lunes, 22 de junio de 2015

22 junio 2015 La Razón (opinión)

22 junio 2015



La presión de Francia sobre la Yihad obliga a los jefes de ETA a irse a Irlanda
Los terroristas españoles estaban «atrapados» en la tupida red policial gala




Abu Bark al Baghdadi, el jefe del DAESH, el Estado Islámico, se ha convertido, bien que involuntariamente, en un auténtico problema para ETA. Los pocos miembros de la banda que quedaban en Francia han tenido que huir hacia otros países ya que la presión policial se ha multiplicado por mil para evitar atentados yihadistas. Irlanda del Norte parece, sobre el papel, el país más seguro para ellos, lo cual no quiere decir que, con las lógicas medidas de seguridad, alguna vez no pasen por el vecino país.
Cuando la banda, al anunciar el supuesto final de sus actividades terroristas ordenó la “deslocalización de sus miembros operativos, entre ellos los de su «comité ejecutivo», no contó con que las actuaciones de otra banda criminal, en este caso de carácter yihadista, le impediría utilizar, aunque de forma parcial, el territorio de Francia para esconderse. “No se les ve (a los etarras) por ningún lado, es como si se los hubiese tragado la tierra”, comenta a LA RAZÓN un experto que trabaja habitualmente en suelo galo.

Dos “aparatos”

ETA cuenta en la actualidad con dos “aparatos” operativos (porque no le hacen falta más): el “logístico-militar”, del que dependen las finanzas, la falsificación de documentos y los zulos donde están las armas y los explosivos, entre otras funciones, y al frente del cual se encuentran Iñaki de Reta y Javier Goyeneche; y el “político”, que es el que mantiene una mayor actividad dentro de su estrategia absolutamente fracasada de lograr una negociación para intercambiar “paz por presos”, al frente del cual están Irache Sorzábal y David Pla.
Traducido al lenguaje de las intenciones de los pistoleros quiere decir que entregarían algunas armas y explosivos, (de disolverse, ni una palabra), a cambio de que los reclusos fueran puestos en libertad; los que están en la clandestinidad, puedan volver a su pueblo sin asumir ningún tipo de responsabilidad; y las Fuerzas de Seguridad y los Ejércitos sean expulsados del País Vasco y Navarra. El Gobierno de Mariano Rajoy, el único que no ha negociado con los pistoleros, les dejó claro que no tenían nada que hacer desde el primer momento.
El “Político” es, por lo tanto, uno de los más importantes para la banda que, en su “deslocalización”, primero voluntaria y ahora obligada, habría escogido, según las citadas fuentes, la nación que consideran más segura para ellos: Irlanda del Norte.
Del “comité ejecutivo”, según fuentes antiterroristas francesas, depende una “reserva” integrada por entre 20 y 30 individuos. A este respecto, expertos españoles subrayan que se trata, en su mayoría, de huidos procedentes de Ekin y con gran experiencia en el comisariado político pero que, llegado el momento, no dudarían en tirar de gatillo, con más facilidad y sin ningún tipo de dudas.
Francia, que era el país habitual de “refugio”, se ha convertido en un lugar imposible para los etarras ya que las autoridades galas han movilizado todos sus medios para combatir la amenaza yihadista. Cualquier desplazamiento, si el terrorista está requisitoriado por la Justicia, como es el caso de los de la “ejecutiva” y la “reserva”, puede terminar en detención, ya que los controles de carretera, estaciones de ferrocarril y aeropuertos, son exhaustivos; lo mismo ocurre con las viviendas e incluso con las habitaciones alquiladas. Además, la colaboración de los ciudadanos galos con sus Fuerzas de Seguridad es ejemplar y comunican a los agentes cualquier novedad que les pueda resultar sospechosa.

Bélgica y Alemania

En Bélgica, otro lugar habitual para esconderse, ocurre lo mismo. Alemania, donde, tal y como adelantó LA RAZÓN, ETA cuenta con varios pisos, está el problema del idioma y en esta nación la vigilancia contra el islamismo radical no es menor, como demuestran las últimas detenciones. Se han producido arrestos en Italia e Inglaterra. Lo cierto es que el país en el que los pistoleros de ETA siempre se han encontrado más a gusto es Irlanda del Norte, en el que IRA mantiene fuertes infraestructuras y apoyos logísticos para los “amigos de toda la vida”.
Por allí pasó el sanguinario pistolero del “comando Madrid” José Ignacio de Juana Chaos, antes de marcharse a Venezuela, y también allí podría haber recalado Alberto Plazaola, en ignorado paradero desde el pasado 12 de febrero, cuando las Fuerzas de Seguridad acudieron a su casa para llevarle de nuevo a la cárcel.

Las fuentes consultadas admiten que la presencia de Pla, Sorzábal y otros etarras en Irlanda del Norte se trata de una hipótesis, les parece una de las más fiables y trabajan con ella. La de que puedan viajar a América siempre está abierta pero es alejarse del “centro de decisiones”.

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