09 junio 2015
"Morir por Alá
es como un pellizquito"
Los miembros de la
célula yihadista desmantelada por los Mossos en abril se daban ánimos ante la
posibilidad de ir a combatir con el Estado Islámico
El sumario de la
operación Caronte revela cómo viven y piensan los yihadistas
Los Mossos
desmantelaron el 8 de abril una célula yihadista que presuntamente quería
atentar en Catalunya. El sumario de la operación, bautizada Caronte, al que ha
accedido este diario, incluye la transcripción de las llamadas entre los
investigados y es un revelador retrato del día a día de los seguidores del
Estado Islámico en territorio catalán
Los 10 meses de pesquisas que permitieron a los Mossos d'Esquadra desmantelar una célula yihadista que presuntamente pretendía atentar en Catalunya están
recopilados en los 20 tomos del sumario de la Operación Caronte. En esas 5.549
páginas, se detallan las actividades de la Fraternidad Islámica para la
Predicación de la Yihad, pues así se autodenominaba un grupo liderado por
españoles conversos y del que formaban parte marroquís, un brasileño y un
paragüayo. Actualmente, hay 10 personas -tres detenidas en diciembre y siete en
abril- en prisión por formar parte del grupo.
La célula había logrado enviar al menos a un hombre al Estado Islámico, mientras que tres de sus miembros fueron detenidos en
diciembre en Bulgaria cuando estaban a punto de cruzar a Turquía, desde donde
querían dar el salto a Siria. Además, según consta en el sumario, el líder de
la célula, el español Antonio Sáez, alias 'Aali', pretendía llevar
a cabo atentados terroristas en Catalunya. Para ello, ordenó a miembros del
grupo tomar con sus móviles fotos -incluidas en el sumario- de posibles
objetivos, tales como el hotel Plaza, la comisaría de los Mossos de plaza de
Espanya, el complejo central de la Policía de la Generalitat en Sabadell, y el
centro comercial Las Arenas.
Material de
propaganda
El grupo, tal y como se señala en el sumario, se reunía en
los domicilios de los miembros de la célula. Ahí se hablaba de los planes y se repasaba
material de propaganda del Estado Islámico, sobre todo vídeos. En esas sesiones
se llegaban a ver hasta 20 decapitaciones, según explicó el mosso que logró
infiltrarse en el grupo.
El sumario de la operación incluye las transcripciones de
las conversaciones telefónicas entre los investigados. Esos diálogos
constituyen un retrato de las interioridades de un grupo yihadista, pues
reflejan la ideología de los detenidos, pero también sus anhelos, sus miedos e
incluso sus problemas sentimentales.
En las llamadas queda patente el deseo de los investigados
de marcharse a Siria. No dudan en darse ánimos ante el desafío que tienen ante
sí y se autoconvencen con todo tipo de argumentos. Así, en uno de esos
diálogos, Taufik M., uno de los detenidos en Bulgaria, habla con otro individuo
de cómo es la muerte cuando se muere luchando en la yihad. «¿Sabes que morir
'fisabililah' [por la causa de Alá] no duele? Lo sabes, ¿no?», le comenta
Taufik a su interlocutor, que le contesta que esa muerte «es como un pellizquito».
A lo que Taufik M. insiste: «Es como una abeja, que te pique una abeja».
Los jóvenes comentan por teléfono los
problemas que sus deseos de unirse al Estado Islámico les están suponiendo en
sus relaciones de pareja. En concreto, por el rechazo de los padres de sus
novias a aceptar que se casen con ellas. Así, el padre de la novia de Taufik M.
ya ha hecho saber que no piensa dar el visto bueno al matrimonio, pese a que el
joven no le desagrada. «Yo no voy a encontrar a nadie mejor, pero... Esto es lo
que pasa, que... se van ellos, ellos se van. Por mucho que se case con mi hija,
luego a lo mejor se va».
El hombre hablaba con conocimiento de
causa, pues otra de sus hijas estaba casada con el miembro de la célula que se fue en abril del 2014 con el Estado Islámico a Siria y que, tal y como informó El Pariódico, ha fallecido en Faluya (Irak). El
padre llega a asegurar: «A mí me da igual, si se quiere casar que se case con
el Taufik, pero si la deja aquí tirada luego yo no quiero saber nada».
En las conversaciones telefónicas con su pareja, el joven
Taufik confiesa que «sería una vergüenza morir aquí», en referencia a
Catalunya, y asegura que él desea morir «en la tierra de los profetas». El
joven muestra su frustración por no poder casarse con la joven. «No me voy a
casar con otra, yo te digo que tú sabes dónde me iré, si no nos casamos,
prefiero... iré a casarme donde Alá».
Vía de escape
En los diálogos telefónicos se ve con claridad cómo el califato que el Estado Islámico ha
instaurado en Siria e Irak se ha convertido en un polo de atracción
irresistible, pues ven en él la vía de escape de todos los problemas que sufren
en Catalunya. Ya sean hombres o mujeres. Así, una conversa identificada como
Jadiya asegura a Taufik: «No sé, a mí se me va la cabeza, me cojo mis cosas y
me tiro para Siria... no digo ni adiós». Algunos incluso temen formar una
familia pues eso les puede llevar a desistir de la yihad. «Luego echas raíces,
te casas, tienes hijos, ya no te vas », dice uno de ellos. Todo lo pasan por el
filtro yihadista. Así, cuando tienen noticia de la muerte de dos personas por
culpa de un vendaval el 9 de diciembre en Terrassa lo atribuyen a un «castigo
divino».
Pero a veces también flaquean. Antes del primer intento de
ir a Siria, Taufik le confiesa a su pareja: «Si yo vuelvo a Terrassa me olvido
de esto para siempre. [...] Cojo mi camino y a rezar y se acabó. A trabajar y
se acabó todo».
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