miércoles, 19 de agosto de 2020

18 agosto 2020 Heraldo de Aragón

18 agosto 2020 



Cambrils insta a frenar las ideologías del odio al cumplirse tres años del atentado yihadista

La zaragozana Ana Suárez, de 68 años, fue asesinada por los terroristas en el paseo marítimo de la ciudad costera

Hace tres años, en una veraniega noche como la de hoy, la zaragozana Ana María Suárez, de 68 años, moría acuchillada por terroristas yihadistas que unas horas antes habían sembrado el terror en las Ramblas de Barcelona, matando a otras 15 personas e hiriendo a 145. Ana María había salido a dar una vuelta con su marido, Roque Oriol, y con su hermana Alicia, cuando un Audi A3 de color negro se metió a toda velocidad por la zona peatonal del paseo marítimo y los atropelló a ellos y a dos personas más.
El vehículo continuó la marcha descontrolado y chocó contra un patrulla de los Mossos d’Esquadra que había montado un control en la rotonda próxima al Club Náutico. El Audi volcó y de su interior salieron cinco yihadistas armados con cuchillos y hachas que habían comprado esa misma tarde en Cambrils. Gritando consignas en árabe y pertrechados con cinturones que simulaban llevar explosivos, cuatro se dirigieron hacia los dos policías del control –un hombre y una mujer– y el quinto corrió hacia la avenida de la Diputación, donde habían sido atropellados los peatones, y acuchilló mortalmente a Ana María Suárez. Instantes después, los cinco terroristas eran abatidos por disparos de los policías.
Tres años después del atentado que buscó sembrar el terror y el caos en esta turística zona de la Costa Dorada, como ya había hecho otra célula yihadista en Barcelona, los homenajes a las víctimas se sucedieron en la capital catalana, mientras que en la ciudad costera no hubo ningún acto.

Roque Oriol: "Quiero que el juicio por el atentado de Cambrils acabe cuanto antes".

No obstante, el Ayuntamiento de Cambrils, emitió hace ocho días un manifiesto con el que quería "recordar los hechos" y reiterar su compromiso para "conservar la memoria" y seguir trabajando para combatir las causas del extremismo, "especialmente desde la vertiente social y educativa".
"Queremos que los discursos de las ideologías del odio no puedan encontrar ningún espacio ni vulnerabilidad donde desarrollarse y que la diversidad nos haga crecer hacia la libertad", recogía el escrito.
El Consistorio expresaba un "sentido recuerdo para las víctimas, familiares y amistades" y afirmaba: "El mejor homenaje que les podemos hacer es defender la paz, la libertad y la democracia desde la diversidad de culturas, orígenes, ideas y creencias".

Reivindicaba "mirar el futuro sin perder de vista el pasado", sin "olvidar la tragedia", pero tampoco la "ola de solidaridad" ni "el comportamiento cívico y ejemplar" de la gente, ni "la profesionalidad y eficiencia" de las fuerzas de seguridad y los equipos de emergencias

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