mantiene que fue un accidente, que no hubo voluntad», cuenta Segura.
La psicóloga Elisa Micciola, coordinadora de la UAVAT , también incide en los
problemas a nivel de reconocimiento legal: «En Alcanar tuvimos enormes
dificultades con las familias francesas durante los meses posteriores al
atentado. El
Estado francés tenía
serias dudas sobre si consideraba Alcanar como atentado terrorista. Muchos
no pudieron acceder a las indemnizaciones por eso».
La cifras son ilustradoras. De los 19 heridos de Cambrils y Alcanar que lleva la UAVAT –sólo son una parte
del total–, únicamente dos han sido reconocidos como víctimas. «De ellas
ninguna es de Alcanar. Por lo tanto, no han podido acceder a las ayudas
psicológicas gratuitas correspondientes», indica Micciola. En Cambrils, dos
víctimas sí han sido reconocidas. «Las personas heridas como tales sí han
obtenido el reconocimiento pero el resto, con heridas psicológicas, no. Han recibido denegada su
solicitud, están a la espera de respuesta administrativa o pendientes aún de
localizar».
Micciola denuncia la
lentitud y las trabas a
la hora de que las víctimas sean reconocidas: «Es todo un proceso
administrativo que se lleva desde Madrid y es extremadamente complejo. Nos
venimos quejando porque, realmente, a día de hoy el porcentaje de resoluciones es
bajísimo. Algunos aún ni siquiera saben si Interior los ha reconocido o no como
víctimas». Sin ese
reconocimiento, no se tiene acceso las indemnizaciones.
En global, han
sido denegadas el 86,3% de las respuestas en el reconocimiento de víctima del
terrorismo. El
40% aún no ha recibido ninguna respuesta de su situación administrativa.
Manrique denuncia los obstáculos para que se reconozca a
las víctimas. «Aún estamos asistiendo a víctimas, haciendo las revisiones
forenses. El Ministerio nos dice cosas fuera de sitio. En Cambrils, a un chaval
de 16 años que atendió a un herido grave, ayudando en lo que podía, el
Ministerio le ha dicho que no estaba en riesgo de muerte, que no era víctima
porque no estaba justo cuando eso pasó. Yo digo: ‘¿Qué tenía que haber hecho?
¿Quedarse ahí quieto, sin hacer nada, sin ayudar?», se pregunta Manrique.
Manrique añade: «Los familiares de las víctimas mortales ya
están indemnizados. Algunos heridos también, porque sus heridas quedaron
acreditadas. Otros no están de acuerdo y han recurrido. Seguimos pendientes en
algunos casos». Micciola es muy crítica con la situación: «Han
pasado casi dos años y nos encontramos con que esas personas han pasado al
olvido del gran foco político. Viven en el abandono administrativo,
esperando respuesta e intentando cerrar la herida».
Algunos impedimentos son burocráticos o de procedimiento.
Una prueba es lo sucedido en el atropello de Cambrils. «Muchas veces, en el
informe de entrada en el hospital, nos encontramos con el motivo ‘caída casual’
o ‘atropello’, porque en aquellos primeros momentos ni siquiera se sabía lo que
era, lo que había pasado. Por eso el Ministerio no te busca, no te puede
identificar», relata Manrique. El asesor de la unidad cree que también las indemnizaciones por los daños
materiales son escasas.
«Viendo cómo quedaron los chalets de alrededor, y a la gente
que se quedó sin casa y sin coche, no se entiende que hayan liquidado tan a la
baja», explica.
Más allá de eso, reclama que se arroje más luz sobre los
atentados y se esclarezcan los hechos. «Tenemos a más de 180 afectados y todos
quieren saber qué ha pasado. Dos años después ni siquiera se ha hecho una
comisión de Investigación en el Congreso», explica. Este mismo martes tuvo
que acompañar a una víctima herida grave en la Rambla al médico forense: «Hay que seguir demostrando que
quedan secuelas físicas y psicológicas muy importantes».
En Alcanar, gran parte de las víctimas fueron vecinos de la
propia urbanización que sufrieron daños
materiales. Ellos
también afrontaron un proceso muy complicado. «Vieron sus viviendas destrozadas
y todo ese mantenimiento asciende a una barbaridad de miles de euros. El
consorcio de seguros ha pagado unas sumas mínimas e Interior aún no ha empezado
a indemnizar», asume Micciola. Algunos se han visto obligados a avanzar grandes
sumas de dinero para la reforma. Otros,
directamente, han vendido su segunda residencia porque
no la podían mantener económicamente y se han marchado de la urbanización, que
ha quedado marcada para siempre.
«Gran parte de vecinos de Alcanar no han podido recuperar
sus gastos porque eran extranjeros, la mayor parte franceses, y la ley de
reconocimiento de víctimas solo propone la indemnización de hasta el 50% en
segundas residencias», cuenta Micciola. Algunos
de los afectados vivieron fuera de su casa durante más de 50 días tras los
atentados.
«El Ministerio Fiscal cree que la explosión fue un
accidente, que explotaron las bombas pero que no era la voluntad», dice Antonio
Segura, abogado de la asociación 11-M
«La
Fiscalía no quiere reconocer lo sucedido en Alcanar como
atentado», lamenta Robert Manrique, asesor de la Unitat d’Atenció i
Valoració d’Afectats per Terrorisme (UAVAT)
Algunos vecinos de Alcanar han vendido su residencia y se
han marchado
Opinión:
Al parecer de la administración de justicia española los 29
heridos físicos de la explosión en Alcanar no merecen el reconocimiento como víctimas
del terrorismo.
En cambio, hay otros casos de los que habrá que hablar en
un futuro que demuestran la diferencia de criterios para esos reconocimientos…
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